BIENVENIDOS A MI VIDA HOMOSEXUAL [AlboLópez]

2. Estúpida Resaca...

LÓPEZ-narrando

Me despierto por el dolor de cabeza. Pero se me dibuja una sonrisa al sentir a Pablo menearse en la cama rozando nuestras pieles.

Me levanto para ir hacia mi maleta y coger un ibuprofeno. Me lo introduzco en la boca y trago un poco de agua.

- Pequeño, ¿todo bien?-. Me pregunta él a mis espaldas, tumbado en el colchón.

- Sí. Sólo que pillé una resaca de mierda en Madrid y llevo días así-. Susurro metiéndome en la cama otra vez. Me mira fijamente.

- Y no tocas el piano-. Añade serio.

- No. Pero lo tocaré. Ni que fuera para toda la vida-. Resoplo. -Sabes que no soporto la vida sin tocar, y si es contigo, mejor-. Me escurro para abajo y comienzo a besar sus pectorales.

- Ah... ah, amor. Que me quemas-. Lo oigo quejarse a través de la sábana que me impide verle el rostro.

- Te quiero, Pablo-. Murmuro sobre sus labios y él coge mi nuca y me atrae más a su rostro.

- Y yo a ti, Pablo-. Esta vez me besa con urgencia. -Me vuelvo idiota...-. Entona mientras me desnuda arrodillado y me vence para quedar sobre mí. -Me saca el idiota enamorado que vive en mí, señor López-. Indica rozándonos.

- Qué poeta me ha salido el novio...-. Suspiro haciéndolo reír.

- Se siente-. Canturrea mientras lo toco detenidamente. -¡Terral!-. le reclama al perro cuando lo oímos ladrar desde fuera. -Me quiere cuando le da la gana-.

- Eres su dueño, no digas eso-. Le pido cuando se echa a mi lado. -Entre que no estás con él como un dueño, digamos, corriente, y que yo no he venido de este modo...-. Digo. Pero estoy perdiendo la cordura por lo bien que me hace el amor.

- No reproches cosas que no han sido tu causa, loco-. Remuga sin mirarme.

- ¿Qué vamos a hacer esta noche, que no estamos en el plató de Televisión Española?-. Pregunto.

- Y yo qué sé. Locuras... como, por ejemplo, follar sobre el piano...-. Deja salir.

- Uh-. Digo involuntariamente.

- Tengo hambre-. Indica. -Traigo algo, espérame-. Dice despegándose de mí.

- Espera, ven-. Le detengo y viene hacia la cama.

- ¿Qué?-.

- Que me perdí, y me encontraste tú, mi amor-. Confieso y tomo su rostro cogiendo sus pómulos para besarlo dulce y apasionadamente.

- Mhm-. Murmura sobre la comisura de mis labios y accede a mi acción sin parar de sonreír. Me carga y se sienta en la cama.

- Te amo-. Me tiene en la bendita gloria del modo que me está tocando.