Amor Confuso (otra vez :)

Extra #1: Novios.

Nota rápida antes de que empiece el episodio, es la primera vez que escribo smut, así que espero que no me maten por no saber escribirlo correctamente, hice mi mejor esfuerzo. Si alguien quiere saltarse esa parte, les deje dos notitas de cuando comienza y cuando acaba, para que no tengan que saltarse todo el capítulo. Sin más, espero que les guste.

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Robin y Harry llevaban viviendo juntos por un tiempo. Harry finalmente había terminado la preparatoria, y había sido aceptado en la misma universidad en la que su amigo daba clases. Robin era bastante amable, y lo ayudaba con las clases, pero había un problema.

- Ya sé que es un cliché, y ya sé que es mal visto, pero la única explicación es esta. - Le explicaba el alumno al hombre de cabello oscuro, casi verde. -Te amo.-

-No, no me amas, te gusta lo nuevo, y yo soy algo nuevo en tu vida. - Lo corrigió su maestro sin levantar la mirada de los trabajos que estaba corrigiendo. - Te lo he dicho antes, no pienso ser novio de un niño, y mucho menos de uno mis alumnos.-

Harry lo miró indignado desde la puerta de la oficina. Era la tercera vez que se le declaraba, pero el otro seguía sin escucharlo.

-Eres dos años mayor, y llevo menos de un semestre siendo tu alumno, así que esas no son excusas. - No era justo. Robin no podía seguir ignorándolo así por siempre, ¿o sí?

Pronto una idea le vino a la mente. Se acercó al hombre, y cuidadosamente se acomodó sobre él, esperando obtener alguna reacción.

-Harry, tengo trabajo, por favor bájate de mis piernas. - le pidió amablemente Robin mientras cambiaba de pluma. - Puedes declararte cuando acabe.-

- ¿y me vas a decir que sí?-

-No.-

-Entonces no me voy. No puedes tratarme así. - Harry lo miró dolido, pero no iba a dejar que las lagrimas le arruinaran esto. Tomó la barbilla de Robin y lo obligó a mirarlo a los ojos. - Sé que te gusto. No intentes negarlo.-

-No tengo idea de qué hablas. Y no creo que esto sea necesario.- contestó Robin, procurando mantener la calma.

-No mientas. Te sonrojas cada vez que nos vemos en la escuela. Siempre que nos quedamos dormidos en el sillón me abrazas, y por si fuera poco, ¡Me preparaste el desayuno el 14 de febrero!-

-¿Sí sabes que también es el día de la amistad, verdad?-

- ¡¿Por qué no lo admites?! Sí yo te gusto, y tú me gustas, ¿Por qué no quieres que seamos algo más? ¿Acaso...acaso yo hice algo mal? - Harry lo miraba con furia, quitándose de encima y sentándose en el escritorio. -¡Contéstame!-

Robin se levantó de su asiento y se paró junto a él, atrapándolo contra el escritorio y la pared. Su alumno ya era más alto qué él, pero no le importaba.

- Aún eres joven, necesitas ver el mundo, hacer amigos, conocer alguien de quién valga la pena enamorarte... No quiero que te conformes con un maestro amargado cómo yo.-

- ¡Tú eres con quién quiero estar! Tú, con tus tontos lentes, y tus sacos aburridos, y tú estúpida sonrisa cuando doy la respuesta correcta en clase.-

-¿Se supone que me estás halagando o...?-

-Sólo te quiero a ti. - Se quedaron en silencio por un momento más. - No quiero a nadie más.-

-¿Estás seguro?- Harry asintió ferozmente.-Es tú última oportunidad de arrepentirte, ¿en serio quieres esto?-

- No podría arrepentirme de algo así.-