Capítulo 21

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-Perdóname

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-Perdóname.

Madison no pudo soportarlo. El ruido del lugar, las miradas confusas del resto de sus amigos, la inspectora Heisst que seguía leyendo el listado de los seleccionados..., sintió que todo a su alrededor daba vueltas y antes de que pudiera darse cuenta estaba corriendo. Hacia dónde no lo sabía, pero lejos, muy lejos de allí.

Empujó a algunos de sus compañeros y tropezó con el pie de alguien, aun así no se detuvo. Enterró las uñas en las palmas de sus manos, respiró hondo y aumentó el tamaño de sus zancadas.

-¡Madie! ¡Madie!

Asher gritó su nombre. Su voz se escuchaba próxima, estaba a pocos metros de ella, pero Madie tenía la certeza de que la distancia que los separaba era mucho mayor. Entre ellos había surgido un acantilado, un abismo que crecía cada vez.

Y en el fondo Madison lo sabía. Las conversaciones forzadas, las escapadas de él cuando ella le pedía que hablaran, su falta de interés durante las juntas del Team; eran señales más que claras de que algo marchaba mal. Mientras ingresaba al centro estudiantil por uno de los pasillos principales, se preguntó hasta qué punto aquella situación era su culpa.

Iba a subir el primer peldaño de las escaleras que llevaban al segundo piso cuando una mano rodeó su antebrazo derecho. No tuvo que voltearse para saber a quién pertenecía aquella extremidad, pues la conocía muy bien; huesuda, de dedos largos y piel suave. Giró la cabeza lentamente y lo miró con dureza.

-Suéltame.

Sonó menos firme de lo que esperaba. Sin embargo, al ver que Asher no deshacía el agarre, comenzó a forcejear para que la dejara libre y repitió diez veces la misma palabra, "Suéltame" "¡Suéltame", hasta que sintió que los dedos del castaño se aflojaban. Apartó su brazo de un tirón y subió los escalones a máxima velocidad.

Llegó a la segunda planta del edificio respirando de manera dificultosa, por lo que se apoyó en una pared para tomar aire. No pasó ni medio minuto antes de que escuchara el retumbar de los pasos de Ash cerca, demasiado cerca, dando a su mente la señal de huida.

-¡Madie, por favor! ¡Déjame explicarte!

-¿Ahora quieres hablar?-Madison observó a Asher con ambas cejas alzadas, sus labios formando una sola línea tensa. El chico vaciló buscando las palabras adecuadas y fue aquel momento de duda el que Madie aprovechó para darle la espalda y salir disparada hacia un ascensor que se encontraban al final del corredor.

Asher no tardó en alcanzarla, sujetándola por la cintura. Madison se movió de un lado a otro tratando de liberarse, pero al cabo de varios intentos sin resultados se rindió. Era inútil si lo pensaba bien, pues ella seguiría corriendo y Asher volvería a atraparla. De todas formas no había opción, tendría que escuchar sus explicaciones tarde o temprano.

-Cinco minutos-farfulló la chica. Y al notar que Ash no entendía a qué se estaba refiriendo, soltó un suspiro cansino y poniendo sus brazos en jarras, agregó-: Te doy cinco minutos. Después de eso me iré y tú no podrás seguirme.

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