Kiss and Cry.

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De pronto se libera mucho humo en el escenario y los chicos salen a escena. La melodía comienza a sonar más fuerte, el sonido se vuelve más profundo y es eso justamente lo que indica que estoy pronto a salir.

Volviendo a atrás, la verdad es que siempre desee esto. Me pegaba por horas viendo videos de mis cantantes favoritas en youtube, escuchando su música y cantándola todo el tiempo, me sentía libre de tan solo hacerlo. Pero jamás creí que realmente llegaría a convertirme en cantante, era algo así como un sueño prohibido, a pesar de que la única que me lo prohibía era yo misma. Y es que me sentía sumamente incapaz de pararme frente a una sola persona y cantar, incapaz de elevar mi voz frente a la clase o de animar a Marcus cuando lo veía jugar a la pelota. Sentía que callaba mi voz todo el tiempo, de manera inevitable, era como si esta se incrustara en mi garganta y se rehusara a salir de allí. Tal vez sea porque... crecí con miedo, crecí sintiendo que nadie me protegía, que nadie velaba por mí, que no parecía importarle lo suficiente a nadie. Se supone que tu hogar es el lugar en donde más seguro debes sentirte, el lugar a donde vas después de haber tenido un horrible día o después de que algo malo sucede, pero...eso no es lo que mi casa me hacía sentir, todo lo contrario, allí estaba desprotegida, muy expuesta a que me lastimen, a que me golpeen, a que intenten hacerme un real daño, y como si eso no fuera suficiente, la otra persona que vivía junto a mí, mi madre, quien se supone debía ponerme a salvo y colocarme a mí en primer lugar, no hacía más que colocar estúpidas expresiones de desentendimiento ante todo, haciéndome sentir que yo era la que lo exageraba todo. Supongo que el amor por su esposo era mucho más grande que el que sentía por su hija. A veces, no queda más que aceptar lo que son las personas, sus errores, sus descuidos, sus hirientes decisiones.

Siendo sincera, la verdad es que incluso esta noche no me parare sobre este escenario siendo yo misma, es muy difícil, el tan solo imaginar eso hace que se me hiele hasta el alma. Para llegar hasta aquí tuve que fingir, tuve que crear un personaje. Lo que cree fue a una chica segura, quizás casi rozando lo arrogante, pero es algo que se cubre bajo su firme mirada, su equilibrado caminar y sus suaves y genuinos movimientos. Una chica que puede hacerte temblar con tan solo alzar la voz y fijar su sensual y a la vez nostálgica mirada en ti, si, a una chica delicada, femenina, tenaz, ella es... mi disfraz. Porque aún no logro aceptarme del todo, porque no creo que la verdadera Katherine, aquella que es impulsiva, a veces tímida, a veces tonta, loca y por sobre todo prepotente logre impresionar a alguien.

De repente, la melodía se vuelve suave e intensa, el ambiente cambia, los gritos de las personas no se hacen esperar y de alguna forma siento que rugen y golpean mi corazón. Inhalo con fuerza sintiendo que así absorbo toda esta maravillosa atmosfera y doy un paso al frente, decidida. El humo llena el escenario en segundos y nubla un poco mi visión, aun así, se dónde ir, hacia ese ansiado micrófono que me espera en el centro. Siento mi semblante cambiar, mi cabello volverse mi mejor adorno, mis manos volverse codiciosas y mis pies pisar fuerte y al mismo tiempo suave, como si caminara sobre una almohada, deslizándome sobre el escenario.

Y entonces llego a mi tan amado lugar, el humo comienza a disiparse y el sonido de la batería me indica que ya se acerca el momento de vaciar mis pulmones. Me coloco en posición, sostengo firme el micrófono y entonces libero todo lo que hay en mí, cantando como si no hubiera un mañana, dejando que mi voz arrase con todo dentro de mí, dejándome vacía y al mismo tiempo completamente llena de emociones, me siento invadida, mi corazón late tan fuerte que siento mi pecho inflarse bruscamente.

Truuuust meee

Toma mi mano, en blanco y negro yo te guiare

Busquemos respuestas juntos,

Enredémonos juntos,

Cuando sientas que no hay nada que pueda...

En cuanto alzo mi voz las voces de todos llegan a mi como un despampanante bullicio, me dejan helada, si no fuera porque ensaye esta canción miles de veces estoy segura de que no podría seguir cantando, mi voz se callaría intentando recordar la letra o en donde estoy parada, es fuerte, todo esto es demasiado incluso para mis decididas piernas. Me siento flaquear, tengo unas punzantes ganas de tirarme al suelo y seguir cantando de esa manera, tengo tanta emoción que apena y puedo disimularlo.

¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora