Es lo que Hacemos
Tan solo salió de su habitación, pudo ver que Terry aún dormía en el sillón. Siguió hasta el cuarto de baño, pensando en tomar una ducha, pero recordando una ocasión en que había visto a Dorothy, una de las mucamas, encendiendo algo que servía para calentar el agua; se lo pensó un poco mejor.
Primero debía averiguar si ahí funcionaba de la misma forma.
Entonces, pensó que lo mejor era juntar un poco de agua en el lavamanos y lavarse la cara, pero al abrir la llave y ver el agua parduzca y apestosa que había comenzado a salir, supo que esa no había sido su mejor idea.
—¿Terry? —no quería despertarlo, pero dada la situación esperaba que el supiera que hacer.
—¿Pasa algo? —no le había despertado, sin embargo, seguía siendo claro que aún no deseaba levantarse.
—No. Nada —por alguna extraña razón, se sintió como una perfecta tonta.
Debía aprender a ser independiente, completamente independiente, antes de que él se marchara. Por eso regreso al baño y a pesar del asco que sintió, quitó el tapón que previamente había puesto en el lavamanos, dejo que el agua estancada se fuera y volvió a abrir la llave, esperando que el agua limpia comenzará a dejarse ver. Al final, solo espero un minuto, se lavo las manos y volvió a juntar agua, mientras se preguntaba si con la ducha tendría que hacer lo mismo.
En ese instante, cerró la llave y abrió la cortina de plástico que separaba a la ducha del resto del cuarto y se percató de que está, solo era un tuvo sin regadera.
Tratando de olvidar el asunto, se desvistió, quedándose solo en ropa interior y tomando la esponja que no había olvidado empacar, la sumergió en el agua fría, la enjabono y la paso por su cuerpo casi desnudo. Lamentaba no poder bañarse bien, pero aún así se sentía fresca, incluso aunque no haya podido lavarse el cabello, el cual, por cierto, comenzaba a darle comezón en el cuero cabelludo.
—Ten cuidado si entras al baño. En cuanto me cambié, salgo a limpiarlo.
Nuevamente salió en camisón y con rapidez entro en la alcoba para cambiarse y diez minutos después, salió vistiendo un overol de mezclilla que le había regalado su hermano. Con la mirada busco a su compañero, pero él ya no estaba en el sofá en que había dormido, seguramente con demasiada incomodidad.
—Ya lo limpie... —salió del baño, bostezando, pero notando la forma en que la rubia parecía analizar el punto exacto en que pasó la noche—. ¿Desayunamos?
—¿Ohm? Sí
Entre ambos, quitaron la sabana que cubría la mitad de la mesa de un pequeño comedor, junto con un par de sillas y comenzaron a preparar, cada uno, su propio emparedado.
—Debes estar cansado —musitó, sin estar segura de cómo decir aquello que realmente quería decir.
—Lo estoy.
—Tal vez deberías intentar dormir en la recamara. Yo haré algo de aseo mientras tanto —acepto sin decir palabras; después de dos noches incómodas, realmente lo necesitaba—. Cuando despierte, te ayudaré.
—Esta bien... —en ese instante alguien llamo a la puerta y al ver la expresión asustadiza de su acompañante, se levantó y abrió.
Fuera, estaba un representante del edificio que estaba sorprendido al percatarse que el departamento, luego de mucho tiempo vacío, finalmente era habitado.
Terry le explicó que tenía el permiso de la Hermana Margaret e incluso, entro y entrego una carta que ella había escrito en caso de que lo necesitaran. Entonces, un poco más amistoso que antes, le explicó donde estaban las llaves de agua, de gas, el calentador y algunas otras cosas que creyó necesarias y otras que él chico había preguntado.
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¿Qué es el Amor?
Romance¿Qué es el amor? Es un acto amable que puede llegar a confundirse, o quizá es un acto desinteresado que puede llevar a uniones inesperadas; aunque también pueden ser los sentimientos guardados que anhelan ser correspondidos y el camino por el que te...