Bad Luck || Markhyuck

XXII

—Hola, Mark— el castaño sonrió, mostrando sus dientes, sus ojos haciéndose adorablemente más pequeños.

—Hola, Min— dijo Mark, a pesar de que le dedicó su mejor sonrisa, tanto esta como su voz se notaban cansadas y forzadas.

—Wow, cuánto ánimo— comentó, Mark se apartó para dejarlo pasar y el más alto no dudó—, ¿interrumpí tu siesta?

—No— dijo el rubio, cerrando la puerta detrás de su compañero—, estoy algo cansado, solamente— se excusó.

El mayor dejó la mochila que cargaba con sus cosas sobre el sillón, sintió unos ligeros golpes en sus pies, junto con un pequeño sonido de "toc" cada vez que golpeaba sus zapatos de cuero.

Bajó la vista, para ver una pequeña patita negra que se asomaba debajo del sillón, y golpeaba sus pies con furia.

Rió con ganas por lo tierno que parecía, el animalito pareció asustarse por su grave carcajada porque se escondió más profundo debajo del sillón.

—¿Pasa algo? — preguntó Mark.

—¿Tienes un gato? — preguntó Minho, quitándose su abrigo para dejarlo junto a su mochila, el rubio asintió—. Es adorable.

Mark sonrió un poco asintió, totalmente de acuerdo.

—Lo es.

Minho se sentó en el sillón, estaba por abrir su mochila para comenzar a sacar sus útiles cuando Mark lo hizo detenerse.

—¿Quieres que prepare algo antes de empezar? — ofreció, aunque la realidad era que el rubio no tenía ganas de empezar a hacer tarea— ¿Café o algo así?

Minho tardó un momento en asentir.

Mark lo dejó para ir a la cocina, comenzó a calentar agua mientras sacaba un par de tazas de la alacena, junto con el frasco de café instantáneo y azúcar.

—Miau~ — escuchó.

Se volteó para ver a su gatito, quién movía la cola con molestia y parecía fruncir el ceño hacia su humano.

Mark se sintió algo intimidado por su gatito enojado.

Donghyuck no era de enojarse, no sabía qué le pasaba.

Dejando todo en la mesada de la cocina, se acercó a él, arrodillándose frente a su gatito.

—¿Pasa algo, Hyuckie? — preguntó el rubio, se había quedado con preocupación desde que habían tenido esa escena junto antes de la llegada de Minho.

"¿Quién es ese? ¿No podías traer a un compañero que fuera menos lindo? ¿Por qué te sonríe tanto?" Quiso decirle.

—Miau— dijo.

Mark rodó los ojos, no iba a discutir con un gato, si quería hablar con Donghyuck y el híbrido estaba dignado a seguir en su forma animal hasta que Minho se fuera, esperaría hasta entonces.

Se levantó, tomando la pava con agua hirviendo para servirla en una de las tazas.

Donghyuck se acercó a él para maullarle más fuerte, intentando captar su atención, comenzó a frotarse en sus piernas.

—Ya, Donghyuck, basta— murmuró con algo de molestia, quiso escapar de su gatito, pero pisó su cola sin querer al hacer un paso hacia atrás, haciendo que un maullido como un grito escapara del felino y lo hiciera saltar por el susto de lastimarlo, el agua hirviendo cayó sobre su mano y soltó la taza en un reflejo, haciendo que se estrellara en el suelo.

Comenzó a insultar a más no poder, sintiendo su piel arder y volviéndose cada vez más roja.

Vió a Donghyuck salir corriendo de la cocina y no pudo evitar insultarlo también.