El toque en la puerta alertó a Inuyasha y despertó nuevamente los nervios en Kagome. Al recostarla en el sofá, se aseguró de que ya su mejilla no estuviera roja menos hinchada y no lo estaba, pero su esposa había llorado mucho por lo cual sus ojos se apreciaban rojos y pequeños.Suspiró algo frustrado pero no dijo nada, ya vería la manera de deshacerse de quien fuera que los haya interrumpido. Se acomodó la bata y caminó hasta la puerta para abrir.
Frente a él se encontraba Sesshomaru y por su expresión era evidente que estaba molesto.
— ¿ Necesitas algo? - lo cuestionó con el ceño fruncido.
Sesshomaru, ignorando la pregunta entró y desvió su mirada hacia el frágil bulto femenino que yacía agazapada en el sofá. La joven morena intentó fingir una sonrisa pero no lo logró.
— Rin me llamó alterada ¿ Habéis discutido ?
— ¿ Porqué no te preocupas por tus asuntos, eh?
El peliplata menor se cruzó de brazos y en tono retador le pidió a su hermano que se marchara de su consultorio. Sesshomaru, erguido, mostrando su perfecto metro noventa, posó sus orbes doradas en Inuyasha y lo fulminó con la mirada.
— Me importa un comino si son " esposos" están en un lugar público ¡un puto hospital! Y no se te olvide que soy el jodido director. No voy a tolerar el que quieras imponer tu actitud cavernícola aqui,no aqui y en mi presencia.
— Como que Rin tiene la lengua demasiado larga, no crees.
El sarcasmo en las palabras de Inuyasha solo aumentaron su enojo.
— y a ti te faltan huevos para llenar los boxers que llevas puesto.
Inuyasha de inmediato adoptó una postura desafiante mas Sesshomaru no movió un solo milímetro de su cuerpo.
Kagome, perpleja veía a ambos hermanos deseosos de matarse allí mismo.
Sesshomaru siempre mantenía una expresión neutra en cualquier circunstancia. Su rostro era indescifrable, no se sabía si estaba molesto o sereno, relajado o con ganas de cortarle la cabeza a todo el mundo.
Un sutil arqueo de cejas, fue lo suficiente para que Kagome interpretara que si no intervenía, Inuyasha saldría volando de ese consultorio.
— Solo fue un mal entendido, no supe explicarle claramente la decisión que he tomado a Inuyasha y...
— ¿ No te cansas de justificar su maltrato? Creí que eras una chica mas inteligente Kagome.
— ¿ Maltrato ? — Inuyasha se mofa — ¿ De dónde diablos haz sacado eso? ¿ Yo maltrato a Kagome?
Kagome se quedó muda, perpleja. Asimilado lo que Sesshomaru había hablado, creía que nadie lo sabía, suponía que la extraña forma que usaba Inuyasha para demostrarle su amor, era algo que solo ambos compartían. Sin embargo no era así, su cuñado lo sabía.
— Estar al pendiente de el hospital por tantos años te ha atrofiado el cerebro hermanito — continúo burlándose Inuyasha.
— Cállate Inuyasha — bramó Sesshomaru — Cállate, porque si no lo haces en este preciso momento te arranco la cabeza.
— ¿ Porqué tu amenaza Sesshomaru?
Inuyasha comienza a sospechar, no es usual que su hermano se moleste tanto o que hayan motivos que lo saquen de quicio, no es tonto, allí hay algo y sabe qué es.
Mira a Kagome con los ojos entrecerrados y arroja la pregunta sin pensarlo.
— ¿Haz follado con él?
Tanto Kagome como Sesshomaru lo observan como si le hubiera salido otra cabeza. La morena no puede creer hasta donde es capaz de llegar la imaginación de su esposo, le duele, le duele que dude de su amor, de su lealtad, de su felicidad.
— ¿Te haz vuelto loco Inuyasha? ¿ Cómo demonios puedes pensar eso de mí? ¡ Es tu hermano!
— No des más explicaciones Kagome — le frena Sesshomaru mientras se acerca a Inuyasha. Lo toma de la bata con brusquedad y lo mira fijamente a los ojos — Si yo la hubiera follado como dices tú, te aseguro que jamás hubiera vuelto a tu lado...las diferencias son inefables.
Mostró una leve sonrisa y soltó a su medio hermano, se acomodó la bata y salió de el consultorio, dejando a Inuyasha echando chispa por todos los poros de su cuerpo y a Kagome implantada la duda.

ESTÁS LEYENDO
Tóxico (Terminado)
Fiksi PenggemarQuien ama no lastima y si lastima es porque no ama.