Robin se levantó de la cama y le ofreció su mano al otro hombre.
- Deberíamos bajar, probablemente la comida ya está lista. -
Roy se puso de pie en silencio y lo siguió por las escaleras hasta llegar al comedor, donde Harry terminaba de servir tres platos de pasta.
Los tres se sentaron, pero Harry notó que sus amigos se dirigían miradas extrañas. Ambos tenían los ojos enrojecidos, y los lentes de Robin estaban empañados. Roy intentó tomar un bocado, pero se quedó viendo su plato y comenzó a sollozar.
"Demonios, contrólate. No es para tanto"
Harry rápidamente camino hacia el y lo abrazó.
- ¿Qué sucede? Roy, por favor habla con nosotros. -
-No es nada, yo solamente- un sollozo lo cortó a media frase y más lagrimas azotaron sus ojos. No podía detenerlas. Y ahora menos, porque tenía a su mejor amigo con sus brazos alrededor de él y a Robin viéndolos con preocupación. Malditos eran ese par de personas amables y cariñosas. - No pasa nada, sólo qué...-
-Es su comida favorita. - lo ayudó el maestro.
-Sí, es su comida favorita. Lo fue desde que llegó aquí. -
-¿Desde qué llegó? ¿A qué te refieres? - le cuestionó Robin.
-Harry, ¿no le dijiste nada? -
- Rojo, ¿qué demonios no me dijiste? -
Pero Roy se encargó de contestar eso. -
-Robin, creo que deberías saberlo. Lo encontré junto al buzón hace varios años. Era un día muy frió, había llegado la primera nevada. Salí a recoger la nieve de mi entrada y allí estaba. No se veía muy mal, estaba acurrucado en sus mantas, parecía que lo acababan de dejar.
- ¿Manny? ¿Nuestro Manny? Debió haber sido un error, ¿quién abandonaría a un bebé en la nieve? -
-Eso pensé yo, pero no había nadie cerca. la calle estaba vacia y el bebé empezó a llorar y ya no supe que hacer. Corrí a mi casa, lo arrope en todas las cobijas que pude encontrar y me dedique a vigilar por la ventana, en caso de que alguien llegara.
- ¿Y?
-No llegó nadie en todo el día. Ni en toda la noche. Ni al día siguiente.
-Así que te lo quedaste. - Terminó Harry.
-Bueno, no sé que querías que hiciera. He visto cómo tratan a los niños en los orfanatos. Yo mismo fui un asilado por un tiempo, no podía dejar que le pasara lo mismo. -
- ¿Y qué hiciste entonces? - Robin siempre estaba hambriento por nuevas historias, pero se encontraba horrorizado al saber que todo esto había pasado sin qué el se enterara. ¿Qué habría hecho él en el lugar del otro?
-Para empezar, entré en pánico. Espere a qué el bebé se quedara dormido y salí corriendo a una tienda. Le pregunte a una chica qué comían los bebés. Me gasté la mayor parte de mi sueldo de ese mes en comida para bebés. Y luego estuve en internet por una media hora buscando tips para padres primerizos. Para mi suerte, Danny no lloraba mucho y se veía relativamente sano.
- ¿Danny? -
- Así lo llamé. Danniel, cómo mi padre. Fue lo mejor que se me ocurrió en ese momento, estaba demasiado ocupado intentando que no muriera a mi cargo. Tuve que pedir adelantos de mi sueldo, porque no tenía ningún permiso de paternidad. Lo primero que le dí de comer fue espagueti con albóndigas, y pareció que le encantaba. Sobrevivimos así por unos seis meses, y según las páginas de internet, el bebé debía de tener aproximadamente dos años. Ya intentaba comer por si mismo, conseguí tomarle una foto cuando dió sus primeros pasos. Pasaron otros seis meses. Y otros seis. Me había acostumbrado a llevarlo conmigo al trabajo, a hacer las compras. Un día lo llevé al parque, y lo deje caminar por si sólo en el castillo. Ese mes había sido terrible, me acababan de recortar el sueldo y habíamos estado comiendo muy poco. Para mi suerte, los ingredientes de la pasta eran muy baratos, así que básicamente esa era nuestra dieta. Intentaba no perseguirlo demasiado y dejar que jugara sólo, porque no quería malcriarlo, pero una persona me regañó y dijo que esa sección era para niños un poco mayores y que tendría que cuidarlo mejor. Su acompañante sonrió y tomó en sus brazos a mi niño, comentando lo lindo que era, y que le recordaba a su mejor amigo de la infancia.
- Ay no. - Harry se dió la vuelta, intentando no hacer contacto visual con los otros.
- Ay sí. "Mira sus ojitos. ¡¡Y su cabello, es tan pequeño!!" decía ese tipo pelirrojo - Roy rió y se acomodó en su silla. - "No puedes llevártelo, ni lo intentes, Rojo" le reprochaba el otro, aunque también se veía que le agradaba.
- Pero ustedes se fueron. Te lo llevaste de la nada, y prácticamente saliste corriendo. - agregó Harry.
-Ajá, y luego tú me tuviste dando vueltas por toda la ciudad porque pensabas que se parecía demasiado a tu amigo como para ser verdad. -
- ¿Por eso me los encontraba en todos lados?
- ¿Creíste que era coincidencia? Harry me obligó a acercarme contigo y sacarte platica, porque seguramente no me reconocerías. -
- Claro, porque hay más personas que usan saco en pleno verano y llevan anteojos redondos. -
- ¡Eso le dije yo! Pero claro, un día me arrastró hasta el parque porque tenía un asunto urgente.
- Cuando me preguntaste si estaba bien, si necesitaba ayuda. - corroboró Roy. - Y si la necesitaba, porque ya no podía mantenernos a los dos juntos.
- Harry dijo que tenía que hablar con alguien, y volvió con un niño en sus brazos. -
- ¿Es enserio? - Roy estalló en carcajadas. - ¿No te explicó nada? Harry, definitivamente abusas de tu pobre maestro, no sé que haríamos sin él.
- Bueno, esa es la historia. Ustedes tres se mudaron lejos de aquí. Yo conseguí un nuevo trabajo. Llevábamos una vida normal. –
Harry notó que los tres estaban sentados más cerca de lo normal, hablando a susurros, cómo si su historia fuera un tesoro que se fuera a escapar si lo contaban en voz alta. Roy y Robin estaban bromeando sobre algo, pero no entendió muy bien qué. Por un momento, olvidó que tenían problemas. Casi pudo convencerse de que Manny estaba durmiendo en la otra habitación, y que todo estaba bien, aunque no fuera así. Fue su maestro el que los devolvió a la realidad.
-Pero Manny...¿Danny? Bueno, nuestro niño fue raptado. Por eso estamos aquí, tenemos que pensar en una manera de encontrarlo, lo más pronto posible.
Los otros dos asintieron, listos para ponerse en acción.
En ese momento, escucharon el timbre sonando. Harry fue hasta la puerta, pero no había nadie allí ni en la calle. Sin embargo, cuando cerró la puerta encontró un sobre a sus pies. Estaba dirigido a Roy y tenía la misma caligrafía que las otras cartas.
------------------------------------
Les juro que lo único que quiero es que todos sean felices. Probablemente voy a cancelar el cápitulo de Paige, por otro lado, he estado escribiendo mucho, así que pueden esperar actualizaciones diarias.
Los saludos van para:
Y.... Saludos muy especiales para joubon, por votar por este capitulo, espero haber cumplido con tus expectativas!!!
Eso es todo por hoy, tengo que publicar esto antes de que acabe el día, los amo, byes!!
Atte: La Autora.
ESTÁS LEYENDO
Amor Confuso (otra vez :)
FanfictionWhen la historia que sólo habían leído tus dos amigos de wattpad se vuelve popular pero olvidaste la contraseña de tu cuenta.... Aquí esta la historia republicada y la continuación :") Está toda mal escrita, no se enojen.