¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)

Verónica Part: Todo o nada.

Verónica Brintrup:

Años antes...

Me vio, definitivamente me vio. Pensé mientras me escondía con los nervios de punta tras un enorme libro en la biblioteca. El chico de mis sueños está sentado en una mesa más allá con un libro de Stephen King, me encantaría acercarme y decirle que a mi también me gusta, pero antes me moriría de la vergüenza. Ah...unas chicas van hacia él.

-¡Brad! Estuviste increíble en el partido de ayer, mi hermano dice que tú lo ayudaste mucho a practicar, así que vine a decirte gracias, él se ve mucho más confiado ahora. -le decía la chica popular de la clase con una sonrisa coqueta, maldita.

-De nada Ali, tu hermano es bueno, seguirá mejorando. -le dijo él y la muy confianzuda apoya su mano sobre su hombro.

-¡Si! Gracias Brad y sigue jugando así. -le dijo alejándose de él no sin antes colocar su cabello hacia un lado para verse más bonita, sus otras amigas la esperan un poco más allá riendo con nervios, que tontas, él no le hará caso, no importa lo que haga, mi príncipe no es así.

Llegue a este colegio a principio de año, mi familia es de California, pero por temas familiares debimos mudarnos a este pueblo, no es la gran cosa en realidad, de hecho, es bastante aburrido. Pero Brad...Brad Luksic hace que todo sea diferente, creo que me gusta desde la primera vez que lo vi caminando en ese pasillo junto a Joseph, su rostro es lo más hermoso que he visto en mi vida y su cuerpo ni hablar, pero lo que más me gusta es su actitud. Por momentos es indiferente a muchas cosas y en otros se ve totalmente comprometido con algo, distante pero cariñoso con algunos, como con Joseph, siempre lo abraza o le mueve el cabello para desordenarlo un poco, además están sus gestos, la forma en que mira, en que sonríe, ¡simplemente me encanta todo de él! un hombre así...Es todo lo que quiero.

Pero no he podido cruzar ni una sola palabra con él desde principio de año y es que bueno...Soy prácticamente invisible, nadie me hizo mucho caso cuando llegue, de hecho, me miraron bastante raro y yo nunca he sido muy sociable, así que además de Carmen no tengo a nadie más aquí.

-¡Vero! Te estaba llamando desde hace un rato, ¿en qué estás pensando? -me dijo Carmen sentándose al lado mío en los peldaños de la escalera principal del colegio.

-Ah, lo siento, no te escuche.

-¿Ya estás pensando en él de nuevo verdad? Ya olvídalo, él no está a nuestro alcance.

-¡Eso ya lo tengo claro Carmen!, ¡Que mala eres!, eso ya lo sé, por eso solo me conformo con mirarlo.

-Dirás acosarlo.

-¡No es acoso si él no se da cuenta! O...eso creo.

-¡Si lo es tonta!, además, capaz y ya lo noto, no eres muy disimulada realmente, quizás hasta ya vio las fotos que le haz sacado con el celular.

-¿Qué? ¡no! Eso es imposible. -dije prendiendo mi celular mientras Carmen reía.

-Bueno acosadora, ya es la hora de almuerzo, ¿no quieres ir a ver como se mete comida en la boca? -me dijo guiñándome un ojo.

-¡Sí!, ¡si quiero!

-En serio...Te pones tan feliz, como si fuera el mejor panorama de la vida.

-¡Es el mejor panorama de la vida!, apura, ¡corramos! Siempre se sienta al final del casino, si no llego a tiempo no poder verlo. -le dije mientras la tomaba de la mano para correr con ella.

Y como siempre, recojo la comida rápido para colocarla en mi bandeja e irme a sentar luego cerca de él, por lo general, en lugares en donde pueda ver su cara. Sus amigos lo rodean y bromean con el todo el tiempo, Brad tiene un humor algo extraño, creo que le dicen humor negro, no lo sé, pero me encanta, todo, absolutamente todo en él.