Thirty Fourth

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Park Jimin sabía que su reputación no era la mejor. Sabía que la gente lo creía idiota por el campus, por ser un "fácil" -siendo, sin embargo, uno de los mejores promedios de la universidad completa-. Por eso el que todas las miradas estuvieran puestas sobre él y los libros en sus manos, era normal para él. Molesto, pero normal.

Era un niño rico -motivo de muchos otros rumores- pero no gustaba de llevar su auto a la universidad, sabiendo del mal genio de muchas personas y queriendo evitar incidentes.

Se encontraba fuera, ya sus clases habían acabado y estaba buscando su celular para llamar a su chófer, cuando escuchó un motor conocido y miles de personas quedándose embobados mirando al frente de la entrada, donde un lujoso auto de un color azul vibrante, que él reconocía bien, se había estacionado.

Una sonrisa enorme salió de sus labios al ver la cabellera morada salir del asiento del piloto, el guapo hombre mirándolo con una sonrisa que dejaría a cualquiera enamorado en un instante. Varias personas fingieron que era a ellas a quien miraba, hasta que Jimin no pudo evitar gritar antes de correr hacia él. Jimin usualmente no era tan posesivo, pero con Seokjin sentía una gran necesidad de hacer a todos conocer que era suyo.

-¡Seokjinnie!

"Envidia" sería quedarse corto para la cantidad de odio que hubo en su dirección mientras Seokjin lo recibía en sus brazos, sonriendo con mucha alegría de tenerlo por fin en ellos -después de que Yoongi y Jungkook aceptaran su relación-. Jimin no quería soltarlo, habiendo encontrado un lugar en el cuello del mayor donde podía oler su colonia, y se sentía protegido.

-Entra, te llevaré a casa -Habló el mayor cuando por fin se separó de Jimin.

Jimin hizo un puchero. No quería ir a casa aún, quería estar con Seokjnnie. Pero aceptó de cualquier manera, queriendo huir de las miradas de los otros estudiantes al rededor.

-¿Fui muy escandaloso? -Preguntó Seokjin al ver a Jimin hundirse de pena en el asiento.

De inmediato el menor se irguió, demostrando que no se sentía mal.

-No, es solo que... Supongo que sabes que en la universidad soy famoso por todas las razones malas. Y que me recoja un hombre apuesto con un lamborghini, no será para mejor.

Seokjin chasqueó la lengua, su agarre en el volante tornándose un poco más tosco.

-Lo siento. Creí que era lo mejor ya que es el auto que conoces...

Oh. ¿Seokjin tenía más de un auto?

-A veces olvido lo ridículamente millonario que eres -Espetó Jimin, hundiéndose nuevamente en el asiento- Seokjinnie... No quiero ir a casa -Admitió con un gran puchero- Me siento solo.

Seokjin suspiró. Realmente su idea era solo darle un aventón al menor, pero muy difícilmente lo podría dejar solo en esas circunstancias.

-Veo que tienes mucha tarea. No creo que quieras que te moleste...

-Jamás me molestarías -Habló rápidamente Park- Por favor, Jinnie. Solo un ratito.

Seokjin suspiró con exasperación, girando en la cuadra que daba a la casa de Jimin. Era pequeña comparada a la suya, pero tenía los mismos lujos, con la única diferencia de que Jimin tenía servidumbre y en casa de Seokjin todos hacían las cosas por su cuenta. Y, bueno, que Jimin vivía completamente solo, sus padres habían quedado en Ulsan y Seokjin no parecía en posición de preguntar el por qué.

Jimin salió con un salto del auto, que estacionaron en la seguridad de su propio garaje. No podía ocultar la sonrisa en su rostro, teniendo por fin un momento a solas con Seokjin. Sin embargo, ninguno quería sexo; necesitaban hablar de muchas cosas de las cuales no habían podido hablar debido a la falta de privacidad.

Entraron a la comodidad de la casa que, si Seokjin era sincero, sí se encontraba totalmente solitaria. Tanto que le causaba pena por Jimin.

-¿Quieres algo de beber?

-Agua estaría bien. Estuve todo el día probando cafés y ya no siento la lengua.

Jimin rió ante las palabras de su mayor y rápidamente fue a la cocina. No era muy usual tener visitas, y eso lo ponía de muy buen humor. Seokjin lo siguió con una sonrisa calmada, esperando por su vaso de agua.

Park le tendió el vaso a Kim, quien lo aceptó gustoso. Gustaba del café pero era difícil estar catando grano puro todo el día.

-¿Por qué hiciste eso? ¿Trabajo? -Preguntó Jimin, bebiendo agua también. Seokjin asintió a sus palabras.

-Unas empresas extranjeras quieren hacer un contrato y estaba verificando la calidad del grano.

Los ojos de Jimin parecían los de un niño pequeño, admirando lo que hacía Seokjin por el bien de su trabajo.

-Eres genial, Jinnie. En serio.

-Y sigues llamándome así -Bufó Seokjin, fingiendo estar molesto- ¿Dónde quedaron tus modales? ¿Recuerdas que soy tres años mayor que tú?

-Jamás lo olvidaría -Habló Jimin sonriendo sin mirarlo, dejando su vaso en el fregadero tras él.

Seokjin hizo lo mismo, dejando su mano peligrosamente cerca de la cintura de Park en el proceso. Jimin aguantó la respiración, petrificado. Seokjin era demasiado guapo y él lo sabía, pero nunca se acostumbró a mirarlo a esa distancia; confirmando que, con el tiempo, Seokjin solo se ponía más hermoso.

-Vamos al sofá, sé que quieres decirme algo -Habló por lo bajo, haciendo el cuerpo de Jimin erizarse y seguir al mayor inmediatamente, como obra de un hechizo.

Se sentaron de frente, Jimin moviendo sus manos en su regazo por el nerviosismo de no saber por dónde empezar.

-Sé que quieres respuestas -Empezó, con un suspiro- Pero hay cosas que no puedo decirte...

-Empecemos por lo básico -Siguió Seokjin, llamando la atención del menor, quien levantó su mirada hacia él- Kim Daehyun, ¿por qué te juntas con alguien como él?

Jimin mordió su labio. Debía haber visto venir esa... Pero no estaba preparado para responder.

-Fue mi primer amigo en la escuela -Habló con un suspiro- El primero que no me veía como un objeto, el primero que no me buscaba por mi dinero, el primero que... fue mi amigo.

-En Ulsan... -No era una pregunta, era una afirmación- ¿Daehyun era ese amigo del que siempre hablabas?

Jimin asintió, con lágrimas en sus ojos y sus puños apretados. Era muy doloroso volver a esos tiempos, aún después de tantos años.

-Lo era. Fue quien me dio la confianza para hablarte en primer lugar y, también... Quién me hizo alejarme de ti.

Seokjin estaba más que molesto, listo para gritar. Pero Jimin, leyendo sus pensamientos, lo detuvo.

-Tuvo un accidente fatal, estuvo en coma durante meses. Entré en una depresión tan grave que ni siquiera recuerdo cuántos... -Por fin las lágrimas salían y su voz se entrecortaba- Estaba mal, lo extrañaba y quería morir. Nadie me podía consolar y no quería que nadie más que él lo hiciera. Por eso alejé a todas las personas a mi al rededor, incluyéndote.

Seokjin estaba impresionado, conectando todos los puntos que Jimin le acababa de decir; todo encajando perfectamente hasta que...

-¿Despertó?

Jimin echó a llorar, cubriendo su rostro en sus manos. Ya no era capaz de decir nada más, su corazón rompiéndose con cada recuerdo, cada sirena, cada bata blanca, cada camilla...

Y Seokjin entendió y simplemente lo abrazó, tratando de brindarle el consuelo que no había podido tantos años atrás.

Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]Where stories live. Discover now