Entonces, nos alocamos.

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Al día siguiente me duche temprano para ir al trabajo. Me sentía...diferente. Mientras me duchaba y las cálidas gotas de agua recorrían mi cuerpo sonreía al recordar la suave voz de Brad al lado del mar, con su guitarra acústica y aquellos chicos que bebían un poco más allá.

Debo admitir que me sentí eclipsada. Esa había sido una de las mejores noches de mi vida, me renovó por completo. Brad de alguna manera me inspiró mucho en ese momento, realmente pensé en que la próxima vez que tocara sobre el escenario debía hacerlo como él me enseño, con esa seguridad tan cautivante.

Sabía que debía mejorar para conseguir lo que tanto queríamos...

—¿Qué él hizo qué? Ay Kate, ¡vaya noche! —exclamó Lena después de que llegara a la tienda y le contara lo ocurrido. Se encontraba colocando nuevos cuadros en la tienda y yo estaba ayudándola.

—Te lo juro. Nunca escuché una guitarra sonar así. Tal vez sea porque muchos sonidos hermosos se juntaron o no sé...pero fue increíble Lena, ¡debes acompañarme a su próxima tocata!

—¡Claro que sí! Muero por conocerlos. —sonrío con picardía. —Aunque siento que ya los conozco con todo lo que me has contado. 

—¡Ay Lena! que mal, solo he hablado de mí. —dije dándome cuenta de lo fanfarrona que era. — ¿Qué hay de ti? ¿Ya tienes alguien que te guste o algo parecido?

—No linda, después de mi último novio ya no quiero saber nada de eso. —respondió con desdén. —El imbécil con el que estaba me traicionó con mi hermana. Lo que más me dolió fue enterarme de que estuvieron varios meses a escondidas. Y para peor mis padres se pusieron de su lado, nunca entendí cómo. Así que ahora apenas tengo contacto con ellos.

Me contó con un semblante triste.

—Vaya...lo siento amiga. En verdad eso debe ser horrible. Pero eres hermosa Lena, mereces a alguien que te quiera como su todo. Eres la persona más dulce que conozco. — expresé sirviéndole una taza de café. Una de las cosas que mas hacíamos era beber café.

—Muchas gracias. —me sonrío de manera amena. —Bueno...quizás, algún día encuentre a ese alguien. Quién sabe.

De pronto, la puerta de la tienda se abrió. Ya era casi la hora de salir del trabajo, por lo que encontré extraño que alguien llegara a esa hora.

Sin embargo, era Darien.

—Kate, justo pasaba por aquí, así que pensé que podíamos irnos juntos al departamen... —su voz se hizo cada vez mas baja. Quedó atónito mirando a Lena. De repente era como si le hubieran comido la lengua los ratones.

—T-tú debes ser su amigo...—le dijo Lena algo titubeante —Es un gusto, soy Lena Floch.

—Y-yo soy Darien Vici, amigo de la infancia de Kate. —respondió este con un rostro claramente nervioso. —Es un placer, Kate me ha contado mucho sobre ti. Gracias por haberla ayudado a que consiguiera trabajo en este lugar. —agradeció rápidamente, como si tuviera la respiración acelerada. Me inundaron las ganas de reír. Nunca antes lo había visto así.

—D-de nada...—Lena comenzó a rascarse la nuca algo avergonzada. —Kate ha sido genial conmigo. Así que...

El ambiente de pronto se puso de un tono rosa, ¡Ellos parecían hechos el uno para el otro! Y yo estaba claramente interfiriendo. Así que...

—¡Voy al baño! Esta ropa se siente muy calurosa, así que iré a cambiarme. —mencioné para retirarme de ahí un momento. —Vengo en un instante.

—¿Quieres un café antes de irte? — escuché que le preguntó Lena a Darien antes de que yo partiera al baño y entonces me di cuenta de que estaban tan ensimismados el uno con el otro que ni siquiera estaban oyéndome.

¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora