Los días previos a "nuestra huida" pasaron más rápido de lo que esperaba. Durante las clases no podía concentrarme, me quedaba con la vista fija en el suelo mientras fingía escuchar las largas explicaciones de los profesores. Susan solía preguntarme si me encontraba bien con ese tono amable que emplea la gente cuando sabe que estás dentro de un hoyo profundo y oscuro, pero tienen la suficiente consideración de no mencionarlo.
La verdad es que muchas cosas me preocupaban. Me sentía como suspendida en el aire, esperando a extender mis alas y salir volando de allí o, en el peor de los casos, caer en picada al suelo, sin paracaídas ni ningún otro medio de protección. Sabía que estaba arriesgando mucho, pero ¿Acaso de eso no se trataba la vida? Seguía sin poder dormir durante la noche y para cuando lo lograba era muy poco el tiempo que restaba para que el sonido de la alarma me despertara violentamente. Las sabanas se me pegaban al cuerpo y era un trabajo bastante arduo el mantener los ojos abiertos, sin embargo, no me quedaba de otra. Sebastian había sido bastante claro al recalcar lo importante que era el no levantar sospechas.
Agradecí que Sam y Matt también vinieran con nosotros, pues de no ser así no sé qué habría hecho. Era un consuelo que después de todos los golpes y pérdidas, aún quedara una parte del Team que se mantenía unida.
En toda la semana que llevábamos separados Asher y yo no cruzamos palabras ni una sola vez. Creo que nos evitábamos por mutuo acuerdo, aunque admito que tuve que meter las ganas desenfrenadas de buscar cualquier excusa para hablarle en un gran baúl y enterrarlo a mil metros bajo tierra. Dolía pensar en lo cercanos que éramos antes de, en nuestras miradas cómplices, en la forma en que yo entrelazaba mis dedos con los suyos y él sonreía con timidez, en lo mucho que me divertía cada que soltaba uno de sus comentarios de chico nerd o en lo suave que siempre estaba su cabello cuando pasaba mis manos por él para despeinarlo.
Le pregunté a Matt cómo estaba, si "mostraba señales de extrañarme aunque fuera un poquito". El chico me miró por lacónicos segundos que se me hicieron una eternidad, antes de confesar que no habían tenido una conversación decente desde el día en que todos nos enteramos del viaje. Noté cómo se le tensaba la mandíbula al mencionar esa última palabra. Me sentí estúpida por pensar que yo era la única con derecho a molestarse con Asher, supuse que él y Matt seguían siendo amigos, por dios, después de todo lo que le había ocultado.
—Ni siquiera se ha molestado en explicarme nada. —Matt suspiró—. En verdad no estoy enojado—añadió. Elevé ambas cejas—. Tal vez son ideas mías, pero siento que está intentado romper todos sus lazos. Como..., como la tarde anterior a su reunión con el señor Timberlake. Él quiso romper contigo esa vez, ¿No?
Mis hombros se hundieron al tiempo en que asentí de manera leve. Esa tarde Asher había estado actuando extraño, casi de forma errática. Llevábamos pocas semanas de noviazgo y los problemas que nos aquejaban eran muchos, por una parte debíamos llegar a Washington, el clima mundial era tenso y todos los días caían intensas nevadas que entorpecían nuestro avance. Eso sin contar que el padre de Ash nos perseguía y había hecho su última advertencia de que si su hijo no volvía con él, las consecuencias recaerían sobre todos los miembros del Team.
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Only The Brave
Science Fiction"Y al ver la decisión y coraje en sus rostros supe que estaba en el bando correcto. Solo esperaba que también fuera el vencedor"