¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)

Simplemente tú y yo.

El lugar quedo en un casi total e incómodo silencio unos instantes. Sentí como si esta fuera la dramática escena en donde la cámara se da el tiempo de enfocar el rostro de cada una de las personas allí presentes, si, dejando mi cara de "¿Qué es lo que he hecho"? para el final. Mi pecho sube y baja con fuerza y siento mi boca seca, como si mi lengua estuviera pegada a mi paladar y no pudiera decir nada. No sabía cómo fue que llegamos a esto, en que momento todo se descontrolo, ya no podía recordarlo.

-B-Brad... lo sien- ni termino de pedir disculpas cuando agarra mi mano rápido, con fuerza y me saca de ahí, mientras todos observan el escándalo que está haciendo Verónica debido al golpe. Intento zafarme de su mano durante todo el trayecto, pero no puedo. Y es que sigo molesta, demasiado, todo esto ocurrió por su culpa, por ser un imbécil. Aun así, el me sostiene fuerte, sus dedos aprisionan los míos y sé que ya no poder hacer nada.

Salimos afuera y me arrastra un poco más allá, hacia una especie de entrada en donde hay muchos basureros. En cuanto me suelta me agarro la mano y la aprieto al darme cuenta de que me duele. Él coloca su mano sobre su mejilla y presiona un poco. No sé cómo le pegue tan directo, este, este es el peor escenario en el que he estado, sin duda.

-Brad, déjame verte. -digo acercándome a él. Tiene su mirada en el suelo, saca su mano de su rostro y acerco la mía, pasando mis dedos sobre su piel, como si eso fuera a servir de algo. Se sienta sobre una caja y yo me coloco en medio de sus piernas. No puedo soltar mi labio de mi boca, no puedo salir de mi zona de impresión por lo que acaba de ocurrir.

-Oye rizos, tu si sabes cómo golpear, ¿Qué querías? ¿matarla? -me pregunta levantando su rostro.

-¿Te duele mucho?

-No, no tanto. -dice sonriendo un poco. Eso me tranquiliza. -Kat, no puedes hacer eso, no importa lo mucho que te moleste, no puedes.

-¿Tanto te importa su seguridad? -pregunto con enojo.

-No, no es eso, escucha. -levanta su mano para quitar la mía de su mejilla. -No puedes golpear a nadie, no solo a ella, es peligroso, las cosas pueden complicarse más si-

-¿Qué? ¡pero qué te pasa! Tu eres el menos indicado para venir a darme un sermón, ¡y menos si es por ella. - le doy la espalda, no puedo soportar seguir escuchando la forma en que se preocupa por Verónica. Pero me detiene, agarra mi brazo y me vuelve hacia el de un tirón. Quedo frente a él nuevamente, entre sus piernas.

-Dije que quería estar contigo, ¿Por qué estas actuando así entonces? ¿Por qué estás tan a la defensiva? -habla en un tono suave, con su rostro muy cerca de mi pecho y una de sus manos sosteniendo la mía. Coloco una de mis manos sobre su hombro y lo miro.

-¿Cómo se supone que esté tranquila cuando veo como se aferra a ti? Como te toca, como te mira ¡cómo te habla! Brad yo no... no quiero que ella se quede contigo.

-Lo mismo me pasa cuando veo como juegas y le hablas a Marcus, para mí también es desagradable ver como toca tu cabello o se pone tan cerca de ti, Kate. -dice rápidamente, alejándose un poco de mi e incrustando sus molestos ojos en mí.

-¡Pero Marcus solo es un amigo, en cambio Vero fue-

-¡No te besas con un amigo en su cama! No hables como si entre él y tú no hubiera pasado nada porque no es así. -tiene razón, lo sé. Pero los celos y la rabia no me dejan pensar, solo me bloquean.

-¡No puedes comparar un "casi acostón" con alguien con quien sí tuviste sexo muchas veces! Ustedes tuvieron una historia de amor juntos, no puedes esperar que yo-

-¡¿Un casi acostón?! ¿es en serio? ¿acabas de llamarlo "casi acostón"? -no se ni porque mierda lo llame así. Todo apesta, esto solo empeora.

-N-no, yo me...me refiero a que, en fin, ¡sabes a que me refiero! Y ya no quiero estar aquí, contigo todo se vuelve una mierda. -digo volteándome, dándole la espalda para salir de ahí. Siento mis orejas calientes, mis manos duelen de tanto empuñarlas.