【Competencia 】// YoonMin

04: La Guerra Comienza.

POV YOONGI.

Maldito hijo de puta, ¡¿Cómo se atreve?!, ¡Nunca nadie me había hecho esto!, además el tinte que me había echado es permanente... ¿quiere jugar sucio?, pues vamos a jugar sucio. Estúpido enano maricón.

Me dirigí al baño de hombres, mi camisa estaba empapada de tinte azul, al igual que mi cabeza, tendré que ir a arreglarme el cabello. En cuanto a la camisa, volveré a mi cuarto para cambiarme. Salí del cuarto de baño para encontrarme con Rosé.

— ¡Bebé!, ¿estás bien?— Me preguntó preocupada, a lo cual yo sonreí. Amo a esta chica, ella siempre me da buen humor, me acerqué a ella y le di un corto beso.

— Estoy bien, amor. Solo que ese bastardo me las pagará.— Dije con odio en mis palabras.

— ¡Yo te ayudo, oppa!, ¿qué debo hacer?— Dijo haciendo un mohín con sus labios a lo que yo simplemente reí.

— Esto es entre él y yo, preciosa. No te debes inquietar.— Le removí el cabello, haciendo que esta riera.— Aunque creo que debería subir de nivel.

— ¿A qué te refieres con eso, Oppa?— Dijo Rosé confundida, solo le sonreí.

— Dile a los maestros que no estoy debido a un inconveniente.

— Está bien, todo por ti.— Me dio un tierno beso en la mejilla y se fue porque el timbre sonó. Me dirigí rápidamente al dormitorio, entré a él y cerré la puerta. Me quité la camisa y la lavé, al parecer el tinte es permanente como dije antes... así que mi cabello debe de estar peor. Tiré la camisa al suelo, estaba frustrado y furioso. Me quité el resto de prendas y me duché por un tiempo para sacar los residuos del tinte. Salí y suspiré, no tenía más nada que hacer, y le quería dar su merecido a Park, entonces me puse la misma ropa, solo que con otra camisa. Me miré en el espejo antes de salir, no me veía tan mal, pero prefiero mi color anterior... Ese idiota.

Me dirigí nuevamente hacia el auditorio, tocando la puerta. El profesor encargado de ella me abrió y me miró sorprendido.

— Lo siento.— Hice una reverencia.— Tuve un pequeño inconveniente.— No esperé a que me respondiera y entré. Todos, absolutamente todos me estaban mirando, pero no le di importancia, ya estaba acostumbrado. Posé mi mirada en la de Park, el cual estaba tratando de no reír, pero esa sonrisa no le durará.

El profesor dijo que íbamos a ver teoría de artes por un mes para prepararnos, así que luego de las aburridas clases, llegó la hora libre de todos.

El enano ese estaba sacando cosas de su ahora limpio casillero. Sonreí al ver su reacción de ayer, pero torné mi rostro a uno serio cuando me acerqué a él aceleradamente.

Cerró su casillero y pegó un brinco al ver que yo estaba literalmente al lado suyo.

— Vaya, vaya. Pero si es el estúpido de Park.— Me burlé y luego fruncí el ceño y me acerqué más a él, poniéndolo nervioso. Sentí otra vez las miradas de las personas sobre nosotros. Le agarré del cuello de la polera.— ¿Te crees muy gracioso?, ¿creíste que ibas a salir ileso de tus acciones?, déjame decirte que estás muy equivocado.— Lo estampé contra el casillero, haciendo que este suelte un pequeño jadeo de dolor debido al impacto.

— Min... ¿q-qué haces?.— Tartamudeó. Me tiene miedo... perfecto.

— ¿Qué hago?, pues darte tu merecido.— Esta fue la primera vez que me pasé un poco. Le pegué un puñetazo en la mejilla derecha, haciendo que la gente boqueara, creo que hasta yo mismo me sorprendí, pero no tanto.

