LALI:
Estaba incómoda. Pero no me atrevía echarle. Sinceramente, sabía que Pablo estaba loco por mí, y a mí sinceramente me atraía. Además, entre nosotros había algo. Nos habíamos besado un par de veces, y la verdad era que Peter ya no estaba en mi vida. Y claro, obviamente no quería pasarme el día pegada a mi madre. Necesitaba estar con otras personas... Pero algo me decía en mi cabeza que esto que estaba haciendo no estaba binen Y mientras, además, mi hija en casa sola con el irresponsable de mi ex.
Por lo que estaba bien arriesgarme aunque casi no conociera a Pablo.
—¿Qué peli preferís? — me pregunto Pablo mientras pasaba con el dedo las películas en la aplicación—. Terror, drama, romántica, musical...
Me reí:
—¿Musical?
Él también se río:
—Es que no te gustan los musicales? —me preguntó.
—Si me gustan pero... —tragué saliva—. Sinceramente prefiero ver otra cosa ahora, de comedia me gustaría.
Pablo tecleó sobre la pantalla táctil y apareció en todas las películas de comedia de la aplicación:
—Escoge la que quieras entonces... Hay muchas.
Conmigo era una persona encantadora. Y esos ojitos me mataban de amor. Pero... Algo en mí me decía que aquella noche no iba a acabar bien. Que tenía que huir, que tenía que marcharme, que las cosas se podían poner feas. Yo que sabía, tal vez, después de la película, o incluso durante la película, podía pasar algo.
Finalmente, Pablo puso la película. Con la excusa de que tenía calor, conseguí sentarme en otro sillón para apartarme de él. No sé si en el caso de haber estado juntos en el mismo sillón, hubiera pasado algo. Pero la verdad fue que, en cuanto terminó la película, Pablo me miró y anunció que se iba a casa.
—Gracias por todo Lali...
—Me alegro...
—La cena estaba riquísima, y la película me gustó.
—A mí también...
—Creo que, bueno, es mejor que vayamos despacio con todo esto. Bueno, al menos creo que es lo que vos querés, ¿verdad?
Tosí un poco y asentí con la cabeza:
—La relación con mi ex fue intensa, Pablo. Tengo una hija pequeña y estoy embarazada. Así que prefiero ir despacio con todo esto. No sé, me siento mal si...
—Te entiendo. No tenés de lo que preocuparte, ¿de acuerdo?
Volví a asentir con la cabeza y los brazos de Pablo me rodearon para abrazarme:
—Gracias por esta noche, ha sido genial —me besó en la sien y me sonrió—. Tenemos que repetir. Quiero que Alle esté la próxima vez.
—Sí, la verdad es que, la echo muchísimo de menos. Cuando ella no está, me siento vacía. Y tengo miedo de que su padre la ablande, o la meta cosas en la cabeza —suspiré—. Que sé yo... Después de todo lo que ha hecho Peter ya no me fío de él. Pero siento que si hago algo estando embarazada de los bebés, las cosas se pueden poner peor y...
—Tranquila. No debes estresante estando embarazada. Podemos ir despacio, La... Tenemos todo el tiempo del mundo. Apenas nos conocemos, iremos lento con esto, ¿sí?
Sonreí:
—Sí.
—Bien —miró su celular—. El taxi ya está llegando. Me voy —me dio un pico tierno y me acarició el pelo. Después, le acompañé hasta la puerta y abrazados, esperamos a que el taxi llegara a mi puerta. Cuando el vehículo apareció, nos miramos y volvimos a besarnos—. Nos vemos el lunes —dijo él.
—Chau, descansa.
—Igualmente —dijo cruzando la puerta y caminando hacia el taxi.
Y en verdad, toda esa conversación con Pablo me había dejado tranquila. Necesitaba ir despacio, pero, aunque fuera despacio con Pablo, seguía sintiendo que ni estaba haciendo bien las cosas. Y eso me ponía de los nervios.
-...-
TINI:
Eran las diez de la mañana cuando me presenté en el hospital con un alto grado de frustración. La mentira de Bautista me había enojado muchísimo. No soportaba las mentiras, y menos cuando una persona necesitada, un niño o un enfermo se encontraban de por medio.
—Buenos días —me dijo la recepcionista del hospital, la cuál acababa de entrar en su puesto de trabajo—. ¿Qué desea?
—Vengo a ver a una amiga que está internada —mentí. En realidad, no venía a ver a la mamá de Enzo, sino al papá del nene. A ese mentiroso al que tenía ganas de partirle la maldita y linda cara.
—¿Cuál es su nombre?
—Isabella.. Y de apellido, Viera.
—Ah... —la recepcionista me miró con sus ojos azules—. Isa... Pobrecita mía. Está internada en la quinta planta, en la habitación 528. Lo siento mucho, lo está pasando muy mal. En el hospital la queremos todos mucho y...
—Gracias —la interrumpí y me alejé de la recepción suspirando. Dios, solo era la madre de uno de mis alumnos y la novia de... En fin, el innombrable.
Subí en el ascensor hasta la quinta planta con otro ,montón de gente y me bajé de él poco tiempo después. Caminé siguiendo las indicaciones hasta la habitación 528. Pero paré antes de entrar en ella, en la puerta, con el celular en la mano, estaba justo la persona a la que quería ver.
—Hola —dije enojada.
Bauti me sonrió falso:
—Ahora te llamo Pitt, chau —cortó la llamada y vino a saludarme con un beso en el cachete—. Hola Ti...
—¡Sos un mentiroso de mierda Bautista! —chillé empujándole hacia atrás—. No me toques.
—Che, ¿qué te pasa? ¿Venís para chillarme o qué?
Fruncí el ceño:
—Vengo a hablar seriamente con vos, y no te parto la cara porque la mamá de un alumno mío está internada en el hospital, pero que sepas que no te tengo ni una pizca de respeto, idiota de mierda.
Bautista me miró mal:
—¡Un respeto!
—¿Me pedís respeto ahora? —le pregunté sarcástica—. Para empezar, me debés pedir perdón, sos un mentiroso —repetí—. Mala persona, falso, idiota... ¿Te pensás que soy imbécil? Tu sobrina me lo ha contado todo. Sé que sos el novio de la mamá de Enzo.
—Nunca estuvimos en serio.
—No te creo.
—La amo, pero mi madre nunca me dejó estar con ella en serio, Tini. Está enferma, y por eso nunca te atendí las llamadas.
—Hubiera sido más fácil decirme que tenías novia, y que estaba enferma. Yo lo entiendo, no soy estúpida por muy jovencita que sea Bauti, pero no hace falta que me mientas. En serio, conozco a Lali y a su hija. Alle me lo contó todo y me dolió mucho que una nena tuviera que decirme esas cosas cuando debería haberlo sabido por vos —dije suspirando.
—Lo siento —dijo Bauti—, lo siento muchísimo —repitió y se acercó abriendo los brazos para abrazarme.
—¡Basta! —grité separándome.
Y entonces, un ruido horrible salió del cuarto de Isabella. Enzo salió corriendo de la habitación con los ojos llorosos:
—Papá, están pitando los aparatos a los que mami está conectada.
—¡Enfermera! —gritó Bautista, y después, entró rápidamente en la habitación.
Enfermeras y médicos entraron en la habitación de Isa. Mientras, abracé a Enzo, le di un beso en la frente. Unos veinte minutos después, Bauti salió pálido y con los ojos llorosos.
—Mamá ya está con los angelitos mi amor —le dijo a Enzo—. Ya no va a sufrir más.
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MADRE (Laliter)
FanfictionLa vida de Allegra Espósito no es nada fácil. Con tan solo cuatro años, ya se ha enfrentado a muchas cosas, al igual que su madre, Lali Espósito, de veintiocho años. Ambas son maltratadas por Santiago, novio de Lali y padrastro de Allegra. Pero un...