10. Preguntas.

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-¿Así que lo perdieron?- Preguntó Roy

Robin comenzaba a fastidiarse de este tipo.

-Tú te lo llevaste. Vimos tu auto, no intentes pasarte de listo. - 

-Yo...yo no tengo auto. Apenas puedo rentar este lugar. -

-Oh claro, y la nota que encontramos no la escribiste tú. -

-¿Cuál nota? -

Robin finalmente se levantó de su asiento. 

-Harry, no sirve de nada intentar sacarle respuestas. Lo mejor será ir con la policía y seguir buscando. - 

-No, esperen. Si algo le pasó quiero saberlo. ¡Quiero ayudar!

-No creo que puedas ayudarnos. - Harry admitió derrotado.

Se levantó de su silla y miró a su antiguo compañero una ultima vez. Sacó un pedazo de papel de su bolsillo y lo releyó por milésima vez ese día, pero algo no cuadraba.

Esa no era la letra de Roy. 

Y afuera no había ningún auto estacionado frente a la casa. 

Un rayo de esperanza lo invadió, pero otros pensamientos se arremolinaron sobre el. Si Roy no tenía auto ni había escrito la nota, significaba que el no se lo había llevado, tal vez aún tenía una oportunidad de redimirse y...

No, no debería pensar en eso. Si Roy no lo tenía, ahora estaban mucho más perdidos que antes, no les quedaba ninguna pista que seguir. Sé quedó pensando un momento antes de tocar el timbre. Roy abrió la puerta y se acercó a él con cautela.

 -Harry, déjame ayudarlos. Si Manny está en peligro quiero encontrarlo. -

Robin lo miró, seguro de que no iba a caer tan fácil. Continuó caminando hasta que se dió cuenta de que Harry no estaba con él, sino esperándole junto a la puerta.

-Creo que aún tenemos cosas de que hablar con él, Robin. - 

Si no hubiera sido tan educado, Robin le habría gritado hasta hacerlo entrar en razón. En lugar de eso, volvió a entrar en la casa junto a los otros.


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Amor Confuso (otra vez :)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora