Bad Luck || Markhyuck

XV

Su cabello estaba despeinado, y se balanceaba un poco al mantenerse de pie, Mark pareció tardar en enfocar la vista en él, parpadeando varias veces hasta que captó su rostro, sonriendo ampliamente.

—¡Donghyuck~~! — se arrojó sobre él, casi provocando que ambos terminaran en el suelo, lo abrazó con algo de fuerza—. Mi gatito, mi lindo, lindo gatito~

Donghyuck aguantaba la respiración, el aliento de Mark apestaba aún más, hacía su naricita picar.

—¿Sabes que eres la cosa más malditamente linda en todo este puto mundo, gatito? — dijo el rubio, su voz sonaba ronca, casi susurrando con los labios pegados a la orejita del híbrido, logró que un escalofrío lo recorriera.

Mark frotó su rostro contra parte de su cabeza y bajando hacia su cuello.

—Hueles bien, gatito.

Donghyuck estaba ruborizado por la cercanía.

—¿Makku? Estás raro... — murmuró Donghyuck, su mirada bajó un poco, notando marcas moradas en el cuello de su dueño, sus cejas se alzaron—, ¿T-te golpearon? ¿Mark? ¿Qué te pasa?

—Se llaman chupetones, gatito, ¿quieres uno? — acercó sus labios al dorado cuello del híbrido, besando, lamiendo un poco para luego succionar su piel, haciéndolo temblar, el aire se escapó por sus labios por ese húmedo y cosquilleante contacto—. Tu cola es muy linda, Hyuckie~

Donghyuck se tensó cuando la mano de Mark tomó su peluda cola, rodeándola con su mano para acariciar desde donde comenzaba, por encima de sus caderas, hasta su extremo.

El gatito mordió su labio con fuerza, sintiéndose acalorado.

En su forma humana, su cola era un punto sensible.

—Ma-mark déjame— murmuró, ya agobiado comenzó a respirar con más ganas, aunque el rubio no pareció entenderlo, quiso empujarlo lejos, pero Mark lo sostenía con fuerza, aún acariciando su cola, mientras volvía a besar su cuello—. P-para... Mgh~ Miau.

Donghyuck cubrió su boca con vergüenza, escuchó a Mark reír.

—Eso sonó tan lindo— murmuró el castaño—. Y caliente.

Donghyuck comenzó a negar, intentando alejarse de Mark, aunque el retroceder sólo hacía a Mark avanzar.

Su pie golpeó una de las patas de la mesa junto al sofá y escuchó algo caer y romperse, no pudo mirar porque Mark lo alzó sin más, tomando sus muslos, posicionándose entre sus piernas, para luego dejarlo de espaldas sobre el sillón, colocándose sobre él.

—¡Mark Lee!

Escuchó la voz de Jeno y fue lo único que hizo que el rubio se apartara del gatito, al menos un poco, alzando la vista por sobre el sillón, reteniendo a Donghyuck por las muñecas, aprisionándolo contra los cojines.

Su amigo parecía que quería decir algo, pero incluso desde la distancia pudo oler el alcohol, su vista pasaba de su florero roto, hacia él, hasta que se acercó lo suficiente para ver a Donghyuck, totalmente ruborizado y sostenido por Mark para que permaneciera debajo.

—Jen~ — la voz de Donghyuck sonó como súplica, temblando por la importencia.

Mark estaba comportándose raro y brusco con él, no le estaba gustando.

No sabía qué le había pasado a su tierno y atento humano pero lo quería de regreso, no a ese chico que olía tan raro y lo trataba tan brusco.

—Interrumpes, Jeno.

—¿Mark Lee, qué le estás haciendo?

El dueño de la casa se acercó a ambos, para empujar al rubio con fuerza, separándolo del híbrido, quien cambió rápidamente a su forma animal para huir.