#10

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— ¿Aló?

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¿Aló?

— Estoy castigado y sin teléfono.

¿Castigado? ¿Cómo?

— Mamá. Dijo que paso mucho tiempo con el teléfono y bla, bla, bla. ¡Estoy en la calle otra vez! Y hace frío.

¿Tu mamá te quitó el teléfono?

— Seh.

¿Puede hacer eso?

— Claro, es mi ma- Ah, tú no tienes mamá.

Por lo que me dices, agradezco no tenerla.

— No es siempre así, de veras. Ella es algo intensa y sobreprotectora, pero es mi mamá. No sé qué haré cuando ya no esté.

La quieres mucho, ¿no?

— Ojalá fuera eterna. Y mi abuela. Y mis gatos.

¿Gatos? ¿Qué son eso?

— ¿No conoces a los gatos?

¿Son animales? Porque no conozco muchos animales. Sólo los perros, porque se parecen a Cerbero. Y las cabras. A Satanás le gusta disfrazarse de cabra.

— Los gatos son felinos pequeños, mascotas como lo perros. Tienen el pelo muy suavecito y se mueven sin hacer ruido, ¡se creen los dueños del mundo! Tienen bigotes, ojos raros, y ronronean. Se ven como ángeles pero viven haciendo desorden. Y tienen garras. Juraría que son demonios.

Deben ser los seres más insoportables del mundo.

— Nah, una vez los ves de cerca, te enamoras. Yo tengo dos.

¿Viven contigo?

— Síp. Mikasa vive con nosotros desde pequeña, y rescaté a Deku del árbol de mi entrada cuando unos perros lo perseguían. ¿Tienen árboles allá?

Algunos, pero apuesto a que en la Tierra no existen. ¿Y qué clase de nombres le pusiste a tus mascotas?

— Déjame, me gusta el animé. Gracias a Dios no sabes lo que es.

Sí lo sé.

— Maldita sea.

Veintiuno me regaló un CD de Tokyo Ghoul cuando me admitieron en la Academia. Es bastante bueno.

— ¿Verdad que sí? No me esperaba que tuvieran CD's en el infierno.

¿Qué crees que hago en mi tiempo libre?

— Buen punto, ¿y qué cosas ves?

Películas, series... más que nada producciones de aquí. Hay que pagar mucho en los mercados si quieres una película hecha en la Tierra.

— ¿Significa que nunca has visto una película de aquí?

No, una vez vi Avatar.

— Amo esa película. Te enviaré todos mis favoritos del cine junto con la carta.

Ah, la carta. ¿Voy a tener que responderla?

— Como quieras.

O sea, sí.

— Exacto.

¿Qué es ese ruido en el fondo? Parece que están matando a alguien.

— Una señora acaba de entrar al locutorio con un bebé, y está llorando muy fuerte.

Ugh, odio a los bebés.

— ¿Tienen bebés allí? Pensé que nacían ya siendo adultos.

Sólo nosotros. Los demonios tienen hijos, y si nosotros queremos también podemos tenerlos. Pero no, gracias.

— ¿Por qué? Son adorables. ¿No quieres ser papá?

Definitivamente no. ¿Qué, tú quieres?

— Me gustaría en un futuro, pero no es tan fácil...

¿Por qué no? Agarras a una chica y-

— ¡Sé eso! El problema es que no me... n-no... no me gustan l-las chicas...

Ah, entiendo. Entonces roba un niño y ya.

— ¡No puedo hacer eso!

Allá tú.

— Minho... ¿no te incómoda saber que soy...? Bueno...

¿Gay?

— E-eso.

Nah, da igual. ¿Sabes algo? Eso de que los homosexuales van al infierno es mentira. Al margen de que todos van al infierno, no importa lo que seas; si fuiste bueno vas a la Isla, sino al castigo. O puedes pasear por los Campos todo lo que quieras.

— Oh, es bueno oír eso. No me gustaría ser castigado por sentirme atraído a un chico.

Si ese fuera el caso, todos aquí iríamos al castigo.

— ¿También tú?

Seh. No puedo privarme del sexo, y aquí hay más población masculina que femenina entonces...

— Ugh, entendí. Por un segundo pensé que ibas a ponerte romántico.

Eso no existe.

— ¡Claro que lo hace!

Oh, Sung, h-hay una llamada muy importante en espera...

— Ah, comprendo, entonces colgaré.

¡N-no! No quiero atender, pero si no lo hago van a echarme el regaño de mi vida.

— Entonces hazlo, ¿qué puede ser tan grave?

Uh, y-yo no-

— Adiós, Minho. ¡Hablamos mañana!

¡Sung, n-no me-!

— ...

—

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DEMON LINE ❍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora