Madre 1

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AÑO 2015

—Te has quedado embarazada de mi hijo, ¡te has quedado embarazada, imbécil! —exclamó.

Lali miraba a la mujer muy asustada. Llevaba años trabajando en aquella mansión como chica de la limpieza. Siempre había sido una empleada ejemplar, muy eficiente, pero, había surgido algo con el tercer hijo de la señora de la casa. Después de una relación de casi cuatro años, se había quedado embarazada de él. Se había quedado embarazada por error, pero amaba al papá de su bebé con toda su vida. Igual que él la amaba a ella.

—No quería quedarme embarazada —respondió Lali con un nudo en la garganta—. No estábamos buscando un bebé. Se lo aseguro... Pero, ahora que estoy embarazada, pienso tenerlo.

La mujer la miró furiosa:

—Si querés tener a ese bebé, por favor, que sea fuera de esta casa. Acá no te vas a quedar.

—Estoy embarazada de su nieto.

—¿Y? Para mí esa cosa no es mi nieto.

Lali negó con la cabeza y tragó saliva:

—No tiene corazón. Me va a dejar en la calle con un bebé... Si P...

—Callate —la interrumpió—. No quiero que nadie en esta casa sepa. Andate, andate ya... ¿Cuánto querés para mantener esa boquita cerrada?

—No voy a dejar que me dé dinero.

—Entonces andate, sin dinero, pero andate.

—Algún día me vengaré de todo lo que está haciendo. Sé que tiene mucho poder, y se vale de eso para hacer daño a los demás. Pero el día que volvamos a vernos, me vengaré, le juro que me vengaré.

—Sí claro, ahora marchate. Y no vuelvas por aquí, porque llamaré a la policía acusándote de haber robado, ¿de acuerdo? Y te recuerdo, como vos ya sabés, tengo mucho poder.

—Sí lo sé. Ojalá la pasen todas las cosas malas que usted me está haciendo a mí. Yo me voy, me voy con mi bebé. No voy a molestar más acá, ni a usted, ni a su marido, ni a sus hijos, ni al resto de trabajadores.

Lali salió con sus pocas pertenencias y dando un portazo de la enorme mansión. Se sentó en la calle. No tenía a nadie para pedir ayuda. Se había quedado huérfana con siete años. Había pasado de familia de acogida en familia de acogida, así hasta que había cumplido dieciocho años, y entonces, una de las últimas familias de acogida en la que había estado, había hablado con Claudia de Lanzani para que la contratara. Y así había terminado trabajando en aquella gran mansión.

Él la había prometido un mundo mejor. Había sido su primer beso, su primer novio y su primera vez. Pero se había ido a hacer la residencia de medicina a una de las mejores universidades de los Estados Unidos, y justo después, Lali se había enterado de que estaba embarazada.

Comenzó a caminar avenida arriba, hablándole a su bebé:

—Ya sé que papá no va a poder estar con nosotros, pero te prometo, que algún día lo encontraremos. Lo encontraremos mi amor —dijo, mientras una lágrima caía por su mejilla—. Papá seguro que te va a amar, es muy bueno. Nos prometería un mundo mejor, pero él no está acá para decírnoslo, no tengo su número, no tengo su dirección... Todo esto es un desastre, pero sos un regalo que me ha dado la vida, mi amor —se tapó la cara, intentando calmarse, y cuando pudo conseguirlo, se acarició la panza y con voz apagada dijo—: Yo te prometo un mundo mejor.

-...-

AÑO 2019

PETER:

MADRE (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora