Twenty First

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Warning: el siguiente capítulo puede contener temas delicados para algunas personas. Se recomienda discreción. 

Taehyung estaba nervioso. No por tener que presentar su investigación frente a toda la clase, no. Él estaba muy lejos de tener pánico escénico. Lo que lo ponía nervioso era el bajito hombre castaño que, debido al código de vestimenta que habían elegido para dar su charla, se encontraba vistiendo una camisa formal con un jean que lo hacía ver demasiado apetecible. Y Taehyung no era para nada lujurioso, él nunca se fijaba en esas cosas. Pero Min Yoongi se había convertido en su propio pecado, listo para acechar su mente cuando menos lo esperaba. Y la manera que la tela abrazaba su delicada figura no debía ser siquiera legal.

Un último repaso a las hojas en sus manos y un suspiro después, Taehyung se sentía bajo el foco de atención. Todos sus compañeros le prestaban atención para dar su exposición sobre el Barroco y se sintió diferente. Sus palabras fluían con facilidad y observaba a todos sus compañeros, sabiendo muy bien cómo llamar su atención. Tal como su hermano, era un orador natural, solo que Daehyun lo utilizaba para su propio beneficio y Taehyung lo utilizaba para ilustrar cosas que le ilusionaban o apasionaban. Cosas como el arte o su compañero de clase, Min Yoongi.

Acabó su parte de la exposición, sintiéndose emocionado con la adrenalina de presentarse frente a tantas personas. Pero algo cambió en el momento que Yoongi tomó el mando de la presentación. Su grave voz fue como un cubo de agua fría. Su orgullo e impresión cambiaron.

Namjoon notó inmediatamente cuando Taehyung se tuvo que sostener de una mesa cercana para no perder el equilibrio, ganando la atención de todos nuevamente.

-Disculpe, señor -Habló rápidamente el mayor Kim, interrumpiendo a Yoongi- Llevaré a Tae a la enfermería.

El maestro no tuvo casi tiempo de aceptar cuando ya el moreno se llevaba a Taehyung del salón, Yoongi mirando todo con la boca entre abierta, no sabiendo qué decir.

-Min, lo dejaremos aquí por hoy.

Yoongi asintió y, apagando el proyector y tomando las mochilas de los tres, corrió tras Namjoon y Taehyung, rumbo a la enfermería. Grande fue su sorpresa al no encontrarlos ahí. Los buscó por doquier pero, al verlo inútil, su cuerpo empezó a temblar y, poco a poco, encontraba dificultad para respirar. ¿Dónde estaban? ¿Qué había pasado? ¿Por qué Namjoon había actuado de esa manera por un pequeño mareo? Estaba aterrado por su Taehyung, y el pánico se estaba apoderando de él a un ritmo alarmante.

Cuando sacó su celular para llamar a alguno de los dos, su mano temblorosa le traicionó, tirando el aparato al piso. Estaba ahogándose tanto que ni siquiera podía tratar alcanzar el celular, porque sabía que sus piernas no iban a querer  responder. La enfermera se acercó a él cuidadosamente, notando exactamente lo que tenía el menor en unos segundos.

-Tranquilo, cariño -Le habló suavemente, llevándolo a una silla con delicadeza- No va a pasar nada. ¿Cuál es tu nombre?

-Y...Y...Yoo...Yoon... -La voz no podía salir, y su cuerpo estaba sufriendo de una taquicardia repentina, poniéndolo aún peor.

-Está bien, no importa. Estoy aquí y nada va a pasar -La enfermera se sentó junto a él, vaso de agua en mano- Dime, ¿esta es la primera vez que te pasa?

Yoongi, al ver inútil tratar de hablar, negó con la cabeza. Claro que no era su primer ataque de pánico, era un paciente en tratamiento de depresión. Pero usualmente estaba junto a Seokjin cuando algo así le pasaba, y le asustaba aún más no estar con su amigo.

-J...J...Jin... -Logró decir, señalando su celular con una mano temblorosa, sudor entrando en sus ojos y poniéndolos llorosos.

La mujer entendió y tomó el celular, usando el dedo de Yoongi para desbloquearlo, para buscar el contacto que pedía su paciente (que fue un poco difícil), y se lo pasó.

-¿Yoon?

-J...Jinie...

-¿Qué pasa, amor? -El apodo salió tan natural que a Yoongi lo empezó a calmar. No era normal que el menor lo llamara de manera cariñosa cuando hablaban por teléfono, así que supo de inmediato que algo andaba mal. 

-Ataque...

Seokjin, en otra situación, hubiese gritado y hecho un escándalo. Pero si algo había aprendido de tantos años con su mejor amigo había sido que eso era lo peor que podía hacer, y que, más bien, debía calmarse él y calmar a su amigo.

-Tranquilo, mi vida. Aquí estoy. Dime qué pasó y si necesitas que vaya por ti.

Yoongi negó, sus temblores bajando de intensidad y sintiendo lágrimas en sus ojos con solo escuchar la dulce voz de su mejor amigo tratándolo con tanto cariño.

-Solo... Quiero escucharte...

-Entonces hablaré, bebé -Seokjin lo trataba con delicadeza cada vez que se encontraban en esta situación, los apodos siendo tan cariñosos que Yoongi se sentía a salvo- Dime cómo me lograste llamar.

-Enfermera -Yoongi se sentía estúpido por no poder articular más de una palabra a la vez; pero se sentía mejor que hacía unos minutos, en los que tenía miedo hasta de morir.

-Ok, amor. Tienes puesta la camisa de botones, ¿cierto? -Seokjin pausó un momento, como esperando una respuesta que nunca llegó- Desabrocha los primeros dos, necesitas respirar.

El castaño estuvo a nada de reclamar pero, sabiendo que su amigo tenía razón, bajó el celular para -tratar- de quitarse los botones, cosa que fue difícil debido a sus dedos torpes en el momento. Al volver a escuchar su respiración por medio del aparato, Seokjin sonrió.

-Ese es mi bebé obediente.

-Tampoco te pases de verga -Le cortó Yoongi, ahora completamente rojo y dejando de temblar.

-Bienvenido a casa, aguafiestas -Rió Seokjin- Ahora, si no es mucha molestia, volveré a esta pequeña reunión, ¿de acuerdo, cariño?

-Vete a la mierda, Seokjin -Escupió Yoongi, avergonzado, colgando el celular.

La enfermera no dijo nada y solo lo miró, no creyendo necesario hablar pero sorprendida de cómo una llamada lo había logrado calmar de esa manera.

-¿Quisieras hablar?

Yoongi miró con una sonrisa penosa a la enfermera y negó con la cabeza, tomando las cosas que había tirado en su afán de sacar el teléfono de su mochila.

-Lo único que necesita saber es que estoy en tratamiento, y esto no pasaba hace mucho tiempo.

La enfermera asintió, tranquila, y lo ayudó a levantarse, sus piernas aún un poco tontas por el estrés.

-Regresa cuando lo necesites.

Yoongi asintió, marchándose a buscar a Taehyung y Namjoon. De quiénes solo encontró al segundo, diciéndole que Tae había sido llevado a su casa y que solo había sido un bajón de adrenalina. Yoongi le creyó en el momento, dándole las mochilas al menor para seguir en sus clases normales. Pero en todo el día no pudo dejar de pensar en Taehyung y en que algo malo había pasado. Algo que Namjoon no le quería decir.

Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]Where stories live. Discover now