Capitulo 4

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Estoy terminando de desempacar mis cosas cuando una llamada entrante destella con impaciencia en la pantalla de mi telefono. La foto de mi prometida detras de su nombre lo acompaña y deslizo el dedo por el boton verde cuando termino de doblar una camiseta y dejarla sobre la repisa. 

-¿Kelly?- Pregunto casi automaticamente, aunque es obvio que ella sera quien me responda- ¡Hola, cariño!

-Gracias por haberme llamado cuando llegaste, zopenco- Argumenta y se escucha un tanto enojada. No puedo evitar sonreir porque si hay algo que me causa ternura y me sacude el corazon de amor es escucharla asi, iracunda, como si fuese a matarme. Kelly es una niña hermosa, la mujer mas linda del mundo, y es tan tierna que escucharla enojada solo me provoca risa- Si te estas riendo en este momento, Clark, juro que cruzo el oceano y te pateo el trasero.

-Definitivamente reprobaste Geografia, amor- Carcajeo esta vez y escucho sus gruñidos de impaciencia al otro lado de la linea- ¿Como esta la mujer mas tierna del mundo?

-Pues molesta, muy molesta- No persiste en ceder aunque sea una vez- dios Hansel, enserio, ¿Por qué no me llamaste?

-En primer lugar, alla era de madrugada- Me defiendo- Y en segundo lugar ¡Tu dijiste que ibas a estar terriblemente ocupada con tu madre!

-¡Quizás lo dije para que no te diera tanto remordimiento partir!

-Quizas no deberias decir cosas que quizas me tome enserio- Rio una vez mas y puedo oir una ligera risa provenir de ella- No lo puedo creer... ¿me debo alejar kilometros y kilometros para escuchar una risa de Kelly Weebers?

-Idiota- Susurra y puedo escuchar un hondo y pausado suspiro- Te extraño, sabes.

Y entonces, hago lo impensado.

Miento.

-Y yo a ti, no he dejado de pensarte ni por un instante, amor mio- El pecho me quema y parpadeo como si no pudiese creer lo que me esta pasando.

-No veo la hora de que sea navidad y vengas con nosotros- Intuye entonces, como si quisiera psicologicamente obligarme a afirmar que eso es lo que haré.

-Claro que si. Ahí estaré- Afirmo, quizas, para dejarla vencer por esta vez- Tus padres... mi madre y Clara... tu y yo...

-Muero porque llegué ya-susurra.

-Debo irme nena- Anuncio entonces- te hablaré mas tarde.

Y entonces, corto sin mas. Algo en esa llamada me incomodo demasiado. Mas de lo que pensé. Algo en Kelly no se sentia bien. Intento aferrarme a la idea de que simplemente la extraño y hablar con ella por telefono no es algo a lo que estoy acostumbrado.

Decido encaminarme a la estacion en busca de Fergus, el perro que elegi para Eleanor. El comportamiento del perro fue lo que me condujo a elegirlo como el acompañante terapeutico ideal. Al llegar, me presento en recepcion y apenas Amy se une a mi, me guia como la ultima vez hacia el pequeño santuario. Con una correa especial, aparta a nuestro amigo peludo del resto y apoyo una rodilla en el suelo, mirandolo a los ojos. Unos ojos brillantes y llenos de vida. 

-Vamos, amigo- Anuncio acariciandole detrás de la oreja- Hoy es tu primer día.



~




Tras darme cuenta de que ni el autobus ni los taxis publicos me permitirian subir con un perro, no me queda otra opcion mas que atravesar la pequeña ciudad de Portland a caminata, eso definitivamente ayudaria a Fergus con un buen ejercicio de confianza. Decido vendarme los ojos y que el me guiara, claro que la venda era ligera y yo puedo ver algo, pero mi deseo es comprobar que tan entrenado estaba. 

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