the earth, visit vi

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El primero por la mañana Jisung despertó con muy buenas energías

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El primero por la mañana Jisung despertó con muy buenas energías. Miró a Minho, que probablemente seguía en la misma posición de anoche porque la fiesta lo dejó exhausto, y resistió el impulso de tocarle el cabello. Su visita dormía con las rodillas y los brazos doblados, el cuello estirado sobre la almohada y las manos hechas puños. La punta de uno de sus colmillos sobresalía de sus labios, y a Jisung le recordó al dormir de Mikasa cuando aún era bebé. Se sentó contra la cabecera, tomó su celular, revisó durante un rato sus redes sociales y fingió demencia cuando Minho despertó teniéndolo mucho más cerca de lo que estaba anoche.

— Es año nuevo, puedes dormir más si quieres— le dijo, pero Minho negó. Se sacudió el cabello y apoyó su mentón en el hombro de Jisung.

El gato maulló del otro lado de la puerta, pidiendo que lo dejen entrar. Minho fue a abrirle y volvió a acostarse en un salto, esta vez dejando caer su cabeza sobre el regazo de Jisung y tapándose por completo; una imagen preciosa. Jisung lo dejó porque podía identificarse con él, cualquier otro día habría dormido hasta que su madre aporreara su puerta para mandarlo a almorzar. No obstante, desde la llegada de Minho se levantaba temprano y muy enérgico. Esperó que no tuviera que ver con su enamoramiento, porque era demasiado pronto para pasar vergüenza oliendo a... eso.

— Tengo que juntarme con mis compañeros— murmuró Minho contra las sábanas, destapándose lo suficiente para mostrar sus ojos—. Y no olvides que me tienes que acompañar.

— ¿Dónde queda?

Minho bostezó (algo que ellos sí hacían allá), restregando su rostro en el calor del vientre de Jisung sin intención de abandonar la cama. Eso le dio cosquillas, además de un sonrojo, así que lo empujó fuera un poco sin querer. Minho maldijo en voz baja, salió de su escondite y caminó hasta el escritorio. Abrió el libro de "Auto ayuda nivel 3" y comenzó a sacudirlo en el aire hasta que dejó caer un papel doblado de entre sus hojas. Se lo extendió a Jisung.

— No es tan lejos— aseguró él luego de notar que la dirección se le hacía familiar—. Queda a un par de calles del parque, pero vamos a tener que ir en autobús.

Minho sonrió, un poco más despierto.

— Mi primer viaje en autobús, genial.

Desayunaron café y donas, se dieron una ducha y partieron al lugar. Jisung llevaba un gorro de lana porque Minho no había llegado a secarle el cabello, alegando que iban tarde según las horas que marcaba el reloj de su muñeca, el que Jisung le regaló. Ese detalle hizo a su pecho hervir de cariño y puso en Minho una de sus sonrisas coquetas. Jisung podía decir que ya estaba del todo acostumbrado a ese gesto.

Pasaron a buscar a Felix porque Jisung no quería estar solo mientras Minho hiciera lo que sea que tuviera que hacer. La abuela del chico los miró desde la ventana hasta que doblaron la esquina para ir a la parada del autobús, y Felix explicó que la anciana sospechaba cosas sobre Minho desde la fiesta. Después de todo, por algo era bruja. Jisung les comentó también que su propia abuela, cuando fue a saludarla luego del festejo de año nuevo a mitad de la fiesta, le había susurrado en secreto que veía en Minho una aura extraña. Que era mejor andarse con cuidado cerca suyo.

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