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—Jueves quince a las cinco de la tarde, ¿le parece? — ofreció el veterinario, Mark asintió.

—Sí, está bien— dijo el rubio.

—Bien, anotaré su turno— dijo el hombre—. ¿Cómo se llama el híbrido?

—Lee Donghyuck.

El hombre asintió, anotando el nombre de quien sería su paciente en unos días.

—Bien, el procedimiento para saber si Donghyuck es fértil o no es muy sencillo e indoloro— dijo, colocando la tapa a su bolígrafo—. Es una simple ecografía, lo único que tiene que hacer es retener la orina por unas dos horas antes de la misma para que la vejiga presione el útero y pueda verse en la imagen... Si no tiene útero no se verá nada y Donghyuck será infértil... Si aparece, pues, ya sabe.

El rubio asintió. La visita al consultorio del veterinario no duró más que eso, el hombre le pasó su número telefónico por cualquier cosa que ocurriera y Mark regresó a su departamento.

—¡Hyuckieee! Ya conseguí la cita con el vet-... ¡HYUCK! !Después me besas con esa boca, por favor!

El gatito negro bajó su pata trasera para mirarlo, deteniendo el baño a sus partes íntimas, su rosada lengua había quedado fuera de su boca sin querer, haciéndolo lucir adorable.

Mark suspiró, frunció el ceño.

—Donghyuck, cambia para mí— le pidió. Su novio obedeció, el muchacho pelinegro con adorables orejitas entre su revuelto y algo rizado cabello lo miraba de la misma forma que el gatito había hecho segundos antes—. Vamos al baño, bebé.

Mark tomó el cepillo de dientes de Donghyuck, colocó algo de pasta dental en este y se lo entregó, el otro lo miró con pocas ganas, pero lo tomó por la insistencia del rubio.

No le gustaba cepillarse los dientes, principalmente porque esa pasta con sabor a menta hacía que le ardiera la boca.

—Hyuckie, creo que ya he hablado contigo de que debes bañarte como humano, no puedes pasarte la lengua por todo el cuerpo así nomás.

Donghyuck frunció el ceño, escupió la espuma de la pasta en el lavamanos.

—Lo seguiré haciendo igual— dijo.

Mark suspiró con algo de fastidio, tomó la toalla junto al lavamanos para limpiar los restos de pasta dental de los labios de Donghyuck.

—Quítate la ropa.

Donghyuck se ruborizó.

—¿Q-qué?

—Vas a bañarte, Donghyuck— dijo el rubio, con una sonrisa—. Ahora.

Las orejas de Donghyuck se alzaron, su cola se erizó.

—¿Con a-agua?

—Con agua.

Donghyuck comenzó a negar.

—¡No quiero! ¡No me gusta!

—Donghyuck, no grites— Mark pateó la puerta, cerrándola de golpe a sus espaldas, sabiendo que su híbrido se escaparía.

Donghyuck quiso huir, pero los brazos de Mark lo retuvieron, se agitó para liberarse.

—No, no, no, no... Miauu~ ¡Miau! — comenzó a maullar de forma lastimera.

—Oh, vamos, Donghyuck, eres un exagerado— Mark lo sostuvo con fuerza por los lados, separándolo de él—. ¿Vas a obligarme a tener que hacerlo yo?

Los ojitos de Donghyuck lo miraban con miedo, estaban algo enrojecidos por las lágrimas.

Mark suspiró.

—Bien... Hagámoslo.

Bad Luck || MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora