Al día siguiente del rescate, todos estaban cansados. Se quedaron juntos en la cama de la casa de Roy, asegurándose de que el niño tuviera suficiente espacio.Harry despertó temprano por costumbre y se levantó de la cama, sólo para ver a los otros dos acurrucados, la mano de Robin acomodada sobre los mechones azules del niño.
Se recordó a sí mismo que no debía hacerse tantas esperanzas, porque todo volvería a la normalidad al día siguiente, se mudarían a una nueva casa y dejarían a Roy atrás de nuevo, sin importar su opinión al respecto.
Su mejor idea para lidiar con eso fue caminar por la casa, buscando algo que pudiera calmarlo. Cualquier cosa, preferiblemente un libro, para que pudiera dejar de pensar en la situación. Al final encontró algo, dentro de una carpeta en la habitación de invitados, un sobre abierto con varias fotos en el interior.
Comenzó a ojearlas, y para su sorpresa, aparecía en casi todas ellas. La primera había sido tomada en uno de sus últimos cumpleaños en su casa, tenía una cara alocada y la mitad de su cabello en la cara llena de glaseado de pastel mientras Roy se reía a su lado. Miró las demás: Él, leyendo en la biblioteca de la escuela, con Roy sosteniendo la cámara.Él de nuevo, esta vez en traje de baño, cayendo a la piscina justo cuando se tomó la foto.
Había más, ahora de él y Robin en el parque, el día que conocieron a Manny. Otra del mismo día, con Robin y Manny deslizándose en uno de los juegos, la cara de terror de Robin lo hizo reír inocentemente.
Las últimas tres fotos no eran de él. Eran fotos de Manny; como de dos años, jugando con un peluche. Luego, a los tres años de edad, su rostro cubierto de comida para bebés, mientras que la mano de Roy intentaba limpiarlo.
La última fue tomada en una cama. Roy sostenía la cámara mientras abrazaba al niño que dormía en sus brazos.
Harry se quedó allí, viendo las fotos, hasta que llegó el amanecer y los rayos del sol se apoderaron de la habitación. Volvió a poner las fotos en el sobre, y trató de cerrarlo, sólo para darse cuenta de que tenía su nombre escrito en él papel amarillento, seguido por la dirección de su último apartamento, donde solía vivir con Robin hasta que tenían a su hijo. La carta probablemente fue devuelta cuando notaron que nadie vivía allí. Dejó el sobre donde lo había encontrado y se dirigió abajo, tratando de no despertar a los demás mientras se dirigía a la cocina, dónde encontró algunos trozos de pizza fría, pero pensó que lo mejor sería preparar un desayuno adecuado. Podría ir a la tienda y conseguir ingredientes, sin que nadie se diera cuenta. ¡Sería una sorpresa!
Entrando en la sala de estar, vio a sus dos amigos hablando en el sofá.
-Oye Harry, ¿adónde vas? -Robin preguntó al verlo avanzar hasta la puerta."Bueno, allí va el desayuno sorpresa."
- No vas a ser secuestrado, ¿verdad? - Bromeó Roy.
-Bueno, voy a tratar de no hacerlo -Revisó los sillones, notando que hacía falta alguien y sintiendo un pánico momentáneo, sensación que probablemente le iba a durar el resto de su vida- ¿Dónde está Manny?
-Todavía durmiendo, no lo despiertes. - le contestaron, casi en sincronía. Se miraron, sorprendidos, pero esta vez sólo rieron.
Todo era muy raro en estos momentos para el pelirrojo.-Ooookey, bueno, voy a la tienda, nos vemos. - Dijo, abriendo la puerta.
- ¡No, espera Harry! - se apresuró Roy.
- ¡Se suponía que lo dejarías salir así! - dijo el otro, riendo en el sofá.
- ¿Qué sucede? - "¿De qué demonios hablan?"
- ¡Tenemos que decírselo Robin!- Insistió Roy.
Robin lo miró y se rindió.
-Vaya Roy, eres menos problemático de lo que pareces.-
-Y tú eres más divertido de lo que pensé.- respondió Roy, regresando su atención a Harry otra vez. - Hombre, los pantalones que llevas tienen un gran agujero en....--Bonitos boxeadores por cierto, combinan con tu encantadora personalidad. -Lo interrumpió el otro. Harry se intentó tapar, sin poder evitar la risa. - Además, tú cabello es un desastre. - lo regañó su profesor, pasando un brazo sobre los hombros de Roy. Ambos continuaron riendo, dándole una extraña sensación en la boca del estómago. "Tal vez, sólo tal vez, podemos quedarnos así."
- Vamos Rojo, ¡hagamos el desayuno! - Dijo Roy mientras se dirigía a la cocina.
-Sí, apresúrate Harry, me muero de hambre. - Robin lo siguió, dejándolo sólo y perplejo en la sala.
"¿Cuándo sucedió esto?"Al entrar en la cocina, encontró a sus amigos riendo de alguna cosa, cerca el uno del otro, luciendo muy cómodos en su compañía, hasta que se quedaron atascados momentáneamente entre la mesa y la barra. Se dio cuenta de cómo ambos se enrojecieron y se alejaron rápidamente. La extraña comodidad se quedó en el ambiente el resto del día. Ninguno de ellos hizo mucho para evitarlo, porque en el fondo deseaban poder continuar así. Roy tomo nota de la familiaridad que había entre ellos tres ahora, pero no quería acostumbrarse. Era una terrible idea, ahora que sabía que los tenía que dejar ir. Bueno, por lo menos había hecho las paces con su amigo, y había conseguido uno nuevo. Aunque no pudieran estar en compañía, por lo menos habían quedado en buenos términos.
Todos e fueron a dormir temprano, quedando en un limbo, sin saber muy bien cómo iban a afrontar el día siguiente y sin querer despertar en otro lugar, estando separados.
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Hello!!
Bueno, sólo faltan dos cápitulos más, así que les mandare todos los saludos que pueda antes de publicar los otros!!
Bueno, iré a terminar.
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Amor Confuso (otra vez :)
FanfictionWhen la historia que sólo habían leído tus dos amigos de wattpad se vuelve popular pero olvidaste la contraseña de tu cuenta.... Aquí esta la historia republicada y la continuación :") Está toda mal escrita, no se enojen.