La habitación era un completo desastre. Las camas apenas hechas, la ropa desperdigada en el suelo y la poca luz que se filtraba por las cortinas le brindaban un aspecto de cobertizo abandonado.
Asher estiró una pierna para pasar por encima de una ruma de libros, pensando que debían ordenar el cuarto pronto o de lo contrario tendrían que aguantarse el largo sermón que les daría Jaitch.
Restaban escasos minutos para el inicio de la primera clase del día y los últimos estudiantes más rezagados deambulaban por el edificio en busca de materiales, apuntes o lápices. Ash revolvió su baúl de arriba abajo, soltando leves quejidos de dolor cuando sus dedos chocaban contra las puntas de algunas libretas. Tuvo verdaderas intenciones de dar vuelta todo el contenido del cofre, pero luego le pareció contraproducente, pues no tenía tiempo para ordenar y además nada le garantizaba hallarlo.
- ¿Qué buscas?
- ¿Matt?
Ash observó a su amigo con las cejas fruncidas, entornó los ojos y ladeó la cabeza. Mattew se cubrió con las mantas de su cama, dejando a la vista solo la mitad de su rostro.
-Pensé que ya estabas en la sala. -Ash se sentó en la cama que estaba en frente de la de Matt. Él lo escuchaba medio adormilado y con los párpados cerrados.
Había pasado días difíciles. Sentía un dolor punzante en el centro del vientre que se extendía por todo su abdomen bajo. No sabía si era por el estrés o quizás una infección mal tratada, pero lo tenía cabreado. Eso, sumado a los deberes académicos y las sesiones de Kath, eran más de lo que su organismo podía soportar. Necesitaba un descanso.
-No voy a ir-declaró a media voz-. Hoy no tengo ganas de matemáticas.
«Ni de nada» agregó para sí mismo, sintiendo que se le retorcían las tripas otra vez.
-El profesor notará tu ausencia. Eres el mejor de la clase.
-Y tú como mi mejor amigo le dirás que estoy enfermo.
Al pronunciar dicha frase, Mattew abrió los ojos, encontrándose de inmediato con la mirada preocupada de Asher. Ambos analizaron las expresiones del otro con la inquietante sensación de estar frente a un desconocido. Retazos de las que antes eran sus personalidades se unían de forma inconexa, peleándose por un espacio dentro de sus nuevas identidades.
A Matt le pareció percibir una dureza en el semblante de Ash que desconocía, aunque no supo identificar si se trataba solo de un cambio físico o un reflejo, tal vez, de una trasformación más profunda. El castaño por su parte, vio a su amigo desanimado y con un déficit de la energía que solía caracterizarlo.
Recordó entonces las mañanas posteriores a la muerte de Lizzy, cuando apenas se levantaba para beber té y el resto del día se lo pasaba hecho un ovillo en la cama, deseando el término de su existencia. Matt fue quien se encargó de darle largas charlas motivadoras y al final logró hacer que se levantara. ¿Cuánto tiempo había pasado desde eso? Ahora se encontraban en posiciones opuestas, como si se hubiesen puesto de acuerdo para llevar a cabo un intercambio de roles.
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Only The Brave
Ciencia Ficción"Y al ver la decisión y coraje en sus rostros supe que estaba en el bando correcto. Solo esperaba que también fuera el vencedor"