26. Al día siguiente.

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-Bueno, supongo que deberíamos ponernos en marcha. - dijo Robin inevitablemente, cuando se les acabaron las excusas para seguir allí.

Todos se notaban preocupados, cómo si se los estuviera llevando el viendo y no pudieran detener esa corriente. Lo mejor sería pretender que estaban bien, que no les molestaba. Eran adultos, podían superar esto, se dijeron.

-Sí, deberías. Buena suerte con todo, espero que estén bien.- Respondió Roy en una voz monótona mientras ataba su cabello.

-Sí, lo mismo digo. Cuídate, y llámanos si necesitas algo.- agregó Harry, intentando grabar todas sus facciones en su memoria.

-O si quieres hablar. O visitarnos. Incluso sí sólo quieres burlarse de Harry, eres bienvenido. - rápidamente continuó el otro. Hubo una pequeña risa incomoda- No dudes que vamos a estar cerca. Incluso podríamos salir algún día, ya saben, a comer o algo así...-

Había una sensación pesada dentro de ellos, algo se sentía muy mal.
-Bueno, deberíamos irnos. - declaró el pelirrojo.

-Sí, por supuesto.- Roy se arrodilló al lado de su hijo, y lo abrazó -Danny, por favor cuida de ellos. Sé valiente. Diviértete mucho y hazle caso a Robin ¿Okey?

Manny lo miró confundido.
- ¿Así que no vienes?- Le preguntó el niño preocupado. Roy miró a los demás, con una mirada triste.
-Bueno, no, no voy a ir, pero-
- ¿Por qué no? - Manny se volvió hacia ellos. - ¿Mi padre está castigado?
Los tomó por sorpresa su cara.
- ¿Qué? No, claro que no, es sólo que...-
- ¿Entonces por qué no puede venir? Robin, ustedes dos ya se llevan bien, ¿podemos llevarnos a mi padre también? ¡Si se queda aquí, se sentirá solo! - Gritó conmocionado, al borde del llanto. - Harry, ¿no quieres que venga?
- Sí Manny, pero...-Roy y Harry intentaron hablar con él, para explicarle que no podía venir, trataron de decir que habría visitas y llamadas, pero el maestro los interrumpió.

-Manny, creo que tienes razón. Estaría solo. Y es peligroso por aquí.-
-¡Exactamente! ¡Deberíamos llevarlo a casa! - contestó el niño, limpiándose la cara con la manga de su abrigo.
- Bueno, deberías preguntarle si él quiere.- sonrió el maestro.

Los otros dos los miraron, luego el uno al otro, y luego de vuelta a ellos.
- ¿En serio? - preguntaron al mismo tiempo.
- Sólo si ambos están de acuerdo. -
Manny se acercó a su padre, y le preguntó tan feliz:
- ¿Quieres vivir con nosotros?
Roy lo miró, lágrimas en los ojos.
- Sí, por supuesto que quiero. -
-Chicos, tenemos que irnos, vamos a perder el tren. -Los apresuró Harry. - Roy, tu maleta ya está lista, la deje en la cocina...y yo -todos se le quedaron viendo-sí, bueno ¡deberíamos irnos! - agregó rapidamente, sin querer entrar en detalles.-
Roy entró por su maleta, y el profesor se acercó a Harry, qué obviamente intentaba eludir su mirada.
-Preparar su maleta...muy discreto.-
-Oh, guarda silencio. - Le imploró.
Roy salió de la casa y cerró con llave antes de irse.
- ¿Entonces, nos vamos?

-¡Sí, vamos! - Manny tomó su mochila y dió el primer paso en la acera.Todos empezaron a caminar, Manny iba de las manos de Robin y Roy, Harry a su lado. Listos para comenzar una nueva aventura con esta nueva gran familia.

Amor Confuso (otra vez :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora