Fifthy Fifth

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WARNING: Este capítulo trata con mención de temas (muy) delicados como el acto de sexo no consensuado [vi0laci0n]. Favor proceder con muchísima cautela.


Taehyung había insistido en ir a una galería de arte desde que se anunció - con tres meses de anterioridad-. Yoongi, sin poder decirle que no, le dijo que iban a ir a la apertura, lo que lo puso bastante feliz. Yoongi tuvo que trabajar unas cuantas rondas extra, e incluso pedirle a Seokjin dinero a cambio de favores -como lavar los autos o limpiar la piscina- hasta que, por fin, pudo costear las entradas para él y su novio.

Taehyung, por su lado, les compró trajes elegantes -que combinaban- para atender la apertura. El menor parecía un perrito la semana anterior, no parando de saltar de aquí para allá y mencionando el gran novio que tenía por llevarlo a esa galería.

Namjoon sonreía con dulzura cada vez que Taehyung mencionaba su cita, mirando cómo su mejor amigo estaba honestamente feliz. No era una sonrisa por compromiso, era una sonrisa real. Y eso hacía el corazón de Namjoon estrujarse de felicidad.

-Me siento libre por primera vez en mi vida -Le admitió el menor desde el colchón inflable en el piso de su alcoba, donde había terminado por culpa del piedra, papel o tijera.

Namjoon sonrió y se asomó al piso, donde sabía que Taehyung miraba al techo con sus bonitos ojos llenos de lágrimas.

-El amor es bonito -Siguió, a lo que Namjoon se volvió a acostar, mirando al techo él también.

-El amor es hermoso -Aceptó Namjoon con un suspiro.

Ninguno dijo nada más después de eso, demasiado absortos en los recuerdos de su propia definición de amor. Namjoon pensaba en su familia, que lo habían dejado venir a la capital solo por Taehyung, y en Jungkook, que se robaba su corazón con cada pequeño gesto. Taehyung pensaba en Yoongi y todos sus amigos, que habían sido rápidos en aceptarlo y quererlo como a uno más.

Cuando por fin amaneció, era sábado. Namjoon se había quedado a dormir para que el nerviosismo no le quitara el sueño a Taehyung y pudiera ir a la galería sin problemas.

Los señores Kim, ya tan acostumbrados a la presencia de Namjoon en su casa, le habían preparado el chocolate caliente que tanto le gustaba y compartieron tranquilamente el desayuno. Namjoon se había vuelto parte de la familia desde su primer año de secundaria, en el momento que Taehyung había llegado a casa, llorando, diciendo que tenía un amigo.

Sus padres no tenían planes para el día y Namjoon se quedó en casa solo hasta un poco antes de que Yoongi llegara por Taehyung en su porsche. Taehyung creyó por un rato que el auto había sido robado del garaje de Seokjin, pero vaya sorpresa se llevó al conocer que, de hecho, el lujoso auto le pertenecía a su novio.

-Pero mira qué guapo estás -Saludó la madre de Taehyung, abrazando a Yoongi- Supongo que no habrá tiempo de que pases a charlar.

-La exhibición empieza en una hora y la línea debe estar de locos -Dijo Taehyung con pena. Sabía que sus padres amaban a Yoongi, pero no estaba seguro de querer quedarse con ellos mucho tiempo más.

-Ya habló el jefe -Bromeó Yoongi- Pero podemos seguir el juego de scrabble cuando salgamos -Le susurró Yoongi a su suegra, a lo que ella sonrió.

-Tae, ¿alguna vez te he dicho que amo a tu novio?

-Miles de veces. Nos vamos, mamá. Te quiero -Taehyung cerró la puerta después de un rápido beso a la mejilla de su madre.

Al voltearse, se encontró con la gran sonrisa burlona de su novio, quien recibió un empujón leve. Sin embargo, Taehyung empezó a reír mientras iba hacia el auto.

-También te extrañé -Le susurró Yoongi, abrazándolo por la espalda y besando su mejilla estruendosamente.

-Hueles a perfume caro -Admitió Taehyung, sonrojado como siempre que Yoongi estaba cerca.

-¿No te gusta? -Yoongi abrió la puerta del auto para Taehyung, a lo que él sonrió y besó sus labios.

-Me encanta.

Contrario a lo que Taehyung había previsto, la organización de la galería estaba tan bien hecha que no había nadie en línea, sino que los invitados estaban siendo recibidos en un lobby muy lujoso. Al verlo, sin embargo, Taehyung empezó a ponerse nervioso. Yoongi lo notó de inmediato y, por fin consiguiendo un lugar en el estacionamiento, puso su mano en la pierna de Taehyung.

-Amor -Llamó con cautela- Sé que las personas son aterradoras, pero no dejes que esa gente millonaria te haga sentir menos. Recuerda que tu cuñado es dueño de una gran cadena de restaurantes y cafés; y que llegaste en un porsche y estás usando un traje de un diseñador que ni siquiera puedo nombrar por el miedo a invocar a Beelzebub... Ellos no pueden hacerte sentir menos.

Taehyung asintió, respirando lentamente para volver a sus sentidos. Miró lo guapo que se veía Yoongi y pensó que sus tontos ataques no arruinarían la cita perfecta.

Al entrar, un mesero les entregó unas copas, a lo que Yoongi aceptó pero tuvo que comunicar que Taehyung no bebía -a lo que el mesero le entregó, muy amablemente, otra bebida que llevaba para casos como ese-. Taehyung sonreía, alegre. No era tan malo como creía.

Llegaron justo a tiempo para cuando el artista diera las palabras de inauguración y la exposición fuera abierta al público. Taehyung, al parecer perdiendo todo su miedo, se llevó rápidamente a Yoongi a ver las obras.

No se podía tomar fotos de las mismas, pero Yoongi no estaba interesado en ellas sino en el pelinegro de cabello enrulado que iba de aquí para allá, mirando con esa sonrisa enorme en su rostro todos los detalles en cada una de las obras, y leyendo cuidadosamente el nombre y descripción de cada una.

-No lo puedo creer. ¿Kim Taehyung?

Ese tono en general no le agradó a Yoongi, pero lo que menos le agradó fue ver cómo Taehyung se tensaba completamente. Yoongi se acercó, sin tocarlo, y susurró en su oído que podían marcharse si él quería.

Taehyung no respondió, completamente en shock.

-No puede ser, en serio eres tú -El hombre, que sostenía una copa en su mano, habló nuevamente, sacando a Taehyung de su trance. ¿En qué momento se había acercado tanto?- ¿Tú eres su acompañante? Oh Eunseol, un gusto. ¿Te acuerdas de mí, Taehyung?

Yoongi saludó por simple compromiso, volviendo a Taehyung rápidamente.

-Amor, en serio, si quieres que nos vayamos...

-Oh Eunseol -Habló Taehyung, levantando la voz y volviéndose hacia el hombre- El hombre que me enseñó lo mucho que odio que me toquen sin mi permiso.

Las personas empezaron a mirar en su dirección, poniendo a Yoongi muy incómodo. Pero más incómodo aún era ver a su novio hablar de esa manera tan altanera y llena de... veneno.

-Vamos, Tae, ¿no lo dejas en el pasado?

-¿Pasado? -Taehyung rió falsamente, cruzándose de brazos- Una violación no se deja en el pasado, Eunseol.

Oh Eunseol, al parecer, era una persona reconocida, por lo que los murmullos no se hicieron esperar, poniendo aún más nervioso a Yoongi.

-Taehyung, es en serio, vámonos...

Taehyung volteó a mirar a su mayor, y Yoongi juró ver otros ojos antes de que volviera a entrar en shock.

-¿Tae?

-Señor, debe retirarse -Un guarda de seguridad tomó a Taehyung, quien volvió en sí para empezar a llorar.

-Tiene estrés post-traumático -Lo excusó Yoongi cuando vio que el guarda no sabía cómo proceder con su novio- Me lo llevaré ahora, gracias. Pero yo no dejaría volver a entrar sujetos como ese a este lugar -Añadió, señalando al tal Oh Eunseol.

-Lo tomaré en cuenta -Habló el dueño de las obras- ¿Y usted es...?

-Min Yoongi, co-dueño de la cadena de cafeterías Ossu y los restaurantes Seiromushi.

Hubo ruido en toda la estancia y, sosteniendo a Taehyung a como podía, Yoongi salió de la galería; no sin antes ver alegremente cómo Eunseol era llevado fuera de la galería.

Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]Where stories live. Discover now