4. Cómo Mirarte

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LÓPEZ-narrando.

Ha pasado un mes desde este papel de puñeteros. Hoy voy a conocer a Lidia, una de las sobrinas de Pablo, y una hija del verbo amar.

- Es la de la silla de ruedas-. Me dice cuando contemplamos este ambiente de cumpleaños típico de una adolescente. -¡Hola!-. grita y Lidia se cubre la cara al verme.

- ¡Pablo!-. exclama emocionada, refiriéndose a mí, entre hipidos.

- Ve, que le dará un ictus si no te abraza-. Dice mi novio entre risas.

- Oh, qué bien huele-. Digo al ver el chocolate. -Hola, guapa-. Le saludo y ella maneja su silla para quedar frente a mí. Me abraza aún hipando por la emoción que le provoco. sus abrazos se parecen tanto a los del hombre que ha cumplido el sueño de que pueda conocerme...

- Pero qué bien me haces sentir, guapo-. Suspira a mi oído sin soltarme. -¿Quieres merendar? A mi abuela le sobró medio quilo de chocolate caliente-. Dice cuando nos hemos soltado.

- Vale, tiene muy buena pinta, eso-. Digo y se ríe.

- Eh, ya no te acuerdas de mí-. Pablo se acerca a nosotros.

- Tito, no digas eso-. Le regaña. -Gracias por traer a tu mejor amigo, pero nos tenéis que regalar un featuring-. Dice insistente. Me río.

- ¿Mejor amigo?-. dice él.

- Pablo, no, que se desmaya y te odiará-. Intento detenerle.

- No, no-. Chasquea la lengua y se gira hacia la mesa, que están todos sentados ahí. ­-Familia, saludad al nuevo Moreno-. Dice y todos gritan y nos felicitan. Pero Lidia sólo observa la imagen conteniéndose las lágrimas. Se aleja llorando, y tanto Pablo como yo nos quedamos escuchando el silencio y haciendo lo mismo que el resto, observar como la silla de ruedas se mueve yendo lejos de nosotros.

- Lidia, hija...-. Le dice Casilda intentando calmarle.

- ¡No, mama! ¡Ya me di cuenta que toda mi vida es una puta mentira!-. grita llena de rabia.

Mi corazón se parte en dos. Al parecer, yo era su única verdad. Esa niña me importa mucho. Pablo me ha hablado fenomenal de ella.

Me siento en una de las sillas y lágrimas comienzan a pasearse por mis mejillas.

- Pablo, te veré en casa-.

Es lo único que puede salir de mi boca antes de abandonar esa casa la cual me empezó a gustar por Lidia.

Sólo me apetece llorar y cantar la canción de Sebastián Yatra "Cómo Mirarte".

*Y cómo mirarte,

si la vida me enseñó que vas primero.

Ya no importa la distancia; yo te quiero...

y al final sé que a tu lado voy a estar...*

BIENVENIDOS A MI VIDA HOMOSEXUAL [AlboLópez]Where stories live. Discover now