Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]

Twelfth

Cuando Taehyung le dijo a su hermano que iba a salir, al gemelo mayor no le gustó nada y se enfureció, gritándole cualquier cantidad de insultos. Sin embargo, a Taehyung no le importó nada y salió de igual manera.

Yoongi estaba más que nervioso. Aunque básicamente solo estaba en el parque para devolver un pañuelo, sabía que Taehyung lo había invitado con otras intenciones. Era solo un pañuelo, joder, no era tan inmediatamente necesario y podía aguantar una semana cuando tenía casi 40 de los mismos. Y el hecho de que Taehyung hubiera hecho el primer movimiento lo calmaba y, a la vez, desanimaba. El menor debía saber que su hyung estaba perdidamente enamorado, y seguro también sabía que era un gallina que no podía dar el primer paso.

Llegó unos vergonzosos 20 minutos antes de la hora indicada y quiso tirarse al pequeño lago artificial al verse esperando como idiota en la pequeña banqueta. Se sentía miserable. Pero, cuando vio a la alta y estilizada figura de Taehyung acercarse, se dio cuenta que todo valía la pena.

Taehyung vestía menos formal que de costumbre, y eso desarmó a Yoongi. Se veía aún más precioso, con su cabello ondulado -algo nuevo- y una camisa cuello de tortuga bajo una gran gabardina marrón. Mucho para su sorpresa, se parecía mucho al propio estilo de Yoongi para el día, con la enorme gabardina negra que mezclaba con todo su outfit, que parecía más bien para un funeral.

Seokjin le había suplicado que no fuera vestido todo de negro, pero Yoongi prefirió ser él mismo. Además, no sería la primera vez que Taehyung lo veía vistiendo de ese color.

Tae se acercó a él con una gran sonrisa y lo saludó con un cálido abrazo y un beso en la mejilla que, si era sincero, ni siquiera el mismo Kim se esperaba. Yoongi tuvo un corto circuito pero rápidamente sacó el pañuelo de su bolsillo y se lo entregó.

Taehyung sonrió, negando con la cabeza, y cerró la mano que Yoongi le extendía.

-Consérvalo. Tengo miles iguales.

-Pero... Me pediste venir a dártelo.

-Sabes que no quería eso.

El corazón de Yoongi estaba cada vez más emocionado, sus ilusiones por fin teniendo un rumbo. Su adonis lo estaba tomando en cuenta, o eso quería creer. Taehyung, por su lado, tampoco entendía por qué estaba siendo tan directo.

-¿Tu hermano no se molesta? -Preguntó el mayor, verdaderamente preocupado por el chico.

-No te preocupes por él. Yo no lo hago.

-¿Ahora eres un chico malo? -Bromeó Yoongi, con una sonrisa coqueta adornando sus labios.

-Bueno, creo que el chico malo es el que viste chamarras de cuero y un 86% de su closet es color negro.

-¿Has husmeado por mi habitación?

Compartieron una pequeña risa y continuaron conversando levemente sobre la universidad, sus diferentes carreras y sus amigos. Hasta que, evidentemente, el tan infame tema tuvo que salir.

-No le agrado a tu hermano, ¿verdad? -Yoongi no quería ser inoportuno, pero consideró que era el mejor momento para atacar con la pregunta.

Taehyung solo suspiró como respuesta.

-A Daehyun no le agrada nadie -Admitió decaído- Al menos nadie que se me acerque o sea mi amigo...

-¿Y Namjoon?

-Lo tolera, pero solo porque hemos sido amigos desde secundaria.

-¿Por eso te la pasas con él siempre?

-Es el único al que sé que Daehyun no lastimaría... -Algo dentro de sí le pedía a Taehyung que dejara de hablar, pero Yoongi era tan bueno escuchando, y él no tenía una compañía así (que no fuera Namjoon) desde hacía mucho tiempo- Y, si te soy sincero, esta es mi primera cita en todos mis 21 años de vida.

"Cita".

La palabra sonaba tan dulce y tan irreal, Yoongi se sintió volar y en un momento, olvidando completamente todo; olvidando a Daehyun, olvidando dónde estaban, olvidando todas las reglas de la primera cita, se acercó y...

El tan conocido ringtone del iphone resonó en el bolsillo de Taehyung, que ya había hasta cerrado los ojos en espera de lo que tenía Yoongi en mente. Ambos se vieron inmersos en una vergüenza enorme, y Taehyung solo respondió su celular al ver que quien llamaba era su madre.

-Dime, mamá.

Después de la breve conversación Taehyung miró a Yoongi, mordiendo su labio.

-Me debo ir.

Yoongi lo miró como un cachorrito mojado, y Taehyung deseó poder mandar todo por un tubo con tal de quedarse con él.

-¿Te esperan en casa?

-Algo así... Tengo una cita médica. Si no voy, Daehyun se pondrá furioso.

Yoongi enarcó una ceja.

-¿Se preocupa por tu salud?

-Más que todo busca excusas para pelearse conmigo... No me dejará vivir si se entera que falté por estar contigo.

Yoongi suspiró, levantándose de su cómodo asiento, y tendiéndole una mano a su menor.

-Te buscaré un taxi.

Taehyung juró que sus ojos se volvieron corazones, y no pudo evitar la sonrisa estúpida que se dibujó en sus labios al mirar al castaño sonriéndole como todo un caballero.

Dicho y hecho, Yoongi consiguió un taxi para Taehyung (incluso lo pagó, mucho para disgusto del menor) y se regresó a su casa, sintiéndose bastante complacido con el día, aún cuando se sentía estúpido por haber tratado de romper una regla de la primera cita: NO BESOS.