¿ Por qué a nosotros? (1er libro trilogía Hate Or Love)

Creí que era normal.

Katherine Fadder :

Oye... ¿sabes? Si pudiera retroceder el tiempo volvería a aquel hermoso momento en que jugamos todos felizmente en la cálida nieve. La manera en que reímos ese día y en que sentí que realmente teníamos un futuro...Simplemente no puedo olvidarlo, todo se sentía tan perfecto. No sabes cuánto lamento todo lo que ocurrió después.

Me sentía tan cansada, tan harta, todo comenzó a dolerme demasiado, por momentos sentía que me ahogaba, despertaba en la noche sujetando mi garganta porque no sentía el aire entrar a mis pulmones, era horrible, y aun que te buscaba desesperadamente en medio de esa oscuridad no podía encontrar tu mano, de pronto ya no sentía tu calor de la misma forma y me sentí horriblemente sola, te lo juro, ese es el peor sentimiento que he tenido en toda mi vida, el de que te había...Perdido. La gente hablaba tantas cosas, nos amaban y luego nos hacían trizas, y otra vez, y otra vez y yo solo pensaba, ¿en qué momento llegamos a esto? Tu y yo habíamos sonreído dulcemente frente a Sid y Nancy de nieve, ahora que lo pienso, quizás esa era una señal, habíamos jugado incluso con Marcus como tres niños que solo querían divertirse y sostuviste mi mano con una firmeza que nunca antes había sentido, aun lo recuerdo, dijiste que jamás podrías resistirte a mí. Subestime ese sentimiento, lo subestime...Tanto.

Aun así, ese día lo llevare por siempre en mi corazón como el más feliz de mi vida, las risas de todos...Aun puedo escucharlas claramente cuando intento recordarlas, aún viven con fuerza dentro de mí y pase lo que pase, nunca voy a olvidarlas.

Día del debut "Killers".

Día lunes en la mañana, me encontraba trabajando en la tienda "Dulce Hogar" junto a Lena. No quise contarle lo que había ocurrido con Brad, que nos besamos profundamente en ese callejón, sentí que si lo hacía me vería como una estúpida, porque días antes había por poco jurado que lo que teníamos se iba a terminar, que yo le daría mayor importancia a la banda y seria responsable, así que me alejaría de él y lo dije con tanta seguridad que aun recuerdo la forma en que Lena me miro, sus castaños ojos se abrieron de par y en par y luego sonrió, supongo que se sintió algo así como orgullosa, y quiero que me siga viendo de la misma forma, no como lo que realmente soy, una tonta que se deja llevar y que es incapaz de dejarlo, porque solo basta que me muestre esa bella sonrisa infantil y luego me devore con sus salvajes ojos para que caiga por completo en todo lo que desee hacerme.

-¿Y bien señorita? ¿no hay nada que quieras contarme? -me dijo de la nada, yo recién había terminado de atender a un exigente cliente.

-¿Eh?, no nada, solo que fue muy divertido, nunca antes lo había hecho. -me subí en una silla y limpié una parte de la pared que estaba manchada.

-¿Enserio? Porque estoy segura de que te vi subir hacia un callejón con tu guapo príncipe. -me puse tan nerviosa que comencé a limpiar fuertemente la pared.

-No es mi príncipe y solo quería mostrarme algo, ¿ya te lo dije verdad? No pasó nada, solo hablamos un poco y luego llego Rami.

-O-oye...Vas a romper la pared si sigues limpiándola así de fuerte, ¿estas nerviosita?

-¡Ah! -grite al ver que por poco y ya estaba sacando la pintura de la pared. -Ya te dije que no pasó nada Lena, que eres porfiada. -decidí cambiar el tema pronto. -¿Al final iras a verlos hoy en su debut?

-¡Claro! Al final si podré ir, será increíble, ya no puedo esperar. -me dijo felizmente.

Ese día la tienda se mantuvo todo el día con gente, por alguna razón llegaban personas a cada rato así que estuvimos muy ocupadas. Estaba muy ansiosa, lo único que quería era que llegara la hora de irme para correr al estadio de Merced. Imagine que habría una fila enorme al llegar.