LALI:
Peter no regresó a su casa hasta después de medianoche. Habíamos hablado, nos habíamos besado y nos habíamos contado cada detalle de nuestras vidas desde el día en que nos separamos. Pero, ambos trabajábamos a la mañana siguiente, así que después de medianoche, Peter tuvo que partir y yo tuve que irme a dormir, junto con mi hija, la cuál me esperaba ya dormida en la cama.
Me metí en la cama y me tapé con las sábanas. Allegra se movió a mii lado y se acurrucó contra mi cuerpo:
—Mami... —susurró.
—Es tarde, hay que dormir. Mañana hay jardín, y yo tengo que trabajar. Tendremos que madrugar... —la susurré a ella.
—Solo quería decirte que estoy muy contenta de que Peter sea mi papá. Escogiste bien —sonreí por eso. ¿Escogiste bien? ¿En serio mi hija me había dicho eso? Fue entonces, cuando supe que seguramente se lo habría escuchado a alguna de las niñas de su clase o alguno de los padres que iban a hablar con Tini por la tarde—. Y gracias por perdonarte con papá, espero que algún día vuelvan a ser novios...
Sonreí en la oscuridad y la hice un mimo en la cabeza:
—Cariño, es hora de dormir, mañana hablaremos sobre todo esto, ¿si? —la pregunté con ternura—. Ahora a cerrar los ojitos, a contar ovejitas y a soñar con los lindos angelitos que te protegen —la besé en la sien—. Descansá, te amo pequeña.
—Te amo, mamá —me respondió ella. Después, me agarró de la mano y se quedó dormida junto a mi pecho, sintiendo su profunda respiración.
Pensé: "Como se habían relajado las cosas en menos de una semana...". De Santiago a Peter, de ser una empleada a poder ser supervisora... Aunque verdaderamente, todo esto de poder volver con Peter, me preocupaba en parte. Claudia siempre estaba de por medio, la conocía bien, y sabía perfectamente que podía hacerme daño a la mínima. Tenía que tener cuidado, y protegernos, a Allegra y a mí misma. Ya había sufrido su ira una vez y no estaba dispuesta a que me hiciera daño nunca más.
-...-
PETER:
—¿Qué tal el fin de semana, hermanito? —me preguntó Bautista nada más verme bajar por las escaleras de la mansión—. ¿Todo bien? ¿Cómo la pasaste? —después se rió—. ¿Lo han disfrutado bien?
Revoleé los ojos, sabía a lo que se refería:
—Hay menores delante, y no tengo nada fuera de lugar que poder contar —tosí y miré a Enzo, el cuál desayunaba su chocolatada de forma tranquila sin molestar a nadie—. Aunque si tengo alguna cosa interesante que contar, pero después...
—¡No te olvides de contarme ningún detalle! —exclamó Bautista dibujando una media sonrisa con sus labios—. Por cierto, yo también tengo que contarte algunas cosas, algunas buenas, y otras malas... —suspiró—. Ha sido un fin de semana un poco loco.
Enzo levantó la mirada de su taza llena de chocolatada con dibujitos de Mickey Mouse y me miró con toda la boca manchada:
—¿Cómo está la prima Allegra? —me preguntó.
Levanté una ceja:
—¿La prima Allegra? —le pregunté a Bautista mirándole de inmediato con mala cara—. ¿Se lo has contado?
—Papá también lo sabe, no te preocupes... —Bautista me lanzó una mirada tranquilizadora—. Ellos no van a decir nada, te lo prometo.
Suspiré: Enzo, mi viejo... Si mi vieja aún no sabía no creo que tardara mucho tiempo en enterarse. Y no porque se lo dijeran, sino porque ella ya era lo bastante chusma como para enterarse sin que nadie tuviera que decirla nada. Era molesta e insistente, chusma desde el fondo de su alma... Y también mala.
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MADRE (Laliter)
FanfictionLa vida de Allegra Espósito no es nada fácil. Con tan solo cuatro años, ya se ha enfrentado a muchas cosas, al igual que su madre, Lali Espósito, de veintiocho años. Ambas son maltratadas por Santiago, novio de Lali y padrastro de Allegra. Pero un...