9. El comienzo.

1.6K 125 48
                                    

El comienzo de esta historia fue el secuestro de un niño, ni con su casual enamoramiento de un hombre 20 años mayor. Ni siquiera comenzó con la decisión de Harry, Robin y Harry de rescatarlo.

No, el principio de esta historia se dio en el jardín de una escuela primaria, con un niño pelirrojo leyendo bajo su árbol favorito.

- ¿Hola? - Roy se atrevió a saludar por fin. Era su primer día en esa escuela, se acababa de volver a mudar. Unos minutos antes se intentó acercar a otro grupo de niños, pero ellos decidieron no juntarlo durante el recreo. Lo volvió a intentar con otra pandilla, con el mismo resultado. Decidió molesto que su única opción sería aquel chico extraño que estaba sólo bajo el árbol. Y ahora se arrepentía de haberse acercado, porque ese chico tenía ropa mucho más cuidada, se veía aseado y le miraba con un sentimiento que el identificaba cómo asco y odio.

- ¿Puedo ayudarte con algo? – Le preguntó, aun mirándole con esos ojos oscuros y llenos de confusión, cómo si no entendiera que le estaba hablando a él.

- Ehm, no, bueno, sí, sucede qué- comenzó a entrar en pánico. – Puedes seguir leyendo, ¡no quería molestarte! – Continuó apresuradamente, avergonzado y rojo hasta las orejas, intentó alejarse lo más rápido que pudiera, a pesar de que escuchó al otro tras de sí.

-Por favor, vuelve. –

Hizo caso omiso y se dispuso a salir de allí antes de terminar golpeado, pero una mano se aferró a su antebrazo y se lo impidió. Roy murmuro otra disculpa.

- ¿Qué dijiste? Lo lamento, no pude entenderte bien. -Su voz no sonaba molesta, parecía una pregunta sincera. Sólo por eso le contesto.

-Dije que lo siento, no quería molestarte. Puedes seguir leyendo ahora.

- ¿Pasa algo malo?

-No, solamente no quería que estuvieras allí solo. – Era mentira, por supuesto. Fue con él porque fue su única opción. A decir verdad, el chico era interesante.

- No hay problema, casi siempre estoy solo. No me molesta. – Estaba mintiendo y se le notaba, no era tan hábil cómo Roy en eso. Dijo lo primero que se le ocurrió. – Mi nombre es Harry.

-Soy Roy.

-Un gusto conocerte, Roy. – Harry le tendió la mano, cómo su padre le había enseñado, y Roy la estrechó vergonzosamente. - ¿Quisieras tal vez almorzar juntos?

Roy lo miró triste. No llevaba nada de comer consigo. Volvió a notar las diferencias entre ellos dos. Venían de lugares distintos, ese niño le importaba a alguien, a diferencia de él mismo. Harry le miró con una mueca.

- Está bien si no quieres. Sólo pensé qué-

No podía dejar que su nuevo amigo se fuera así. Tenía que explicarle que era lo que pasaba.

-Sí quiero. Lo que sucede es que no traigo nada de comer. – Le explicó Roy avergonzado.

- ¿Tus padres no te mandaron nada?

Roy no contestó, sólo miro fijamente las puntas rotas de sus zapatos.

-No pasa nada, yo traigo comida de sobra. ¡Vamos, Roy!

Harry le tomó de la mano y ambos se dirigieron hacia el árbol. Después de comer, se quedaron plácidamente dormidos.

Y así es cómo inició esta historia.

Amor Confuso (otra vez :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora