DEMON LINE ❍

#１８

— Número de la bestia, buenas tardes. ¿En qué puedo ayudarlo?

— ...

— ¿Hola? Disculpe, ¿hay alguien ahí?

— Ugh, sí.

— ¡Jisung! Sí llamaste...

— ...

— ¿Jisung?

— ¿Uh? Lo siento, estaba tratando de no arrojar lejos el teléfono para dejar de oírte, porque de todas formas tengo que hablar contigo sí o sí.

— ¿Sigues enojado?

— ¿Tú qué crees?

— Sung, de verdad qu-

— No importa, Minho, llamaba por otra cosa.

— Pero quier-

— Minho, esto es importante.

— ... está bien. ¿Importante del tipo bueno o importante del tipo malo?

— ¿Para nosotros? Malo, muy malo. Preocupante. ¡Horrendo!

— ¿En serio? ¿Es malo para mí también?

— Dije nosotros, genio académico. Ahora, si tú no puedes concebir la idea de un nosotros...

— Sung, espera.

— No, no es momento. Como decía; esto de verdad tiene que conversarse y lamento que sea a través del teléfono, pero Hyunjin no viajará al Infierno hasta dentro una semana...

— ¿Qué? ¿Hyunjin?

— ... y no podemos esperar tanto para que sepas. Aunque no sé de qué nos puedes ser de ayuda.

— ¿Puedes explicarme qué pasa, por favor?

— Hay problemas, Minho.

— Eso me lo dijiste, ¿pero de qué tipos de problemas hablas?

— Bélicos. Y pueden ponerse muy graves.

— ¿Bélicos...? Jisung, espera, explícame todo.

— ¡Es que yo ni siquiera lo sé todo!

— Algo más que yo sabes, así que por favor dime.

— Hyunjin no me dio todos los detalles porque me pondría en peligro. ¡Hasta Felix sabe cosas! Pero es porque su enamorado forma parte de la élite demoníaca y se permite información que la masa trabajadora no conoce. ¿Por qué tienes que ser de la masa trabajadora? Por Dios, podría haber acabado con un diablo multimillonario que me protegería en su castillo de la guerra y no, aquí estoy.