Bad Luck || Markhyuck

XL

Escucharon la puerta rechinar suavemente cuando fue abierta de más (Jeno tenía la costumbre de dejarlas entreabiertas por si sus híbridos lo necesitaban, esa no era la excepción); ambos se giraron, el pequeño minino asomó a su interior, sacando sonrisas en los dos.

—Hola, Haechannie.

—Miau.

Mark palmeó su regazo, haciendo que el gatito corriera un poco para llegar a él, acomodándose sobre sus piernas.

Mark comenzó a dejar caricias en su cabecita, la sensación fea por todo el relato de Jeno se había ido gracias a la presencia de su lindo híbrido.

—¿Qué pasa, gatito?

Donghyuck cambió a su forma humana, aún sentado sobre el regazo de Mark, quien rodeó su cintura con cariño, acercando su cuerpo hacia él un poco.

—Jae y Junnie me están molestado— dijo, un ligero puchero apareció en sus labios.

—¿Por qué te molestan, bebé? — preguntó Mark—. Dilo y Jeno hablará con ellos para que dejen de hacerlo.

Las mejillas de Donghyuck se tiñeron de rojo.

—¿Hyuckie? — dijo Mark, exigiendo con su voz, aunque su tono era suave.

Los ojitos del gatito bajaron a su regazo.

—Me molestaban porque quiero tener hijos contigo— dijo.

Jeno soltó una exagerada carcajada, Mark abrió sus ojos en demasía, sus mejillas comenzaron a enrojecer, emparejadas con las del híbrido.

—Esta conversación está muy interesante y todo— dijo Jeno, aún divertido—. Pero es muy privada. Iré a escuchar detrás de la puerta— añadió, para levantarse del sofá y salir del lugar, cerrando la puerta de la habitación.

Mark lo insultó internamente.

Donghyuck seguía con la mirada baja, con cierta vergüenza por lo que había dicho.

—Yo... Entiendo si no quieres tener hijos... conmigo— murmuró el híbrido.

El rubio sintió miedo, no supo bien de qué, pero quizás de lastimar a su lindo novio.

Llevó sus manos al rostro de Donghyuck acariciando sus mejillas, haciendo que alzara su mirada y se volteara hacia él.

Le dedicó una pequeña sonrisa.

—Haechannie, no es que no quiera— dijo, midiendo sus palabras—. Pero es muy pronto, gatito, ¿entiendes?

Donghyuck asintió levemente, apretó sus labios.

—Donghyuck, tú... ¿Puedes tener hijos? — preguntó Mark.

No tenía mucha esperanza de que su gatito lo supiera, pero creía que siempre había una pequeña posibilidad para todo, no perdía nada con preguntar.

Donghyuck se encogió de hombros.

—No lo sé— dijo—. ¿Quizás?

Mark se sintió nervioso. Las orejas de Donghyuck se agotaron, también sintiéndose como él.

Mark soltó una risa nerviosa.

—Lo siento, Hyuckie— dijo. Lo abrazó con un poco más de ganas, atrayendo al híbrido hacia él. Se había alejado inconscientemente con la declaración de su gatito.

Donghyuck mostró una ligera sonrisa.

—Quizás deba llevarte al veterinario un día de estos, Hyuckie— dijo Mark. Las orejitas del híbrido se alzaron de golpe—. ¿No te gusta?

—Es... Ese tipo que te da las vacunas, ¿verdad?

Mark rió de ternura.

—Sí, Hyuckie, es ese.

Su ceño se frunció y sus orejas se bajaron. Su expresión era molesta.

—No me cae bien ese tipo— declaró, molesto, arrugó su pequeña y adorable nariz.

Mark rió por lo lindo que era Donghyuck.

Con un novio como él no podía preocuparse por las cosas adecuadamente, se distraía mucho con lo tierno que era.