Tóxico (Terminado)

Epílogo

OCHO MESES DESPUÉS
NARRA KAGOME

Hoy, es el segundo día más importante en mi vida. Aún no me lo puedo creer. Soy tan feliz y afortunada...

La  vida supo darme la recompensa justa después de haber sufrido a manos de quién creí que realmente sería mi ángel en la oscuridad.

Me veo una vez más al espejo y no puedo evitar las ganas de llorar más no debo hacerlo, tengo que ser fuerte porque si arruino el esfuerzo de Sango, me matará.

Suspiro paulatinamente y luego tomo entre mis manos el pequeño ramo de rosas blancas. Es sencillo pero hermoso... Hoy es el día en que me uniré a Sesshomaru Taisho para siempre. 

Opté por una organización sencilla, detalles para nada ostentosos aunque mi futuro esposo quería lanzar la casa por la ventana, literalmente. Yo simplemente no acepté, el dolor de la pérdida de Inuyasha aún está latente en todos aquellos corazones que tuvieron la dicha de conocerlo.

Además de ser una novia feliz, también soy madre...Itachi Taisho Higurashi, es el bebé más hermoso que puede existir y no porque sea mi hijo, heredó todos los rasgos peculiares de su padre.

— Estás hermosa.

Me dice el señor Inu no sonriéndome cariñosamente. Me siento feliz, tranquila por verlo alegre y relajado. Las horas incontables de terapias psicológicas están dando sus frutos.

Me ofrece su brazo y yo lo rodeo con el mío. Salimos de la habitación y bajamos las escaleras hasta que llegamos al jardín trasero, lugar en el cual yo decidí celebrar mi unión.

Nos quedamos de pié bajo el umbral de la puerta corrediza y veo algunos de nuestros invitados; Miroku le habla al oído a Sango y ella sonríe divertida, Kohaku su hermano, observa detenidamente el perfil de Rin, ella lo nota y acaricia el rostro de su novio.

El doctor Bankotsu alza entre sus brazos al pequeño Hiru y Kikyo le hace gestos divertidos, Kouga conversa amenamente con Ayame... también está Kagura quien carga en su regazo a un hermoso bebé de largos cabellos negros y ojos dorados. Jakotsu en compañía de su primo Hiten y Yura, novia de Hiten, ven fijamente hacia el altar improvisado, en donde mi futuro esposo se encuentra de pié, firme y enfundado en un elegante traje negro.

                  (Sobre el vídeo: Léase como si fuesen las palabras de Sesshomaru hacia Kagome)

La marcha nupcial empieza a sonar y con un respiro hondo avanzamos hacia el frente. Recorremos el largo camino, pisando una alfombra roja llena de pétalos de rosas blancas.

Entre más cerca estoy de él, mi corazón palpita rápidamente, mis manos comienzan a sudar y siento un escalofrío que me recorre toda mi espina dorsal.

Mis piernas flaquean y siento perder el aliento cuando su mano toma la mía... Nos miramos fijamente por segundos, segundos que para mí fueron una eternidad.

Vemos hacia el frente, en donde el monje sonríe plácidamente. Escuchamos atentamente las palabras ceremoniales mientras nuestras manos se aferran con más fuerza la una a la otra.

— Yo... Sesshomaru Taisho, te acepto a ti, Kagome Higurashi, como mi esposa; para amarte, cuidarte y respetarte — Lo siento Sango por arruinar el maquillaje pero no puedo evitar llorar... Sesshomaru coloca en mi dedo anular la sortija de matrimonio  — prometo estar contigo en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en el dolor, en la abundancia y en la escasez... Hasta que la muerte nos separe.

¡Dios mío! No puedo parar de llorar. Sesshomaru me mira fijamente y sus ojos dorados me transmiten todo ese amor que lo inunda, que lo quebranta. Esto es como un sueño, un dulce sueño de el cual no quiero despertar nunca.

— Yo... Kagome Higurashi, te acepto a ti, Sesshomaru Taisho, como mi esposo; para amarte, cuidarte y respetarte — Él sonríe y sus ojos se cristalizan viendo cómo coloco la sortija de matrimonio en su dedo anular — prometo estar contigo en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en el dolor, en la abundancia y en la escasez... Hasta que la muerte nos separe.

— Lo que Kamisama unió, no lo separa el hombre... Puede besar a la novia.

Sesshomaru me toma del rostro con ambas manos y con la yemas de sus pulgares limpia mis lágrimas. Se acerca lentamente y besa mis labios... Nuetras bocas se unen en un beso tierno, cálido y lento... Un beso que me robó el alma...

Todos los invitados se ponen en pié y nos aplauden. Mi esposo me toma de la mano y me guía hasta nuestro hijo, quien se encuentra sonriente en brazos de Sango. Él lo coge y nos tomamos la primera foto familiar... FAMILIA TAISHO HIGURASHI.

El sol se oculta poco a poco, la bóveda celeste se ilumina con el resplandor de una hermosa luna llena y las estrellas la acompañan en su fulgor. 

Sesshomaru me baja la cremallera de el vestido lentamente y lo deja caer... Estoy expuesta, completamente desnuda frente a él.

Sus ojos dorados me miran fijamente, con una perfecta chispa de pasión, de lujuria y deseo. Puede sonar loco y para nada moral, pero he querido hacer el amor bajo la luz de la luna, teniéndola como único testigo de nuestra unión.

El aire frío de la noche, nos acaricia la piel con sutileza y nuestros cabellos bailan una danza cual sonido no puede ser escuchado... Sesshomaru acaricia lentamente con las yemas de sus dedos, la piel sensible de mi cuello, desciende hasta mis hombros y clavícula. Cierro mis ojos disfrutando de su cálido tacto.

— Serás mía para toda la eternidad.

Me susurra en el oído y luego me muerde el lóbulo. Mi cuerpo se eriza y un cosquilleo recorre cada célula de mi organismo. Su aliento  choca contra la piel sensible de mis pechos, los cuales acaricia con ambas manos. Mis pezones se endurecen y mi sexo palpita desenfrenadamente.

Me muerdo el labio inferior y lo sujeto de su cabellera plateada revuelta por el viento. Lentamente descendemos hasta quedar acostados sobre la fina tela blanca que nos mantiene cálidos. Se posa encima de mí y con una de sus rodillas separa mis muslos.

Siento el palpitar y la humedad de su miembro a unos cuantos centímetros de mi entrada. Me estremezco y gimo en cuanto sus labios succionan uno de mis pezones... Me penetra lento y profundo hasta el fondo y me siento completamente llena de él... Lo amo.

El vaivén lento me tortura y mis uñas se clavan en la carne de su espalda. Sus roncos gemidos me incitan a querer más, a desear más de él... Una eternidad no será suficiente para saciarme.

Nuestros cuerpos sudan... Los gemidos placenteros se unen con el viento y son llevados hasta el firmamento en donde aquella gloriosa luna nos observa y bendice nuestra unión... Arqueo mi espalda presa de placer y mis dedos se hunden en la hierba verde y húmeda por el rocío nocturno.

Su ritmo acelera a cada segundo. El éxtasis nos inunda y nos consume en un fuego eterno... Sus manos se entrelazan con las mías y en el momento exacto que nos arrojamos al mar de las sensaciones de la culminación de nuestra unión, sus afilados dientes se clavan en la carne de mi cuello y siento como su esencia recorre lentamente todo mi cuerpo.

— Mía por la eternidad.

Una estela violeta emana de nuestros cuerpos y nos cubre formando una burbuja.... Está hecho.

¿Y? ¿A poco no me dirán nada? 😭 No sean asiiii por lo menos quiero saber si les gustó... Sí logré un buen final.
¿Qué les pareció la historia?