Día 15: Nenúfar

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Ship: "Nygmobblepot"

Temporada: Cuarta (04x06) pero hay mucha divergencia de canon.

Palabras: 678

💀💀💀

El Iceberg Launge había perdido su atracción principal, el descongelado Edward Nygma se ocultaba en los Narrows, como latente amenaza. Dejando un amplio vacío en el local, tanto como personal, en el corazón maltratado de Oswald.

Acongojado, sobrellevando la convivencia forzada con Sofía Falcone, Oswald recurrió a una vieja amiga para discutir la redecoración del lugar. Ivy le sugirió colocar un estanque en el centro, un toque asiático en su bar, no parecía ser la mejor idea, pero la pelirroja podía ser persuasiva.

El Pingüino accedió, luego de quedar encantado con los lirios acuáticos que la misma Ivy cultivó.

—La Nymphaea, o nenúfar, es una planta acuática que despide una fragancia muy similar al brandy...— le explicaba alegremente, en tanto, Oswald acariciaba los capullos de pétalos anaranjados, pues Ivy las había modificado para que fueran más vistosas.

—Sí, sí. Lo que digas Ivy. Pero ¿Cuándo florecerán?

Ivy se sobrepuso de su molestia, pues el Pingüino pronto pagaría por su constante subestimación —Oh, podría ser en cualquier momento Pengy.

—No me llames así...pero esta noche reabrimos.

—Seguro florearan antes de esta noche.— se despidió con fingida sonrisa.

Oswald contempló su nuevo estanque, cojeando se acercó a la barra en busca de un trago. Comprobando su reloj, viendo que Gordon no tardaría en llegar.

Puntual, el detective ingresó al club para discutir la reciente ola de asesinatos de policías corruptos que trabajaban para él. Y gracias al sistema de licencias, Oswald le dio la información que precisaba.

—Dime si necesitas que me involucre más— le dijo, disfrutando de la tensión que generaba en Jim.

Antes de que Jim diera otro paso, el escandaló llego a sus oídos, trayendo a uno de sus guardias, jaloneando a Edward.

—¡Suéltenme! ¡Les digo que Oswald me citó! ¡Diles!... hola Jimbo.

Francamente sorprendido, se rio —Ah, no. Yo no hice tal cosa.— le indicó a su trabajador que lo soltara.—aprovechando que Jim sigue aquí, ¿por qué no lo arrestas? Sigue siendo un peligro para todos— se burló —un genio criminal como él no debe andar libre.

—¡No! ¡No puedes hacer eso!— se quejó Ed, pero Jim sólo miraba al Pingüino fijamente.

—¿Hola? Tierra a Jim, ¿por qué me miras así?— se estaba poniendo nervioso.

—No puedo evitarlo, luces fascinante.

Oswald con ojos desorbitados, buscó compartir su desconcierto con Ed, alejándose ya que Jim avanzaba hacia él.

Edward en cambio, se interpuso ante Gordon —¿Qué pasa contigo? Fascinante se queda corto, es la perfección absoluta. ¡Y es mío!— lo empujó.

—¡No, yo lo vi primero!

Los hombres pelearon, sin dejar de halagarlo. Oswald exprimía su cerebro buscando la lógica en la situación.

—¡...me gusta todo de él! ¡Tú solo lo utilizas!—bramaba Ed.

—¡Él me deseaba mucho antes de conocerte!— objetó Jim.

—¡No lo mereces, eres un patán con él!

—¡Y tú estás demente! ¡Así no te quiere!

Oswald harto, los separó con trabajo. —¡Quietos! ¡¿Qué rayos están haciendo?!

Jim, lo tomó de las solapas, invadiendo su espacio personal —Tienes que decidir, a quien prefieres, Oswald.

Atónito, el Pingüino se quedó sin habla, en tanto Edward lo liberaba del agarre, acunándolo contra su pecho en un rápido movimiento. —Oswald, no lo niegues, sabes que tú y yo somos el uno para el otro. Te necesito— le confió acercándose a su boca, mientras él seguía paralizado.

Divisando al señor Penn asomándose por una esquina no dudó en hablarle —¡Rápido! ¡Diles a los guardias que vengan!— alcanzó a decir, perdiendo el equilibrio cuando Jim embistió contra Ed, tumbándolo en el piso.

El señor Penn, represó en cuestión de segundos, temeroso —Señor Cobblepot, ¡no sé qué pasó con los guardias pero no hay ninguno!

—¡¿Qué?! ¡Llama a Zsasz, a la policía, a quien sea! ¿Qué demonios voy a hacer?

—Tal vez... podría tener una velada más interesante, señor.

Oswald lo amenazaría correctamente, pero estaba demasiado ocupado, alejándose de los hombres atraídos por él. Cojeando de un lado a otro, en medio del ajetreo, nadie se dio cuenta del aroma a brandy que inundaba la habitación, ni de los hermosos lirios del estanque con los pétalos extendidos en todo su esplendor.

GOTHAM EN FICTOBERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora