DEMON LINE ❍

#１２

— Núm-

— ¡Minho, oh por Dios! ¡Había olvidado cómo era tu voz!

— Jisung, volviste.

— Mamá me devolvió el teléfono como regalo de Navidad. ¡Feliz Navidaaaaaad!

— Sí, eso, feliz navidad a ti también.

— Pues bien, quiero mi sorpresa.

— ¿Eh?

— Próxima llamada igual a decir la sorpresa, ¿no? La quiero justo ahora.

— Ah, eso. Me arrepentí.

— ¿Qué? Tú... ah, voy a matarme.

— Ya, ya, bromita. ¿Estás listo para oírla?

— Nací listo.

— Sabes que estoy estudiando turismo infernal, ¿no?

— Sí.

— Y que hay una materia dedicada a viajes por los cuatro mundos, ¿verdad?

— ¿Sí...?

— Y que como parte del programa me hicieron visitar el Tártaro hace ciento veintitrés días, ¿no?

— ¿Eh? Pues no.

— Da igual, la cosa es que para el proyecto de fin de curso debo visitar la Tierra y hacer un informe. Así que voy para allá. ¿Qué dices?

— ...

— ¿Eh?

— ... ¿para... acá?

— Sí, ¿qué hay de malo?

— ¿V-vas a venir a... quí?

— A la Tierra, sí. ¿No te emociona? Vas a conocerme.

— ...

— ...

— ¿A c-conocerte?

— Conocerme, sí.

— Conocerte...

— Seh.

— ¡Voy a conocerte!

— Exa-

— ¡Vas a venir a mi planeta, voy a verte! ¡Voy a verte!

— Sung...

— ¿Y dónde vas a quedarte? ¿Muy lejos de casa? ¿Vas a visitarme? ¿Vas a conocer a Felix? ¡A mis gatos!

— Ah, sobre eso, debo pedirte un favor muy pequeñito.

— ¿A mí?

— Sí, a ti.

— Dime.

— Necesito un lugar donde quedarme, ya sabes, y pensé que tu casa...

— ¿Quieres quedarte en mi casa?

— Uh, sí, eso. Sería fantástico. Los hoteles son horrendos.

— P-pues no sé...

— Por favoooooooooooooor.

— Le p-preguntaré a mamá, si quieres.

— Puedo hablar con ella si gustas. A las chicas les fascino.

— Ugh no, es mi mamá. ¡Aléjate de mi mamá!

— Si insistes...

— Idiota.

— Tú. Hey, Sung... el chico ese, el del buen culo, ¿vive contigo?

— S-sí. ¿Puedes dejar de decir que tiene un buen culo? Gracias.

— ¿Celoso?

— ¿Disculpa?

— Disculpado. Tranquilo, Sung, seguro que tú también tienes un buen culo. Sólo quiero saber si mi futuro esposo va a estar en la casa cuando yo quede ahí.

— Aún no le pregun- ah, olvídalo. Sí vive con nosotros.

— ¿Y vas a decirme su nombre? Porque yo ya te dije mi sorpresa.

— ¡Oh! Me están llamando, qué mala suerte.

— Jisung...

— ¡Adiós, Minho!

— Eres increíble.

— ...