LALI:
Llegamos a la casa del lago prácticamente de noche. Aparcamos justo al lado del edificio y salimos del auto.
—Acá es —le anunció Peter a Alle—. ¿Te gusta princesa?
Alle asintió con la cabeza con una sonrisa de oreja a oreja:
—Es muy hermosa. Nunca estuve en una casa en un bosque y cerca de un lago, estoy muy feliz —respondió mi hija sin dejar de sonreír—. Muchas gracias por invitarnos.
Lo miré:
—Gracias —dije yo.
—De nada, simplemente quería que pasáramos el fin de semana juntos. Mamá me contó que hace mucho que no salían de Buenos Aires, así que decidí que viniéramos acá los tres —nos explicó Peter—. Mamá y yo estuvimos estuvimos en esta casa hace muchos años...
—¿Juntos? —preguntó Allegra sonriente—. ¿Eran muy amigos?
Miré a Peter como diciendo que si llegaba a soltar algo inapropiado lo mataba:
—Éramos muy amigos, y sí, estuvimos juntos en la casa —respondió—. Y bueno, la pasamos bien. Y esta vez, también vamos a pasarla bien. Hay caballos, saldremos a montar mañana por la mañana, y por la tarde podemos ir a pasear por el sendero señalizado que hay en el bosque o bañarnos en la pile, lo que vos elijas... ¿Querés? —preguntó Peter.
—Sí, me da igual que hacer... —respondió mi hija—. Pero quiero montar a caballo, eso seguro. Me gustan mucho los animales, y además, todas las princesas montan a caballo.
Levanté una ceja:
—Ve demasiadas películas Disney, lo siento —dije riendo.
—No te molestes, es cierto lo que dice —alzó a Alle y la dio un beso en el cachete—. Todas las princesas montan a caballo, y ella, también es una princesa. Mañana montara a caballo, y siempre que quiera, vendremos acá para que pueda montar, ¿te parece, Alle?
Allegra asintió con ilusión y abrazó a Peter:
—Gracias, gracias... ¡Muchas gracias! —exclamó. Hacía mucho tiempo que no veía tan feliz a mi hija. Con todo lo de Santiago, había dejado de sonreír. Pero, desde que Peter había aparecido en nuestras vidas, mi hija sonreía más. Era como si estuviera viviendo en un cuento de hadas.
Pasamos dentro de la casa. Peter me dejó con Allegra en el recibidor y fue a sacar todas nuestras cosas del auto, las metió dentro de la casa y cerró la puerta.
Lo miré todo, seguía igual que hacía ya casi cinco años. Muebles de madera rústica, olor a campo, a naturaleza, todo limpio y ordenado.
—De vez en cuando, Delia viene a limpiar. La envía mi mamá y la paga algo más que de costumbre. Todo esta limpio, incluso las toallas, sábanas y frazadas —anunció Peter—. Pueden elegir donde dormir, yo me quedaré con el cuarto que se quede libre.
—Yo quiero dormir con mamá —dijo Allegra abrazándome.
Peter me miró levantando una ceja:
—¿Te da miedo la oscuridad, peque? —la preguntó haciéndola un mimo en la cara.
Ella negó con la cabeza:
—Me da miedo que alguien venga a la noche y la haga algo malo, duermo con ella para cuidarla —respondió Allegra haciendo un puchero irresistible.
—Bueno, eso me parece muy bien. Esta genial que cuides a mami, enana —Peter sonrió—. Voy a dejar sus cosas arriba y cocinamos algo. Hay comida en la heladera, elijan lo que quieran.
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MADRE (Laliter)
FanficLa vida de Allegra Espósito no es nada fácil. Con tan solo cuatro años, ya se ha enfrentado a muchas cosas, al igual que su madre, Lali Espósito, de veintiocho años. Ambas son maltratadas por Santiago, novio de Lali y padrastro de Allegra. Pero un...