24. Drama.

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-Bueno, lo logramos. - dijo finalmente Robin, abrazando con un brazo a cada uno. -Ahora podemos hacer lo que queramos. Roy rio, permitiéndose pensar en un futuro en el que no estarían fuera de su vida. Un futuro en el que podría seguir viendo a su hijo y a sus (nuevos y viejos) amigos. Podría visitarlos de vez en cuando. Ya había decidido que iba a dejar su trabajo actual para volver al entretenimiento. Tal vez podría pedirle a Harry una colaboración cómo guionista. Incluso podría incluir al maestro, que le había confesado que de joven había querido ser actor.

Al fin tenía libertad de hacer planes en grupo, sin sentir la terrible presión que normalmente lo acompañaba.

Robin tenía en mente sus propios planes. Seguramente tendrían que mudarse ahora que Tony conocía su ubicación, probablemente podrían conseguir una casa en la ciudad, más cerca de Roy. Le molestaba un poco admitir que había comenzado a preocuparse por él, a pesar de que fuera un idiota y dijera tantas maldiciones. No quería sacarlo de su vida así cómo así. "Además, Manny necesita a su padre".

Harry estaba en silencio, con una mirada seria, quería alejarse de ese lugar. No soportaba ver a los otros a la cara. ¿Qué iba a hacer, quejarse de Roy con su maestro? No podía, porque ahora eran amigos. Ya sabía cómo era Robin con sus amigos, negaría que Roy había hecho algo mal.

Al contrario de lo que pensaba, su molestia no estaba pasando desapercibida, porque Robin se levantó de la banca dónde los cuatro se encontraban sentados y anunció que iba a llevar a Manny a disfrutar de los juegos del parque, porque no lo quería dejar ir sólo.

-Además, creo que ustedes dos tienen algo de lo que hablar. Intenten no romper nada mientras no estoy. - A pesar de ser sólo dos años mayor, le gustaba saber que tenía cierta autoridad, después de todo, había conseguido graduarse antes y conseguir un empleo mucho antes que sus contrapartes. - ¡Diviértanse!

Roy los despidió riendo y se volvió para mirar a su amigo con una sonrisa, pero le sorprendió encontrarlo con una mueca, ignorándolo por completo, jugando en su celular.

- ¿Estás bien?

Harry le dirigió una mirada antes de volver a concentrarse en su juego.

-Claro, estoy bien. No me abrieron la garganta con un cuchillo gracias a ti.

-Ehm, normalmente algo así se diría agradecido. - Roy tomó un respiro, intentando mantenerse amable, porque su amigo siempre era bueno con él. Esta era la tercera vez en su vida que le hablaba así, y las primeras dos no eran recuerdos agradables. - ¿Estás seguro de que todo está bien?

-Oh, por supuesto, no tienes que preocuparte por eso. No fui yo el que casi se quedó a vivir con un psicópata sin razón alguna. - le espetó el pelirrojo. - Y no soy yo el que tiene moretones en los brazos después de pasar 5 minutos en la misma habitación que él. No, yo estoy bien, gracias por preguntar.

-Rojo, no te entiendo, ¿estás molesto por qué los rescate? Porque en ese caso, te pido disculpas. Si quieres ve y regresa a Manny a esa casa, puedes poner la navaja sobre tu cuello ya que estés allí.

-Oh, no, no hay necesidad, tú valiente rescate ya nos salvó a todos. A costa tuya. Pensé que teníamos un plan, que ya no íbamos a guardar secretos, pero al parecer sólo quieres hacer las cosas por tu cuenta.

Roy intentó disculparse, sabía que podía explicarlo lógicamente.

-No era mi intención. Te prometo que ese no era mi plan. Robin y yo queríamos estar seguros de qu-

- ¿¡Robin sabía de esto!?

"Mierda, ¡no debía decir eso!"

-Bueno, sí, pero sólo porque si te contaba a ti, no me habrías dejado acompañarlos. Sé cómo te pones, Roj-

- ¡Deja de llamarme así!

- Robin te llama así todo el tiempo, ¿Porque yo-?

-Claro, él puede llamarme así, porque no me guarda secretos ni se intenta escabullir en los brazos de un secuestrador. Aunque ahora que lo pienso, sí ayuda a otros a hacerlo. - Harry se levantó y comenzó a caminar hacia el lugar dónde estaban los otros.

"No, no, no. No es su culpa. ¡No te enojes con él por mi culpa!" Roy comenzó a preocuparse demasiado. No quería pasar por esto otra vez.

-No es lo que parece, ¡el no tuvo la idea! - lo detuvo. - Y no quería ayudarme, sólo pensábamos entregarme si no había ninguna otra manera. Roj- Se calló a media palabra, viendo el enojo en los ojos del otro. - Harry, tenía que hacerlo. De lo contrario no estaríamos aquí, ninguno de nosotros habría salido de allí.

- ¿Y qué pensaste? ¿Que eran mejores tres personas a salvo? - Se burló.

- ¡Sí! Claro que sí. Yo podía soportarlo, habría podido salir algún día.

Harry realmente no podía comprenderlo, ¿cómo se atrevía?

-Roy, ¿Qué pensaste que íbamos a hacer si te entregabas? ¿Creíste que te íbamos a dejar allí, para que te las arreglaras cómo pudieras?

-Bueno, no dudaste en hacerlo antes, ¿por qué iba a ser diferente esta vez?

"¿Qué no lo entiendes?"

Harry ya no podía soportarlo. Sentía un hueco en el estómago sólo de pensar en que algo malo podía haberle ocurrido a su amigo. Pero Roy tenía razón, ya lo habían abandonado antes, lo dejó sin amigos cuando escapo de su hogar, había regresado luego, pero en lugar de arreglar las cosas, había tomado a Manny y se había marchado con otra persona. Roy no tenía motivos para creerle, para pensar que le importaba. ¿Por qué nunca se había dado cuenta?

Harry retrocedió hasta estar a menos de dos pasos de su amigo.

-Nunca voy a volver a dejarte, ¿está bien? Tal vez no podamos estar todo el tiempo juntos, pero no voy a volver a abandonarte. Aunque vivamos en casas separadas, voy a estar aquí. Y si tienes problemas de dinero, o necesitas ayuda con algo, o si sólo quieres hablar con alguien, voy a estar cerca, ¿de acuerdo? - Atrapó a Roy en un abrazo y no quería dejarlo ir. Ya se había acostumbrado a tenerlo cerca. - Espero que me disculpes, por todas las veces que necesitaste a alguien y yo no estuve allí. No quiero perderte, Roy... -

Roy lo miró, intentando ocultar sus lágrimas, pero sonriendo. "Soy un estúpido," se dijo, "Un sólo abrazo y vuelvo a estar así."

-No es justo. Sólo porque te disculpes yo no debería sentirme así. Esto es tú culpa. - le dijo a su amigo, abrazándolo también- No mereces que te perdone. No mereces que me sienta así por ti. - concluyó, aunque sabía que no tenía escapatoria. Amaba a Harry y ya le había perdonado todo. Quería estar con él, sin importar que tan complicado pudiera ponerse el asunto.

-Lo sé. Lo lamento. - Contestó Harry riendo y abrazándolo más fuerte. - ¿Quieres ir con los otros?

Roy ocultó su cabeza en sus brazos, apenado.

-Quedémonos aquí un poco más. Extrañaba tus abrazos.

- ¿Ah sí? Tengo una foto muy divertida que mostrarte al respecto. No soy el único al que has abrazado últimamente. – Le dijo mientras sacaba su celular.

No hace falta decir que Roy estaba rojo hasta las orejas cuando finalmente llegaron con los otros.

Amor Confuso (otra vez :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora