Capítulo 3

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Los dos adolescentes se cruzaron con una gran variedad de personas, algunas terrícolas y otras nativas del planeta que los había acogido, conforme caminaban por los iluminados pasillos del edifico principal donde tenían clases a diario

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Los dos adolescentes se cruzaron con una gran variedad de personas, algunas terrícolas y otras nativas del planeta que los había acogido, conforme caminaban por los iluminados pasillos del edifico principal donde tenían clases a diario.

— ¿Nervioso?—le preguntó el menor a su amigo, dando pasos relajados—. Admito que te extrañé ayer.

—Más bien emocionado—respondió Matt, ladeando la barbilla —. Yo también te eché de menos. Ah, me aburrí como una ostra estando en esa camilla.

Ambos rieron por la expresión que empleó Mattew, ganándose de paso las miradas inquisitorias de unas niñas de once años que pasaban al lado de ellos en ese momento.

—Adelante. —Asher abrió la puerta del aula presionado un botón que se hallaba a un costado de dicha entrada. Mattew ingresó al interior de la sala y el castaño de ojos avellana lo siguió de cerca—. Esto te encantará. —Cuando ambos estuvieron arriba de la plataforma, Ash la hizo subir hasta el segundo nivel donde justo quedaban tres puestos desocupados.

Mattew se sentó junto a un chico francés que tenía pinta de ser reservado y Asher entre su amigo y el asiento que estaba reservando para Madison, quien había ido con Kath y Sam a dejar a Phil a su salón.

—No sé, este sistema de dividirnos en grupos no me parece nada al azar—dijo Matt de pronto, adoptando una expresión pensativa—. Me pregunto cuál es el objetivo real de todo esto.

—No crees que sea simple bondad, ¿Cierto?

Mattew negó de manera rotunda, provocando que Asher no pudiera reprimir una sonrisa de alivio. Llevaba dos días dándole vueltas al asunto y creía que se estaba volviendo loco sin poder hablarlo con nadie.

Bueno, en realidad Ash era consciente de que tenía a sus demás amigos y que ellos de seguro lo escucharían, no obstante, lo que él necesitaba no eran meros confidentes, sino alguien que se cuestionara todo y que pudiera seguir sus sinuosas rutas de pensamientos sin perderse en el camino.

Mattew cumplía con cada uno de los requisitos e incluso sumaba puntos extras por su fama de razonar acertadamente y ser la encarnación de la perseverancia. Nadie pensaba que existiera algún problema que el chico no pudiera solucionar y lo cierto es que no lo hubo por mucho tiempo.

—Mmm..., desde que llegamos me llamó la atención el alto grado de planificación que tiene todo. —Asher suspiró—. Es decir, ¿Cuánto tarda la construcción de un centro estudiantil como este?

—Ahí llegaste al fondo del conflicto—apuntó Matt, hilando sus ideas a mil por hora—. Y es que no lo sabemos. Estamos en un mundo nuevo, del cual no conocemos ni su historia ni su evolución. Tendremos que esforzarnos en conseguir información si queremos...

— ¡Boo!

El cuerpo de Asher sufrió un espasmo al recibir el brusco toque de Madie sobre sus hombros. La chica rio y desordenó el cabello del castaño. Después saludó a Matt con un beso en la mejilla.

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