Twenty Second

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Al llegar a casa, Yoongi se encontró lleno de mimos y cariños que, aunque llegaban a avergonzarlo, admitía necesitar en esa situación. En ese momento se encontraban los tres inquilinos acurrucados en el sofá, viendo un capítulo de una serie que Jungkook quería ver hacía tiempo, mientras comían la comida que había traído Seokjin de afuera, ya que había llegado tarde del trabajo y era su turno de cocinar ese día. Claro que Jungkook hizo berrinche porque la comida casera de Seokjin era mil veces mejor, pero el mayor venía cansado del trabajo y su enojo para con él no tardó mucho.

Una escena tensa en la televisión se vio interrumpida por el celular de Yoongi, quien tuvo mucha dificultad para salir de la gran manta que lo cubría y tomar el aparato -que estaba más cerca del lado de Jungkook, pero que se negaba alcanzar porque su atención completa se encontraba en la pantalla-. Al ver quién lo llamaba, jadeó y se levantó de golpe para ir a la cocina.

-¿Tae?

-Hola, Yoon... Perdona por asustarte en la mañana... Y por llamarte hasta ahora, Dae tomó mi celular sin permiso y hasta ahora lo recuperé.

Yoongi apretó los puños, conteniendo todas las malas palabras y maldiciones que quería decir del gemelo mayor, y suspirando en cambio. Al menos Tae estaba bien y se había tomado la molestia de llamarlo.

-No te preocupes. ¿Estás bien? Namjoon me dijo que te llevaron a casa.

-Sí, mis padres fueron a recogerme a la universidad. Quería despedirme pero ellos son un poco... exagerados.

-Yo también me hubiera preocupado de que mi hijo se sintiera mal de repente -Defendió a sus potenciales suegros- ¿Es normal que te pase?

-Más de lo que debería -Admitió el menor, tomando el puente de su nariz con fuerza- Aún me duele la cabeza y me siento mareado, pero ya tomé la medicina.

Hubo un pequeño silencio en el que Taehyung se peleaba mentalmente sobre si preguntar lo que realmente quería decir o dejar la conversación fluir en otro sentido. Y fue justo cuando Yoongi iba a romper el silencio que las palabras salieron lentas de su boca.

-Escuché que fuiste a buscarnos a la enfermería... y que te quedaste ahí un tiempo... y que la enfermera te estaba ayudando a caminar -Habló lento, como con miedo- Sé que no es de mi incumbencia pero me preocupé mucho cuando lo supe y quería saber...

-Toda mi vida es de tu incumbencia, Taehyung -Al darse cuenta de lo que había dicho, los dos se sonrojaron fuertemente a cada lado de la línea- Es decir, eres alguien importante para mí y puedes preguntar lo que tú quieras -Aclaró Yoongi, con cuidado de no utilizar la palabra "amigo"  porque jamás metería a Kim Taehyung a la friendzone- Fue un ataque de pánico. Me asustó no encontrarlos en la enfermería y no saber qué te había pasado. 

-Oh por Dios, Yoongi. Lo siento mucho -Exclamó Taehyung, horrorizado.

-No te preocupes, bebé. Es algo que usualmente me pasa. Y no podía esperar menos si se trataba de ti.

Taehyung se sintió morir, su rostro tornándose aún más rojo y su cabeza sintiéndose más ligera. Lo había llamado "bebé" y se había preocupado por él.

-Hyung, sé que es algo repentino pero... ¿quisiera ir a ver una película este fin de semana?

-No es nada repentino, Tae. Después de todo, no sería nuestra primera cita  -Yoongi estaba tan directo y coqueto que hasta a él le sorprendía, pero al parecer a Taehyung le gustaba y claro que escuchar al alto Kim hecho un desastre de sonrojos valía completamente la pena.

-Hyung, por favor pare. Me va a dar algo si sigue de esta manera.

-¿Y qué pasa si no quiero parar? -La ya usualmente grave voz de Yoongi bajó unos tonos más, llegando a sonar rasposa y demasiado insinuante. Tanto que Taehyung no pudo evitar un pequeño jadeo, sus piernas fallando y un calor extraño apoderarse de su cuerpo completo.

-Hyung... -Su voz le traicionó, sonando más aguda de lo normal. Y claro que Yoongi lamió sus labios al obtener esa respuesta.

-Película. El sábado estoy libre.

Taehyung asintió, himnotizado, pero luego recordó que Yoongi no lo podía ver y se sintió estúpido.

-S... Sí, hyung. Sábado estaría perfecto...

-Hasta entonces, bebé -Ronroneó Yoongi en el teléfono, haciendo que un escalofrío recorriera completo al menor.

-Hasta entonces, hyung.

Yoongi colgó, sabiendo que Taehyung no podría hacerlo por sí solo. Sonrió con suficiencia al ver el celular, estupidizado por la idea de salir nuevamente con Taehyung. Pero su felicidad duró poco.

-Oh sí, Tae, te quiero comer completo y que nos casemos y vivamos juntos siempre -Habló Jungkook en tono exagerado, lanzándose a los brazos de Seokjin, que no decía nada pero también se contenía las ganas de reír- Veremos una película pero en realidad tu belleza me dejará ciego y solo podré pensar en lo lindo que te verías comiéndote mi...

-JEON JUNGKOOK.

El menor fue interrumpido cuando un paquete de doritos fue lanzado hacia el par -siendo lo único que había alcanzado Yoongi en el momento- y cayendo del agarre de su hyung, ya que Seokjin no iba a dejar que sus preciados doritos acabaran en el piso.

-¡Hyung! -Reclamó el menor, mirando a Seokjin desde el suelo, obviamente ofendido.

-¡Son doritos! Creí que entenderías.

Yoongi fue el que ayudó a Jungkook a levantarse del piso -no sin antes darle un par de patadas en las costillas, donde era muy cosquilludo-. Los tres regresaron al sofá con los doritos que Seokjin ya no quería compartir y se volvieron a acurrucar juntos. Jungkook, que estaba un poco celoso de que Yoongi coqueteara con alguien más, se acercó aún más a Seokjin, quien solo se concentraba en alejarlo del paquete de doritos -que eventualmente Jungkook alcanzó y comenzaron a pelear por comer-. Yoongi sonreía pero no duró más de una hora, durmiéndose en el hombro de Jungkook.

Y claro que al día siguiente iba a despertar en su habitación, en su cama. Porque él no pesaba para los dos locos amantes del ejercicio con los que vivía y no lo iban a dejar dormir en el sofá después del asco de día que había tenido.

Love of Two Faces [Yoontae] [BTS]Where stories live. Discover now