Realizo mi trote diario por la calle paralela a la costa del arroyo.
Mi cuerpo entero tiembla por la poca condicion fisica, pero me hace sentir aliviado trotar un rato y despejar mi mente, pero por mas que lo intente, no puedo olvidarlo.
¿Por qué su piel estaba llena de zurcos, marcas y cicatrices de tan extraña apariencia? ¿Por qué la mayor parte del tiempo parece renuente al contacto humano? ¿Qué le sucedió? ¿Acaso alguien le hizo daño?
Todas esas preguntas se arremolinan en mi mente, me atormentan, y no me permiten abandonar mi curiosidad sobre Eleanor Gray. La curiosidad me carcome el pensamiento; una parte de mi quiere creer que si logro ganarme su confianza, quizas pueda contarme qué le sucedió con certeza. En el fondo y a pesar de sus miedos o inseguridades, era tan agradable compartir un momento con ella que me gustaria demostrarle que puede confiar en mi.
Quiero que lo sepa; puede confiar en mi, y no solamente cuando damos una vuelta por la habitacion, cuando le enseño a indentificar cada objeto de su apartamento o cuando la ayudo a darse cuenta cuando seguir caminando o cuando parar.
Su sonrisa confiada, la forma en la que sujeta mi mano y se aferra a ella como al pilar mas fuerte del mundo... quiero que confie en mi.
Y lo lograré; lograré ganarme su confianza.
~
-¡Hoy te has levantado con mucha energia!- Comento entre risas y noto como quiere adelantarse a mi y caminar por si sola- ¡Eleanor, despacio!
-Quiero hacerlo- Suspira y suena tanto a queja como a risa y a travesura- ¿Me dejas?
-De acuerdo- Digo y la paro en la puerta principal del apartamento, la tomo de los hombros con firmeza y ella esta sonriendo plenamente, como si fuera un juego que le divierte jugar. La nube blanca que forma mi respiración se pierde entre la espesura de su pelo apenas amarrado y puedo sentir como sus brazos casi pueden temblar bajo mis manos
-¿Estas lista?- Ella asiente moviendo la cabeza de arriba a abajo casi exageradamente y pareciera que la emocion la carcome por dentro- Bien- Digo agachando mi cabeza casi hasta la altura de la suya- Quiero que vayas hasta la cocina. Fergus va a advertirte con un ladrido si hay algo en tu camino ¿De acuerdo?
Da un paso hacia adelante, casi robotico, y aun con sus brazos completamente pegados al cuerpo, da otro. Como si le diera miedo pisar algo o resbalar, y aun asi, a pesar de su miedo, eso no la detuviera a seguir avanzando.
Es logico que el camino no esta totalmente despejado; En la estacion retiré una bolsa de elementos que me sirven para los entrenamientos de Fergus, y me parecio una buena idea para "entrenar" a Eleanor tambien; ser un ciego con un lazarillo no es lo mismo que ser un ciego sin uno, tu vida cambia de mil maneras. Quizas la razon de sus miedos era el hecho de que vive completamente sola y una compania como Fergus le vino como anillo al dedo.
-¿Lo estoy haciendo bien?- Pregunta con un aire tan simpatico que casi me causa ternura.
Entonces, esta a punto de pisar un cono verde, y Fergus ladra una vez. Se frena en seco, y lo corre con el pie antes de seguir caminando. Cuando llega al final del sillon individual, lo que son ocho pasos, gira hacia la derecha justo como le indique la vez anterior, y comienza sus doce pasos hasta el mueble de la despensa.
Yo la miro caminar, con orgullo, y sonriendo de oreja a oreja. Su progreso me tiene sumamente orgulloso, y cuando sus manos se aferran a las manijas del mueble, comienzo a aplaudir. Fergus festeja ladrando y ella comienza a reir tanto que pareciera que su par de mejillas ahora rojizas van a estallar de tanta felicidad.

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Veo Veo ✓
RomantikaUn accidente que lo cambió todo. Una joven que quedó huerfana a sus diecisiete años. Un alma rota, dolida, quebrantada y solitaria. Sus ojos sin vida, que se mecían por la habitación una y otra vez. Todo en su vida se había reducido a es...