Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]

Fourteenth

Claro que Yoongi se había asustado al verlo: desde lejos parecía como si Jungkook tuviese la mano enyesada. Cuando se acercó, sin embargo, Jungkook lo dejó ver con una sonrisa tímida, un poco asustado por la reacción de su hyung.

A Yoongi no le importaba si se tatuaba, más bien le parecía muy valiente de su parte cambiar su apariencia de esa manera y permanentemente. Pero, al ver lo que tenía tatuado en su mano, sintió su corazón estrujarse en un puño.

-¿Quieres comer fuera? Seokjin llegará tarde y necesitamos crear un plan evasivo.

Jungkook solo asintió, fingiendo no ver el dolor en los ojos de su hyung y, abrazándose de su brazo, marcharon buscando el restaurante barato donde siempre comían en momentos así. A Seokjin no le gustaba para nada ese lugar, ya que decía que era poco higiénico y feo, pero para los menores la comida lo valía.

-¿Entonces solo fue un acto espontáneo? -Cuestionó el mayor.

Jungkook asintió con pena, observando con asombro la tinta en su piel después de quitar el papel que lo envolvía.

-Desde que vi a Jimin, mi cerebro se desconectó. No quiero seguir siendo el niño bueno de Seokjin. Y me pareció una buena manera de empezar.

Yoongi tenía una ceja enarcada mientras masticaba despacio su comida, juzgando cada palabra que salía de la boca del pelinegro.

-A ver: te dejas el cabello largo, sales a tener sexo con la primera persona que te encuentras, dejas la universidad a mitad de semestre y ¿eso no es suficiente?

-Bueno, sí. Un tatuaje parecía el próximo nivel en el juego "noticéame Seokjin senpai".

Yoongi no se golpeó la frente solo porque tenía los palillos en la mano, pero seguramente lo habría hecho de ser el caso. No podía creer lo que decía Jungkook, por más que intentara. Y es que le parecía estúpido que el brillante Jeon Jungkook hiciera todas esas cosas solo por querer atención.

-Dime algo, ¿cuántos años llevas en la universidad?

-Umm ¿siete? No recuerdo con exactitud.

-¿Cuántas licenciaturas tienes?

-Dos...

-¿Y posgrados?

-Voy por el primero...

-¿Y dime cómo puedes ser tan idiota con tanto conocimiento en tu pequeño cerebro de rata que crees que desobedecer al niño rico va a cambiar algo? Kim Seokjin es un hombre serio, un hombre de negocios y un padre soltero... Él te ama, aunque no sea como tú lo amas a él. Y aunque no quieras decírselo y él sea lo suficientemente idiota como para no darse cuenta, esto no lo va a cambiar. ¿Y no crees que le va a partir el corazón que lleves eso en la mano? ¿Eso que tanto te quitó?

-Ahí es donde te equivocas, hyung -Señaló Jungkook- No llevo esto por lo que me quitó, sino por lo que me brindó. Es cierto, no estuve mucho tiempo con mis padres, pero gracias a eso encontré una nueva familia, una familia que me ama mucho. Y con ella encontré a lo que podría llamar el amor de mi vida. Por eso lo hice, hyung. 

Yoongi quedó atónito, sintiéndose orgulloso del pequeño cerebro de rata. Entendía que la decisión era algo más allá de lo que alguien podría ver, aunque sabía que debía doler. Y no pudo evitar una pequeña sonrisa escabullirse de sus labios.

-¿Cómo es que siempre vas un paso más adelante?

Jungkook se encogió de hombros, sonriendo y ofreciendo darle un poco de comida en la boca a Yoongi, quien lo aceptó a duras penas.

-Solo dime que la "J" no es de "Jin".

-Es de "Jeon", hyung por favor.

Ambos compartieron una risa divertida. Después de eso, continuaron comiendo hasta que Yoongi tuvo que responderle un mensaje a Seokjin, diciéndole dónde estaban.

-Dile lo que significa, y así entenderá.

-Él siempre entiende todo -Dijo Jungkook, con todas las estrellas del universo iluminando sus bellos ojos. Ese gesto que hacía a Yoongi sentir que debía cuidarlo siempre.

Y cuando Seokjin entró al establecimiento que tanto odiaba, y los miró tan tranquilos; solo pudo acercarse a besar a cada uno en la mejilla.

-¿Por qué tan feliz? -Preguntó el castaño, fingiendo quitarse el beso con asco.

-Porque no tengo que cocinar.

Yoongi arqueó una ceja, no creyéndole a su mejor amigo pero entendiendo su punto. Alimentar a Jungkook a veces era mucho trabajo.

-Y un pajarito me contó que tú estabas en una zona peligrosa -Sacó en cara el mayor, señalando a Jungkook con un dedo- Y estoy feliz de que estés en una pieza.

-Casi en una pieza -Dijo Yoongi, tomando de su bebida.

Jungkook lo miró mal, sintiéndose traicionado. Y entonces Seokjin expulsó todo el aire que estaba conteniendo en sus pulmones.

-Ya lo sé. Y tienes mucho que explicar. Pero eso será hasta que lleguemos a casa.