Capitulo 22

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-Tus padres se han portado de maravilla conmigo- Susurra aferrandose a mi brazo, en lo que caminamos sobre una alfombra de cesped mezclada con nieve del dia de ayer, que se encuentra en el pequeño parque frente a la casa de mi padre.

-Mi padre es demasiado atento y obsesivo hasta con los pequeños detalles- Admito, sonriendo un poco. La brisa invernal nos golpea en el rostro.

-¿Cómo se llama?- Pregunta entonces, con su caracteristica curiosidad.

-¿Mi padre?- Rio mirandola a los ojos a pesar de que ella no pueda hacerlo- No voy a decirte. Hervirás de risa cuando lo sepas.

-Dimeeee- Acerca su rostro al mio al punto de que su nariz choca con mi mejilla- Dime dime dime dime.

-Hola- Digo con una sonrisa boba y doy tres golpes suavecitos en su brazo izquierdo que se encuentra pegado al mio- Buenos dias, busco a Eleanor Gray adulta.

-Eres un estupido- Me insulta entre risas y yo niego con la cabeza.

-Oye, no me faltes al respeto- La advierto entre bromas.

-¿Vas a decirme como se llama tu papá?- Insiste.

-Si le llegas a decir que yo te dije que tu me dijiste, me dira que porqué le dijiste que yo te dije que tu me dijiste- Digo, super rapido, y ella no para de reir- Ya enserio, si le dices algo, verás.

-¿Veré?- Bromea, y entonces, ambos nos echamos a las carcajadas limpias en plena vereda. La gente que camina a nuestro alrededor nos mira como si fueramos dos locos mal de la cabeza, y yo simplemente no puedo dejar de abrazarla.

-Ok... la verdad es que nunca se presenta con su nombre porque lo detesta- Admito- Asi que tu le sigues diciendo señor Clark, o papa de Hansel, o como tu prefieras.

-Yo no le diré que tu me dijiste- Bromea y rie como una niña pequeña y traviesa- Lo prometo.

-Se llama Barney- Digo muy serio de pronto, y ella mira al frente con seriedad fingida, intentando no reirse del nombre de mi padre, pero finalmente el aire sale abruptamente por su garganta y no puede evitar echarse a reir- Barney Clark.

-¡¿Es broma?!- Carcajea cerrando con fuerza los ojos y aferrandose a mi brazo mientras seguimos nuestra caminata.

-¿De que te ries? Mi abuelo era fanatico de los simpsons- Comento.

-Bueno, yo tengo que hacerte una confesion- Dice, una vez que su risa se relaja un poco y pareciera buscar mi mirada con sus ojos grises- Yo... no me llamo Eleanor.

-¿Qué?- Todo mi rostro se arruga como una pasa y la miro de reojo- Oye oye, no vayas tan lejos con tus bromas.

-¿No me crees?- Sonrie con alegoría- Bueno, tendras que creerme.

-Eso quiere decir que...- Hago una pausa y ella borra su sonrisa- Todo este tiempo me engañaste y te llamabas Maria Tomasa.

-¡¿Quééééé?!- Grita y una risa larga y estruendosa brota de su garganta.

-Ohhh Maria Tomasa, has roto mi corazón de papel mache- Dramatizo llevandome una mano al pecho.

-Idiota- Masculla aun entre risas- Verás, yo nací en Ciudad de Mexico.

-¿Eres mexicana?- Exclamo en un hito de sorpresa y ella simplemente no puede para de reir, me separo de ella y me llevo una mano a la frente, como todo un dramaturgo- Mas y mas mentiras. Toda tu vida es una mentira, Maria Tomasa.

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