Él giró su cabeza lentamente, me miró completamente repudiado y, no me lo esperaba, pero se abalanzó, quedando a horcajadas sobre mi, devolviéndome el golpe, esta vez en mi nariz haciéndome sangrar. Lo empujé con fuerza, ya que volvió a estrellarse contra el casillero. Las personas estaban grabando y gritando, pero no me importaba.
Él estaba recuperándose y cuando se volvió a parar, me acerqué a él y le susurré.

— El primer puesto es mío, maricón.— Se estremeció a lo cual solté una risa satisfecha. Lo empujé nuevamente, él se molestó y me golpeó en el abdomen, haciendo que suelte un jadeo.

Íbamos a empeorar las cosas, pero dos docentes vinieron a detenernos, uno sosteniéndolo a él y el otro sosteniéndome a mi.

— ¡¿Me pueden explicar que demonios ha sucedido?!— Dijo uno de ellos.

— S-solo tuvimos un inconveniente.— Les dijo Park. No llamaría esto un pequeño inconveniente.

— ¡Así no se solucionan las cosas!, vayan a enfermería y después a dirección, ¡los veo!— Nos señaló con su dedo índice y los dos nos dirigimos a enfermería.

— Idiota, ¡nos metiste en problemas!— Me refutó.

— Si no me hubieras devuelto el golpe, ¡nada de esto hubiera pasado, maricón!, ahora mi reputación está en peligro por tu culpa.— Dije molesto.

— ¡¿Mi culpa?!, ¡tú me golpeaste prime-...!— Fue interrumpido.

— Emmm...Oh dios... pasen, se ven terrible.— Nos dijo la enfermera un poco aturdida.

Nos sentamos en la sala de espera intercambiando miradas rencorosas. Como odio a ese estúpido.
La enfermera vino después con agua oxigenada, algodones y alcohol. Empezó con él, rozando el algodón en su pequeña herida cerca de su labio inferior; gimoteó un poco debido al contacto del agua oxigenada y me quise burlar de él por ser tan débil, pero no lo hice. Luego la enfermera fue por un poco de hielo para los moretones que tenía en el rostro.

— ¿Dónde más tienes moretones?— Preguntó con el paquete de hielo en mano.

— E-en el abdomen...— Respondió apenado.

— Bueno, toma el hielo, quítate la chaqueta y álzate la polera. Atenderé a Min ahora.

Se acercó a mí, me puso una curita en la nariz para detener el sangrado y me dio un pañuelo para que me limpie. Al igual que Park, me dio hielo para los moretones de mi ojo izquierdo. Dolía como el infierno pero me aguanté, dirigí mi mirada hasta donde estaba él.
Okey, debo ser honesto, tiene un buen trabajado abdomen como el mío, pero eso no le quita de ser un grandísimo idiota, además me quiere quitar mi puesto. No puedo dejar que lo haga, no puedo, o si no él... él lo hará.

— ¿Qué tanto miras?— Salí de mi trance al notar que lo estaba mirando sin querer.

— Tu horrible cara.— Le contesté con una sonrisa burlona, rodó los ojos.

— Muy bien chicos, ya pueden ir a la dirección según lo que me dijo el profesor Lee.

Los dos bufamos al mismo tiempo y nos dirigimos a empujones a la dirección. Cuando entramos el director no parecía estar de muy buen humor.

— ¿Qué significa esto, Park y Min?— Preguntó molesto.

— No nos caemos bien, eso es lo que sucede.— Afirmé directo y recibí una mirada amenazadora del idiota al lado mío.

— ¡Esto es inaceptable!, ¡¿Saben cuántos problemas han causado?!. Eso no es excusa de que se anden peleando.— Nos contó, acariciando su sien para no perder la paciencia, luego suspiró.— Tienen que aprender a llevarse bien.

— Señor director, temo que lo que nos está pidiendo es imposible.

— Y por eso voy a hacer un pequeño cambio. De castigo los dos van a tener que compartir habitación, y a final de año necesito que ustedes creen una canción juntos, por más "descabellado" que suene, es una solución efectiva. Sin peros y si no lo hacen les afectará su nota en un 30%.

— ¡¿QUÉ?!

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