Bad Luck || Markhyuck

XXXIV

Al despertar Donghyuck inhaló el aroma de su humano, pero sólo tuvo que abrir los ojos para que era sólo una cálida almohada.

Recordó lo ocurrido la noche anterior y frunció el ceño, se separó de la almohada de golpe, se quedó en la cama pensando al respecto, ahora con menos emociones y menos lágrimas podría razonar todo mejor.

Él, para Mark, no era más que su mascota.

"Qué melancólico primer pensamiento".

La razón original por su adopción era esa, y siempre había sido así, incluso con sus familias anteriores. Ellos sólo habían querido tener "Un gato mascota".

Y Mark no era muy diferente a ellos, sólo que él había sido el único que lo adoptó sabiendo que era un híbrido. Pero no cambiaba mucho las cosas.

Seguía siendo "Un híbrido gato mascota".

La palabra "mascota" había dejado de dolerle, estaba acostumbrado, pero lo que sí le dolía era que Mark pensara igual que todas sus familias pasadas.

¿O no?

Ninguna de sus familias anteriores le había dicho "Te amo" como lo hacía Mark.

Nadie le había dado los besos que tanto disfrutaba de su humano.

En ningún otro lugar le habían dicho tantas cosas lindas como su humano lo hacía.

En la punta de sus bigotes sentía la pequeña vibración, casi como un cosquilleo, que le decía que Mark lo amaba más que cualquiera de sus familias.

Que no era sólo una mascota.

Y sus bigotes no mentían.

Sentía que Mark lo quería, tal como sentía que su humano estaba sufriendo en ese momento.

Su bigotes siempre fueron muy sensibles a todas las emociones y las personas, tal como sintió que Minho era bueno también sentía el amor de Mark.

El tema de cómo había sentido el amor del humano había sido algo raro.

El amor de Mark aumentó conforme el tiempo, pero se había intensificado muchísimo en las últimas semanas, coincidiendo con esos lindos besos y todo lo demás.

Él amó a Mark desde el momento en que le había dicho que lo había adoptado, claro que su amor había aumentado en el último tiempo, así lo sentía en su interior, pero sus bigotes no sentían sus propios sentimientos para confirmarlo.

En cambio, Mark había comenzado a amarlo hacía unas semanas, cada vez más con cada muestra de amor, y su amor era tan grande, tan cálido y bonito, que hacía a su corazón florecer.

Por más que sus tiempos habían sido diferentes, contaba con que se amaran en el ahora.

Sonrió un poquito por la linda idea de que Mark lo amaba tanto como él.

Volvió de sus pensamientos para ver la puerta del dormitorio, sabiendo que del otro lado estaba su humano.

E incluso antes de salir del cuarto ya lo había perdonado.

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4/5