¿Qué es el Amor?

11. Es no Saber lo que Es

¿Qué es el Amor?
Es no Saber lo que Es

Aunque en realidad no entendía de que iba el soccer y ella solo veía a un montón de chicos corriendo de un lado a otro tras un balón, estaba feliz de al menos poder gritar y sacar todo el estrés que llevaba encima y sin que le vieran raro. Incluso, Anthony le había invitado una cerveza y aunque estaba convencida de que en toda su vida no había probado nada tan asqueroso, no podía negar que aquella bebida le había ayudado a desestresarse aún más. Sin embargo, luego de haberse terminado aquel enorme vaso que Tony le compro, comenzó a sentir que pronto estallaría.

—¿Estás segura de que puedes ir sola? —algo en su actitud, le sugirió que ya no estaba tan sobria.

—Sí, no te preocupes por mí, disfruta del juego.

Era su equipo favorito y solo por eso acepto, aunque no estaba completamente tranquilo y planeaba ir a esperarla en caso de que tardará demasiado.

De pronto, hasta el sanitario en que estaba llegó el grito unánime que anunciaba un gol y ella solo espero que el equipo de Anthony fuera ganando.

Al salir supo que necesitaba algún caramelo o bocadillo que le ayudara a calmar el estómago, la cerveza no le había caído muy bien. Fue a la dulcería cercana y antes de formarse, sacó su cartera, quería comprar algo que pudiera compartir. Entonces, mientras estudiaba las opciones, creyó escuchar una voz familiar que le llevó a voltear hacia atrás a su izquierda.

Era él.

No tenía duda de ello, aunque ya había pasado más de un año y varias veces había confundido a otras personas con él. Ahí estaba, a solo unos pasos de ella, comprando bebidas. Sin dudarlo, sin percatarse de que ese valor era producto de la cerveza que antes había bebido, decidió saludarlo.

—¡Terry! —lo vio voltear tan solo escucho su nombre y luego le vio abrir los ojos de forma tal, que pensó que se le saldrían de las órbitas.

—¿Candy? —juraría que también palideció al verla.

—Terry —le abrazo sin importar la multitud de gente a su alrededor e incluso si iba acompañado o le esperaban en algún lado, al igual que a ella—. Me alegro tanto de verte. Incluso pensé que habías decidido dejar las leyes y... —se alejo un poco, solo para verle de frente.

—¿Disculpa? —a su derecha, una chica rubia parecía molesta, entonces al escuchar que carraspeó un poco, lo comprendió y deshizo el abrazo—. ¿Terry?

—Lo siento, no debí interrumpir así...

Antes, incluso de que él pudiera reaccionar o al menos decir algo, ella se perdió entre la multitud, hasta llegar al pasillo en que Anthony le estaba esperando con otra cerveza que se acaba de comprar, tan solo la vio, la tomo de entre sus manos y sin pensarlo demasiado, le dio un profundo trago.

—¿Pasó algo?

—No... —no estaba segura de poder soportar mucho tiempo—. Sí —le confundió—. No sé —dio otro trago—. Creo que es mejor si me voy a casa...

—Esta bien, te llevo —ella realmente le preocupaba.

—Estoy bien, solo... no quiero que por mi culpa te pierdas del resto del partido —la multitud grito en aquel momento y aún así, él hizo todo lo posible por no quitarle la vista de encima.

—Me importas más tú —una sutil sonrisa se formó entre los labios de la rubia y él supo que ese era el momento de actuar—. Vamos, soy responsable de ti, no puedo quedar mal con Albert —recargándose en su hombro casi como si le abrazara y salieron del estadio.