Madre 32

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LALI:

    Después de la función de Allegra nos fuimos directa entre para casa. En un principio, habíamos pensado llevar a Alle a comer a algún restaurante, pero con todo lo de Claudia habíamos pasado un tan mal momento que ni siquiera teníamos ganas de ir a disfrutar con la nena.

    —¿Qué te pasa mamá? —me preguntó mi hija nada más llegar a casa, mientras dejaba la mochila con las notas y sus cosas de la función encima del sillón que teníamos en la entrada—. Estás triste.

    —No te preocupes mi amor —respondí intentando sonreír—. Son solo cosas de grandes.

    —Siempre dicen que todo son cosas de grandes como si yo nunca entendiera nada —Allegra suspiró algo enojada—. Es como si fuera tonta.

    —No sos tonta mi amor —la dije haciéndola un mimo en la cabeza.

    Pero ella volvió a suspirar y se fue directamente a su cuarto sin decirme ni una sola palabra más. Fue en ese momento cuando Peter entró en casa. Se había quedado fuera revisando un problema del auto, pero ya había vuelto.

    —Mañana lo llevaré al taller —me dijo—. ¿Y Alle?

    —Se ha enojado conmigo porque no he querido contarla lo que me pasa —respondí—. Pero no quiero que se entere de lo que ha pasado con su abuela... bueno, con esa Claudia porque no se merece que la llame abuela.

    —Voy a hablar con ella... Y además, tenemos que contarle lo del hermanito —me dijo Peter tragando saliva—. Quiero que lo sepa. Me dijiste que se iba a poner muy feliz.

    —Y sí, seguro que sí —sonreír un poco a pesar de estar un poco disgustada por lo que acababa de pasar—. Pero si querés, podemos decirle el día de Navidad, para darla una mayor sorpresa.

    —Me parece bien —Peter sonrió—. Y ahora voy a hablar con ella.

    Asentí con la cabeza y fui hasta la cocina. En ese momento sonó mi celular. Atendí:

    —Hola —dije sentándome en la silla de la cocina.

    —Hola cariño —era mi vieja, Majo.  la hubiera encantado venir a la función de Navidad de Allegra, pero su trabajo en la floristería se lo había impedido. Era una época en la que se vendían muchas flores, y se ganaba plata. Por eso, se había disculpado mil veces y nos había dicho que la grabáramos el vídeo de la actuación para que al menos viera a su nieta en una grabación—. ¿Qué tal ha salido todo?

    —Bien, la nena ha estado espectacular. Te lo he grabado todo para que puedas verlo —respondí.

    —Me alegro mucho cariño. ¿Todos bien entonces? —me preguntó.

    —No del todo —suspiré. No José había todos los problemas que había tenido con Claudia, era mi madre, y necesitaba contárselo—. Claudia apareció en la función de la nena y me puso de muy mal humor. Peter y yo sospechamos que de una forma u otra nos va a hacer algo malo...

    —No te preocupes cielo, antes de que pueda decir algo malo, la mato. Ya bastante te hizo con lo del embarazo de Allegra, nunca más va a volver a meterse con vos porque ahora yo estoy acá para defenderte. Así que si no que termina en el cementerio, lo mejor va ser que no te toque ni un pelo —dijo mi mamá con seriedad—. ¿Ha dicho algo concreto?

    —En realidad no. quería ver la actuación de alegra, pero Peter y yo... No queríamos que estuviera allí. Allegra ni siquiera la conoce, y ella ni siquiera se merece ver a mi pobre nena... —dije con tristeza—. Ya bastante la ha hecho.

MADRE (Laliter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora