Capítulo 1

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La forma en que las estrellas iluminan el oscuro firmamento de las noches terrícolas siempre me ha parecido algo fascinante.

De pequeña solía preguntarle a mi padre, madre o abue si alguna vez alguien había salido a explorar esos "hermosos puntos brillantes". Sus respuestas eran una fusión entre desilusiones acumuladas y el más certero negativismo. Yo no supe, sino hasta ser mucho mayor por qué ellos reaccionaban así.

La humanidad depositó sus esperanzas en los viajes e investigaciones espaciales. Se ilusionó creyendo que sería posible colonizar Marte y establecer allí una nueva civilización.

Pero sólo teníamos un planeta. Y todos comenzaron a comprenderlo cuando se declaró que era imposible crear una nueva atmósfera.

A medida que los alimentos se fueron acabando, los precios subieron hasta el punto en que muchas familias llegaron a vender sus pertenencias con tal de conseguir algo de cereales o carne. También volvieron a surgir enfermedades que se decían erradicadas, en tanto otras hicieron su primer estreno.

La situación era terrible y lo único que nos quedaba era esperar por un milagro.


—Tengo sueño. —Asher dio un bostezo mientras esperábamos para aterrizar.

Habíamos pasado una semana viajando por el espacio exterior en una nave espacial (Quién sabe a qué velocidad) y todos estábamos muy cansados, física y en especial emocionalmente.

Era algo inevitable supongo. Al menos en mi caso, para llegar hasta allí tuve que aprender a vivir con el constante dolor de haber perdido a mi hermana. Creo que por lo mismo varias veces me cuestioné si tal vez ella aún estaría viva de no haber hecho esa travesía.


El aterrizaje fue una experiencia traumatizante. Desde los bruscos movimientos que realizó la nave hasta el momento en que diversas luces incandescentes iluminaron el lugar.

Observé de soslayo cómo Asher se alejó hacia una esquina, mientras yo sólo atiné a poner mis brazos alrededor del cuerpo de Phil y rogué que mi novio estuviera bien.

En cuanto la nave dejó de moverse, todos nos pusimos de pie y comenzamos a buscar a nuestros seres queridos.

—Creo que debemos formar una fila para salir. —Ash llegó donde nosotros respirando con dificultad— ¿Están bien? Escuché que algunas personas se quejaban de tener golpes...

—Sí, no te preocupes. —le sonreí aliviada de volver a verlo. Phil a mi lado también se declaró libre de lesiones, por lo que fuimos hacia donde el resto de la gente ya formaba una hilera.

A medida que avanzábamos, unas máquinas nos fueron adhiriendo un parche en la parte media del brazo. Con los chicos pensamos que eran una especie de vacuna contra algunas enfermedades de ese planeta, aunque en realidad nadie nos confirmó dicha suposición.

Only The BraveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora