Bad Luck || Markhyuck

LXXVIII

Jeno se quitó la mascarilla para toser de nuevo. Insultó internamente cuando la sensación de ahogo no lo abandonó y lo obligó a seguir tosiendo fuerte, doblándose su estómago y haciendo que su rostro enrojeciera por el esfuerzo.

—Sigues mal...

Alzó sus ojos hacia Mark. El rubio le dedicó una sonrisa penosa.

—Hola, ¿no?— el otro volvió a colocarse la mascarilla.

—¿Estás con eso todo el día?

Jeno negó.

—Unas cuatro veces al día, media hora.

—¿Sabes que tus dos pequeños creen que vas a volver pronto? Se turnan para vigilar la puerta de la entrada o mirar por la ventana... Y estás así.

Jeno bajó el rostro, sintiéndose horrible por mentir así, y le rompió un poco el corazón el imaginarlos.

—¿Y cómo es eso de que vas a volver con Donghyuck?— la voz de Mark sonó rota, bajó su vista para ocultar sus lágrimas.

—Contraté un detective privado.

—Oh, Jeno...— Mark abrió sus brazos—. ¿En serio?

—¿Me vas a decir que hice mal? Púdrete.

Mark abrió su boca pero ninguna palabra salió, suspiró y la volvió a cerrar. Se acercó a la camilla y tomó una silla y la acercó a la cabecera, donde Jeno estaba medio sentado.

—¿Qué dice?

—Dijo que iba a hacerte unas preguntas, porque todo estaba muy "sucio". Y que tenía que "limpiar" las cosas un poco.

Mark lo miró confundido.

—¿Nada más?

Jeno negó.

—Dijo que tenía muy poca información, muchas pistas que no podía unir aún, le faltaban datos, todavía no ha descubierto nada... Pero lo único que me dijo, de lo que estás seguro, es que el atentado no fue contra la organización, sino contra alguien— Jeno lo miró para ver si entendió sus palabras—. Mark, ¿en qué mierda estás metido?

—¿Yo?— Mark se llevó una mano al pecho. Negó—. Yo nada. No he hecho nada.

—Lee, piensa un poco... ¿No hay nadie que los odie lo suficiente como para quemar el lugar donde estaban?

Mark volvió a negar, completamente seguro de que él no tenía ningún enemigo.

—Mejor me callo... El detective te preguntará las cosas mejor que yo.

—¿Y quién es? ¿O tengo que responderle con sinceridad al primer loco que empiece a preguntar por esas cosas?

—Se presentó como CB— Jeno se encogió de hombros—. No sé su nombre real, y creo que nunca me lo dirá. Es bastante excéntrico y tiene una ardilla de mascota y siempre está con ella al hombro, le dice OsiBoo, hasta ese animalito tiene nombre secreto.

Mark frunció el ceño en demasía.

—¿Qué clase de locos privados consigues?

Jeno se encogió de hombros.

—Le pregunté a los detectives que están tratando la investigación del incendio y ambos me recomendaron a este, así que debe ser bueno.

Mark asintió un poco.

—¿Y cómo estás tú?

Jeno sonrió de forma espléndida. Llevó su mano libre a su pecho, sobre uno de sus pulmones.

—Muy jodido, pero ya no tanto.

—¿Cómo? ¿Que tanto?

—Pues... primero inició como una intoxicación más normal, digamos, pero luego hizo una infección en no sé qué— Jeno abrió sus brazos y se encogió un poco de hombros—. Y bueno... No me deja respirar porque es como si tuviera agua en los pulmones, como los ahogados, así que comenzaron a darme antibióticos y oxígeno— alzó su mascarilla y después se la colocó de nuevo—. Pero se ve que los remedios están funcionando y la infección está controlada y se está curando.

—No entiendo nada pero suena grave.

—Si no se curaba podía romperse el pulmón por dentro y dejo de respirar.

—Oh, mierda.

—Sí, mierda— Jeno le restó importancia—. ¿Cómo están mis bebés?

—Nadie les dijo la verdad y son las personas más felices de la casa en estos momentos.

—¿Más que Minho y Jisung?

—Los dos se están haciendo cargo de los demás como si fuéramos sus hijos... Y Min no lo sabe, pero se escucha en toda la casa cuando llora como un perrito en la noche.

Jeno hizo un puchero por la triste imagen.

—Me da ternura que sea un perrito, ¿sabes?— Jeno sonrió un poco—. Y me da más ternura que su híbrido lo cuide tanto... ¿Notaste que Jisung no es como nuestros híbridos?

Mark asintió.

—Es más como un adulto. Los nuestros son unos bebés... Cocina muy bien también. Sabe hacer muchas cosas.

Jeno asintió. Se sentía tranquilo con aquellos dos manejando su casa, confiaba en ambos para mantener todo en algo de orden.

—¿Y Doyoung?

—No lo sé... Siempre está afuera. Sé que se la pasa en el techo y bueno, o Min o Sung le dan comida, supongo... No salgo del cuarto, en verdad. Esta es la primera vez que salgo de la casa... Sólo me quedo en la cama, pocas veces como en la mesa... O como en realidad... Es una mierda, Jen.

Jeno abrió sus brazos hacia él y Mark no tardó ningún segundo en dejarse abrazar. No pudo evitar que las lágrimas surgieran de nuevo, y su amigo dejó caricias en su cabello mientras lo dejaba llorar.

—Lo recuperaremos, Mark. Y todo eso va a terminar, amigo.