Marcus Part: Entonces, vi una hermosa y delicada flor.

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Los gemidos de Kate eran suaves, ahogados y note que estaba esforzándose por no dejarlos salir. Había estado en mi cama por un rato intentando dormirme, pero no podía. Vi un poco de tele y nada, así que tome un libro pensando en que eso me daría sueño, leer siempre me relaja, mis ojos estaban comenzando a cerrarse cuando esos excitantes gemidos me despertaron, siempre he tenido buen oído, así que los escuche de inmediato. 

Me levante de mi cama y abrí un poco mi puerta para asegurarme de lo que estaba escuchando y mire hacia las otras habitaciones para ver si alguien más salía a mirar o algo, pero nada, al parecer solo yo los puedo escuchar.

No sabía qué hacer, muchos sentimientos y sensaciones comenzaron a invadirme de repente, rabia, dolor, desesperación y...excitación, noté como mi respiración comenzó a salir con dificultad y las ganas de tocar cierta zona de mi cuerpo se hacían cada vez más grandes, apreté fuerte mis manos para no hacerlo, no podía, era enfermo y totalmente inmoral. Kate es como mi hermana pequeña, no puedo tocarme pensando en ella, así que me senté en la cama mirando solo hacia el suelo, no podía dejar de mover mis pies y de apretar mis sabanas con mis manos, necesitaba hacerlo y liberarlo o no podría dormir jamás. La imagen de Kate desnuda sobre su cama mientras el tipo la toca y besa su cuerpo mientras la penetra, imaginarme la forma en que encorva su espalda al sentir ese placer, los gestos que debe estar colocando en este momento o la forma en que se debe ver su boca...Esto me está matando, su sonido es el de una niña inocente que acaba de descubrir que no hay nada mejor que esto, maldito afortunado, sea quien sea se ha ganado mi odio y mi admiración, odio admitirlo, pero gracias a él es que puedo escuchar a Kate...No ¿en qué estoy pensando? Esto no es lo que yo quiero, yo no la veo de esa forma. No me di ni cuenta de cuando mis manos habían comenzado a masajear mi miembro por encima de mis pantalones y me espante ante ese hecho, no quiero hacerlo o entonces ya no podré verla igual, pero si no liberto esto entonces no podré dormir.

Envié un mensaje rápido a una de las chicas con la que...me divierto un poco y ella me dio a los minutos una respuesta positiva. Me arreglé un poco, me puse zapatos y salí silenciosamente de mi habitación.

-Oye Marcus, ¿Por qué quisiste verme tan repentinamente? - me dijo Karen al verme parado en su puerta. Me lance directo a sus labios y comencé a tocarla con fuerza. - M-Marcus...¿tantas ganas tienes?- me dijo mientras yo la lanzaba a la cama y le quitaba su ropa interior.

-Si...tengo muchas ganas de ti. -le dije con una sonrisa amable, lo siento Karen, pero necesito que me dejes saciarme contigo. Me coloque un condón rápidamente mientras ella me veía deseosa y la penetre casi de golpe, ella levanto su espalda ante ese movimiento, pero yo no me detuve, simplemente fui por sus labios y en cuanto me separe de ella para seguir en lo mío fue como si pudiera ver a Kate, estaba comenzando a alucinar y hasta podía ver su largo y ondulado cabello esparcido por toda esta cama. Eso solo me motivo más, la di vuelta mientras ella se acomodaba sobre sus rodillas para recibirme con placer, tome su cabello y podía imaginar la forma en que se vería Kate si le hiciera esto. Mientras la penetraba podía imaginar cómo se vería su marcada figura estando en esta posición, deliciosa...así es como se vería. Me incline más hacia delante para agarrar uno de sus pechos y ella abrió su boca ante tal sensación y no podía dejar de verla a ella, cerraba y abría mis ojos una y otra vez para salir de esta ilusión, pero no podía.

-M-me voy...Marcus. - me dijo la chica agitadamente mientras yo solo podía escuchar la voz de Katherine, ese hecho me calentó tanto que cerré mis ojos imaginando que era su cuerpo, que era ella, hasta dije su nombre en silencio "Katherine" y me fui de una forma deliciosa. Salí de ella y comencé a vestirme de inmediato.

-¿Katherine? - me dijo ella algo molesta. - ¿A dónde vas? ¿Ya te vas Marcus? - me dijo ella aun agitada mientras se cubría con las sabanas.

-Sí, tengo que ir la fiesta de una discográfica, un amigo nos invitó. - dije colocando mis zapatos y levantándome de la cama. Me acerqué a ella y le di un beso sobre su frente. - Nos vemos otro día nena. - dije dejándola algo confundida, no tengo ánimos la verdad, para nada ni menos para dar explicaciones.

¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora